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Argentina: La Lucha continúa

3 de junio del 2002

Subversión en el Senado argentino

Hugo Alberto de Pedro
El Senado puede ser un recinto de alta política o convertirse, degradado, en una cueva de ladrones?
Lisandro de la Torre, 5 de julio de 1935
Que hicieron los que no hicieron nada
Apelando a la Real Academia Española encontraremos que Subversión es la acción y efecto de trastornar, revolver y destruir especialmente en lo moral. Definición ésta que los senadores han tenido seguramente muy presente al ofrecernos ayer el circense espectáculo de su democracia, que está muy alejada de la que pretendieron los mayores de nuestra Patria. Para comprenderlo bastará con mencionar a algunos de ellos: Alfonsín, Avelín, Baglini, Barrionuevo, Busti, Cafiero, Capitanich, Chiappe, Gioja, Gómez Diez, Ibarra, Isidori, Kirchner, Lamberto, López Arias, Losada, Maestro, Maqueda, Menem, Müller, Puerta, Sapag, Terragno, Usandizaga y Yoma. No interesando en absoluto de que forma votó cada uno la derogación de la Ley de Subversión Económica porque los contubernios en política no merecen ser analizados, sino simplemente condenados.
Risas, pulgares en alto, aplausos, besos y demás grotescas manifestaciones por parte de los senadores, harían suponer a cualquier ciudadano del mundo que habían legislado para establecer las bases jurídicas necesarias para que la justicia tenga una legislación que permita juzgar a quienes han procedido al vaciamiento financiero del país y el destrozo de la economía nacional. Sin embargo, nada de eso ha sucedido, pues han derogado una legislación sobre subversión económica (Ley 20.840 del 30/09/1974) que podía llevar a la prisión a personajes como Rhom, de la Rúa, Cavallo, Pou, Bastos, Escasany, Sacerdote, Mulford y Dagnino Pastore entre otros.
Ellos nos brindan el ejemplo de lo que son
Las trapisondas de justicialistas, radicales, frepasistas y provinciales esta vez llegaron a límites impensados, como por ejemplo la disposición de un avión sanitario, la huida de una legisladora antes de la votación, los aprietes públicos de otra y las mentiras de los 69 senadores presentes. ¡Festeje, entonces F.M.I. que sus serviles empleados han cumplido la promesa de 14 gobernadores! Algunos de los cuales, éstos jefes de gobierno de provincia, que están preparando su desembarco en las próximas elecciones como candidatos a la presidencia de la Nación.
Ahora nos dirán ?mejor dicho nos volverán a mentir- que se viene el desarrollo de la Argentina, la solución a sus problemas financieros, la terminación de la crisis económica, la inversión de todos los países del mundo, la terminación de la desocupación, la derrota a la pobreza e indigencia, la salud y educación postergada a millones, la solución a los inconvenientes endémicos de las provincias y todas aquellas cuestiones que indudablemente ni rozan a la clase política argentina.
Mientras tanto en esos mismos momentos fuera del circo los otrora presidentes Menem ?en hoteles y estancias bonaerenses- y De la Rúa -en una clínica para conocer a su recién nacida nieta- recibían repudios y escraches de anteriores votantes; la comisión de diputados para el juicio político a la Corte Suprema de Justicia no consigue definir la salida que encontrará para no hacer absolutamente nada como seguramente se verificará con el correr de los días; el Ministerio de la Producción sigue vacante en un país que la industria se la encuentra únicamente en la memoria, recuerdo y lamento de los desocupados y empresarios quebrados; los sindicalistas gordos y disidentes siguen convalidando las políticas del transitorio gobierno nacional, el presidente del Banco Central amenaza con volver a trabajar con sus patrones del FMI porque la sucursal se ha convertido en una hoguera y así podríamos seguir mencionando las cuestiones de la realidad nacional.
No debemos ni podemos permitir que nos sigan engañando
Sabemos fronteras adentro y afuera, que después de: los ajustes que nos imponen a las economías provinciales, sobre el gasto público en general, sobre el empleo estatal siempre catalogado como sobredimensionado para un estado que desde el poder gobernante no hace nada de lo que está llamado a cumplir, con las leyes votadas a la medida de las necesidades foráneas, la protección realizada a toda la banca a costa de los ahorristas locales, la entrega de bonos que no tendrán ningún valor económico real, etc., no vendrá ni un solo dólar para el desarrollo, crecimiento o por lo menos la estabilidad y que la humillación que los organismos internacionales de crédito y los países del G-7 nos impone es únicamente para acomodar las cuentas del FMI, BM, BID y cambiarnos por un tiempo de la situación de real quiebre financiero.
