Amigos/as, desde el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos
estamos acompañando a la trabajadora despedida de Pepsico
Catalina Balaguer en la campaña por su reincorporación. Les solicitamos
su adhesión a esta declaración en donde se denuncian la discriminación
y las medidas arbitrarias de la empresa multinacional contra la trabajadora.
Asimismo, a quienes sean periodistas, les solicitamos que nos ayuden a difundir
este conflicto que significa mucho más que el despido de una sola trabajadora.
Detrás de su despido hubo 150 compañeras contratadas echadas a
la calle, la suspensión y el pedido de desafuero de un delegado que defendió
a las trabajadoras -el que finalmente tuvo que ser reincorporado- y finalmente,
el despido de Catalina que además, es esposa de este delegado.
Todo esto de parte de una empresa multinacional que embolsa millones de dólares
de ganancias y que en los últimos años se ha quedado con todo
el mercado de snacks comprando las marcas de competencia nacionales.
Gracias, por vuestra colaboración.
Pueden enviar su solidaridad y comunicarse con nosotros a
andreadatri@ciudad.com.ar
delegadosdepepsico@hotmail.com
ceprodh@hotmail.com
BASTA DE DISCRIMINACIÓN REINCORPORACIÓN DE CATY, TRABAJADORA DE
PEPSICO SNACKS
La multinacional PepsiCo Snacks (rama alimenticia de Pepsi) trata de sentar
un peligroso antecedente con el despido de Catalina Balaguer.
En febrero de 2002, el esposo de Caty, delegado de Comisión Interna de
la planta ubicada en la localidad de Florida (Pcia. de Buenos Aires – Argentina)
fue sancionado con "suspensión por tiempo indeterminado" por
representar a las trabajadoras bajo contrato eventual.
Se trataba de casi 150 trabajadoras a las que Pepsico dejó en la calle,
después de no renovarle sus contratos de trabajo.
Las mujeres, como es sabido, no son sólo la mayoría entre los
que tienen los trabajos más precarizados, sino que en este caso de Pepsico,
en particular, soportan las peores condiciones de empleo, con consecuencias
para su salud (enfermedades cervicales, flebitis, tendinitis, quemaduras y ampollas,
alergias, etc.)
Ellas trabajan durante 16 horas paradas, expuestas a altas temperaturas y al
polvo de los saborizadores y otros materiales de la producción, con turnos
rotativos y sin ningún derecho.
Cuando el delegado se puso del lado de las trabajadoras y fue suspendido por
la empresa, Caty reclamó por su reinstalación y llevó adelante
una intensa campaña de solidaridad, con las acciones legales correspondientes.
La justicia laboral, en primera y segunda instancia, confirmó que hubo
suspensión arbitraria, ordenó a la multinacional cesar en su accionar
antijurídico y reinstalar inmediatamente al delegado en su puesto.
Pocos días antes del fallo que reinstalaba a su compañero en su
puesto de trabajo, Caty es despedida.
Los abajo firmantes exigimos la inmediata reincorporación de Catalina
Balaguer por tener su despido carácter discriminatorio y persecutorio
ya que es la consecuencia de su condición de esposa del delegado de fábrica.