Por: Emilio J. / ARGENPRESS

Los trabajadores reabrieron la fábrica Siam pero ahora aparecen los 'técnicos' que traen 'inversiones' y por ello, se postulan, esos 'inversores' como 'nuevos propietarios'. La dirección de Siam debe ser de los trabajadores y la propiedad, basada en la autogestión. .
En los años cincuenta, la etapa de sustitución de importaciones, la fábrica Siam Di Tella fue un símbolo de la Argentina productiva del primer peronismo. Con todas sus luces y con todos sus límites. .
Pero la Siam terminó cerrando sus puertas por quiebra en los años del auge privatizador y del librecambio. Los trabajadores quedaron en la calle y ahora, en estos tiempos de crisis terminal del sistema económico neoliberal, el hambre empuja a soluciones prácticas. .
Por decisión de muchos obreros y empleados, se pudo recuperar la planta y comenzar a producir, en pequeña escala pero con mucho futuro, gracias al ingenio y esfuerzo de los propios trabajadores, de su comisión interna e, incluso, a pesar de los burócratas sindicales. .
Ahora aparecen los técnicos que en vez de colaborar con los trabajadores, intentan llevar a 'empresarios' para que 'inviertan'. Es decir, los trabajadores ponen su cuerpo y conciencia, su trabajo y habilidad en la reapertura de la otrora gran empresa, y los 'inversores' se transforman, por obra y gracia de su capital especulativo, en los nuevos dueños. .
La solución tampoco está en una estatización (capitalismo de Estado) pero el Estado no puede estar ausente en el apoyo económico de esos trabajadores. Hay muchos otros universitarios, técnicos, de la Universidad de Buenos Aires y otros centros de altos estudios, que pueden colaborar en el mantenimiento y desarrollo de la Siam autogestionada. .
Recientemente en un programa televisivo que conduce por Canal América el periodista Luis Majul, uno de los 'intermediarios' hablaba de la necesidad de 'competir en el mercado' y por ello sería una necesidad la de los 'capitalistas'. En la Argentina el ciclo del neoliberalismo ha concluido y la reorganización del trabajo y la producción se impondrá, ahora o después. .
La tasa de ganancia .
En la Argentina y en otras partes del mundo, la situación es que el capitalismo financiero impuesto, incluso sobre las fórmulas del capitalismo neokeynesiano, no podrá más lograr recuperar la tasa de ganancia. .
'Los costos básicos -dice Immanuel Wallerstein- suben, los precios no pueden hacerlo por límites del mercado y de la demanda efectiva, entonces la tasa de ganancia de los capitalistas no logrará recuperarse a largo plazo'. Agrega el historiador y economista norteamericano: 'De hoy a cincuenta años, desaparecerá el neoliberalismo capitalista, la gente va perdiendo fe en ese 'mercado' y el sistema será reemplazado, estamos en un momento central de la transición, incierta, caótica, difícil de vivir' ('Entrevista al historiador Immanuel Wallerstein', por Néstor Restivo, 'Realidad Económica', Nº 187, 1º de abril al 15 de mayo del 2002). .
Las causas sistémicas .
Las causas de la crisis del sistema productivo y financiero mundial son diversas. Aquí, en esta nota, hay que reconocer tres problemas para la acumulación de capital en una larga duración de tiempo: el aumento de los costos laborales, el de los de los insumos y los altos costos impositivos. .
En los costos laborales golpea la 'desruralización' mundial, salvo el caso de China. Ya no hay grandes masas rurales que puedan ocupar puestos de trabajo en las ciudades, como ocurrió en los años cuarenta y cincuenta. El capitalismo necesita, para lograr sus grandes dividendos, esclavos o siervos de la gleba. .
Los insumos han crecido de manera incontrolable al calor de la revolución tecnológica. Por esto, los capitalistas y especuladores, bajan salarios, 'flexibilizan'. Intentan que las generaciones futuras paguen sus deudas (deuda externa, deudas públicas y privadas, estatización de sus deudas). .
Otro dato es que esos capitalistas tratan de no hacerse cargo de los gastos de la infraestructura para contener y destruir los residuos y tóxicos. Para ello buscan tirar los desperdicios al fondo del mar o en territorios periféricos, en Asia, Africa y América latina. Es decir que destruyen el medio ambiente y la ecología. .
Los costos impositivos son cada vez más gravosos. En las naciones centrales se los obliga a pagar cada vez más y en naciones como la Argentina, convertidas en factorías (modelo de economía de enclave), evaden o giran millones de dólares al exterior. .
Esto sin contar la crisis del petróleo que se ha complicado desde 1973 y ahora podría llevar al mundo a una nueva confrontación a escala planetaria. .
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