Indudablemente que los problemas argentinos no son culpa de los sectores populares, trabajadores, estudiantes, adherentes a ideas y pensamientos progresistas y de izquierda como durante muchos años pretendieron hacernos creer desde el poder y sus tentáculos que han servido para agudizar el modelo, él mismo que hoy estalla por todos lados. Los culpables han sido: los medios de comunicación y los comunicadores serviles al poder de turno, las fundaciones que aglutinaban a los grupos más reaccionarios de opinión y formación política, social y económica, los que se cambiaron siempre de camiseta sin abandonar sus convencimientos de clase superior y conveniencia por sobre los intereses del conjunto, los gremialistas que han logrado enriquecerse mientras pauperizaban al trabajador y quebraban su fuerza sindical, los religiosos que han acompañado ?salvo honrosas excepciones- cada uno de los atropellos que se realizaron, los empresarios cercanos al poder que supieron crecer a la sombra de prebendas entregadas por el poder de turno, evasión de impuestos e ilícitos que hoy remozados se nuclean en la AEA ?Asociación Empresaria Argentina- para seguir presionando a un poder político-económico casi muerto. Esto es así porque desfallece en ideas, principios, dignidad, representación y legitimidad.
Lisandro De la Torre, quien también fuera Senador de la Nación, opinaba:
"Las clases media y proletaria no se conforman con quedar libradas a los beneficios que puedan derivarse del "bienestar general". Quieren saber concretamente qué propósitos tienen los partidos políticos sobre las cuestiones que a ellas les interesan: participación de los obreros en las utilidades de las fábricas, limitación de las grandes ganancias y de las grandes fortunas, pensiones a la vejez, seguro de desocupación y otros puntos semejantes. No caben ya equívocos sobre las cuestiones sociales y del trabajo, por más que los conservadores argentinos no lo comprendan todavía."
"El gobierno inglés le dice al gobierno argentino no le permito que fomente la organización de compañías que le hagan competencia a los frigoríficos extranjeros. En esas condiciones no podría decirse que la Argentina se haya convertido en un dominio británico, porque Inglaterra no se toma la libertad de imponer a los dominios británicos semejantes humillaciones. Los dominios británicos tiene cada uno su cuota de importación de carnes y la administran ellos. La Argentina es la que no podrá administrar su cuota. No sé si después de esto podremos seguir diciendo: "al gran pueblo argentino salud".
"Después de la disolución de los antiguos partidos, participamos del deseo general de crear uno nuevo, no para que haga vivir situaciones y partidos del pasado, sino que inspirados en la alta tradición del espíritu argentino, pueda armonizar con las exigencias presentes y futuras de nuestra sociedad, todo lo que debe ser conservado como vínculo de solidaridad entre las anteriores y las nuevas generaciones."
"Queremos que ocupen los principales puestos nacionales ciudadanos que hayan dado pruebas suficientes de aptitud para realizar los anhelos permanentes de orden institucional, de progreso económico, de continuidad en la labor de cultura moral e intelectual, fundados a costa de tantos sacrificios de las generaciones anteriores."
¿Quién dijo que todo está perdido?
Seguro que no es así. Debemos ser gestores en: reestablecer nuestras fuerzas nacionales y populares, construir herramientas de participación política quienes no hemos sido responsables de ésta realidad -más allá de no haber tenido la capacidad de oponernos en forma firme y contundente-, ponernos a debatir todos y cada uno de los temas nacionales, provinciales y municipales tomando las riendas del protagonismo en todo lo que hace a las cuestiones del estado sin quedarnos solamente en la necesaria denuncia y oposición; y tomar las calles, plazas, universidades, ministerios, organismos públicos, fábricas, talleres, empresas y gremios para convertirlos en ámbitos de discusión para ir consensuando las nuevas propuestas a la medida de las necesidades de todos y no de los mismos privilegiados de siempre.
Debemos tener la claridad y desprendimiento que éste momento histórico impone y exige. El sistema político y democrático vigente esta exhausto, la dirigencia política actual no tiene respuestas ni soluciones solamente el temor que demuestran diariamente por perder el poder. Sabemos que nuestra lucha debe estar dirigida hacia la toma del poder en cada una de las ciudades de la Patria y en la representación que nos pertenece solamente a los ciudadanos, siendo para ello imprescindible participar en la democracia con todas nuestras fuerzas. Tenemos que negarnos a cumplir aquellas disposiciones que perjudiquen el bienestar de cualquiera de nuestros conciudadanos o que empeoren las condiciones de los empobrecidos e indigentes, resistir a los embates dañinos contra la vida, el crecimiento y el futuro de todos, desobedecer civil y organizadamente desde cada espacio que ocupemos las medidas impuestas desde el poder y el exterior, armar una trama social de solidaridad que reconstruya la confianza entre los que somos pueblo recuperando la dignidad de habitantes en un territorio arrasado por un modelo hegemónico de poder que nos dejó la destrucción y humillación internacional.
Hay que detenerlos, y para ello es necesario que surja en cada uno de nosotros una mujer y un hombre nuevo.
¡Seguramente, así será! Entonces, ya nadie podrá subvertir el pasado de nuestros abuelos y padres, nuestro presente y el futuro de nuestros hijos.
1º de junio del 2002
hugo_de_pedro@speedy.com.ar