|
Despedida del patriota Mario Blejer
"Pero yo hablaba del mundo y de Argentina... Ahora pregunto: ¿dónde
está el dinero de Argentina? , ¿dónde está el dinero que
estaba en los bancos?, ¿quién lo tiene, dónde está? Como,
en el fondo, los políticos que vienen supuestamente para arreglar la
situación tienen responsabilidad en el pasado, sólo están
buscando soluciones intermedias, que cambie algo para que todo siga igual...
América, América Central, América del Sur, todo el mundo
está viviendo bajo la pata de Estados Unidos, pero vosotros más
directamente..."
de Conversaciones con Jorge Halperín - Abril del 2002
JOSÉ SARAMAGO
Por Hugo Alberto de Pedro
Básicamente nunca se ha ido un Presidente del Banco Central de
la República Argentina (BCRA) sin haber dejado un tendal de problemas
financieros y cambiarios, junto a infinidad de compromisos muy bien y fuertemente
adquiridos. Mario Blejer no es la excepción, además de contar
en su haber con más de veinte años de empleado del Fondo Monetario
Internacional (FMI) llegando a ser Vicedirector del Departamento de Asia en
uso de licencia. Había retornado a éstas pampas a mediados del
año 2001 de la mano de Domingo F. Cavallo en condición de asesor
para luego pasar a formar parte del directorio del instituto emisor, compartiendo
la gestión de Roque Maccarone. Eduardo Duhalde fue quién lo coloco
al frente de la institución en momentos de su declamada "alianza
con los empresarios, productores y los que generan riquezas" a mediados
de enero, o sea, hace solamente 150 días cuando el dólar estaba
fijo en 1,40 pesos. El Senado prestó su acuerdo, como también
afianzó la autonomía sobre la moneda argentina y la posibilidad
del rescate de entidades financieras y control de la emisión al BCRA.
Las primeras gestiones, siempre teóricas en nombre de la patria
aunque en la práctica al servicio del establishment, fueron garantizar
que las deudas millonarias no quedarán libradas a la cotización
libre del dólar sino quedar atadas al cambio antes mencionado, quedando
la diferencia a cargo del Estado Nacional, ergo, de todos los ciudadanos que
no habían sido los que se llevaron al exterior más de 20.000 millones
de dólares al exterior a través de grandes empresas y bancos durante
el año 2001. Su llegada al centrista organismo fue recibida con satisfacción
por el FMI –Tom Dawson su portavoz manifestó: Mario es muy conocido en
el FMI y lo felicitamos y estamos deseosos de trabajar con él"-
y Washington.
En oportunidad de aceptar el cargo dijo que lo hacía "por
patriotismo" y porque había recibido 300 mensajes de todo el mundo
apoyando su nombramiento, indudablemente no proveniente de los acorralados ahorristas
sino de sus amigos neoliberales de siempre que comparten su ideología
a ultranza. Sosteniendo que: el déficit presupuestario de 3.000 millones
de pesos era cumplible, el FMI debía aportar fondos porque la crisis
no permitía más dilaciones en el tiempo, era imprescindible vetar
la Ley de Quiebras porque sino se perdía el crédito para siempre,
era necesaria la pesificación de los créditos, era posible convencer
al FMI si nos convencíamos nosotros, el dólar podía quedar
en 1,60 pesos o menos porque existían las reservas suficientes para sostenerlo
desde el BCRA, se debería autorizar a las empresas a transferir divisas
al exterior para evitar el default privado, los fondos acorralados deberían
transformarse compulsivamente en bonos y que se tomarían todos los recaudos
al momento de conceder redescuentos a las entidades financieras.
Junto con Guillermo Lesniewier, Superintendente de Entidades Financieras
y Cambiarias y sospechado en una causa por lavado de dinero y fuga de capitales
en la causa del BGN de Carlos Rhom, presionaban al senador-presidente Duhalde
para que los directores del BCRA no sean jurídicamente cuestionados en
sus actos –inmunidad e impunidad- a lo cual también se sumaba la opinión
de Aldo Pignanelli, vice del BCRA. La "injusticia argentina" siempre
declaró no judiciable a las decisiones administrativas por considerarlas
discrecionales con lo cual nunca un funcionario del BCRA fue condenado, pues
entonces lo que perseguían es tampoco ser sometidos a juicios o procesos
para que se puedan establecer sus responsabilidades.
Este patriota economista manifestaba, tanto en público como en
privado, la necesidad de privatizar al 20% de la banca pública, como
se hiciera con el Banco Hipotecario Nacional, para darle a ese 20% privado la
conducción de las entidades financieras, como así también
pretender la dolarización de la economía nacional.
Real y contundentemente, Blejer, ha dejado sus huellas en el camino de
la dependencia de nuestro país ante el Imperio con: 20.000 millones de
pesos de redescuentos otorgados a favor de los bancos, 5.000 millones de dólares
menos de reservas en el BCRA quedando las mismas en menos de los 10.000 millones,
el otorgamiento de un seguro de cambio a través de los bonos compensatorios
del Gobierno Nacional para las entidades financieras que les aseguran un cambio
de 1,40 pesos para sus deudas con el exterior dejando la diferencia a cargo
del Estado, un dólar a casi 4,00 pesos lo que representa un 185% más
al que lo recibió gracias a la flotación sucia que pretende estabilizar
su valor, reuniones y negociaciones con sus compañeros de trabajo y emisarios
del FMI -Anoop Singh y John Thornton-. Sin embargo, se le pide un "gesto
patriótico" por parte de Duhalde que sigue haciéndose el
compungido mientras entrega las últimas esperanzas de la dignidad nacional,
y quien le otorgará la posibilidad de seguir trabajando para el Gobierno
en la negociación de la deuda externa a éste ilustre patriota.
23 de junio del 2002
Hugo Alberto de Pedro
Buenos Aires – Argentina