Los parientes del MOCASE
Como si cerrara un círculo, el martillo de un rematador amañado, volvió a poner las cosas en el mismo lugar donde transitan hace cien años. Los papeles en manos de los especuladores. La tierra en manos campesinas.
Si lo miramos mas de cerca no es un círculo, es un espiral. Porque Clemira y los suyos, ya no son los las mismas y los mismos.
Lloraba Clemira porque no podía entender que un juez hipocrita y un rematador tramposo dijeron que lo suyo no es lo suyo. Desmintieron lo lo que sabe desde el día que nació. Que esa tierra es de la comunidad. Y no atendieron al pozo cavado hace 120 años como testigo. Ni al cementerio donde descansan los antiguos como prueba.
Lloraba Clemira pero no era la repetición de una historia vieja de despojo y ninguneo, porque las lagrimas de Clemira se juntaban con las de Orlando del MTD de la Anibal Verón..
- Pero, porqué los desocupados estan acá si se rematan unas tierras en Santiago ?- no entendía el periodista.
- Que hacen los organismos de derechos humanos, los estudiantes, las asambleas, las feministas, los judiciales, ustedes ? - se preocupaba el cronista.
- Que carajo es eso de la COPA?
- Somos parientes - fue la única respuesta que se me ocurrió. Porque cómo explicar eso mas dificil que dice el Mocase que nosotros somos ellos acá y ellos somos nosotros allá.
Algun parentezco debe haber porque la camara de TN buscando una cara campesina le hizo un primer plano a Elsa del MTD de Berisso.
Lo que es seguro es que ahora somos compadres porque Clemira y los suyos salieron, con Rosa Bru, de padrinos y madrinas de un proyecto de huerta y granja donde se mezclan el MTD y los chicos de Cambium de Agronomía. Y plantando amorosamente las primeras plantas de ají y tomate, sellaron un vinculo de por vida.
Por algún tiempo se hablará en La Plata de la gran movilización campesina que hizo sacudir a los adormilados y dudosos
tribunales y llegó hasta la casa de Gobierno. Para la estadística : los campesinos de Santiago del Estero eran apenas siete. Seis adultos y una niña. Se imaginan cuando vengan todos....
La escritura del campo Santo Domingo estaban en manos de un especulador que nunca trabajó esa tierra. Fueron entregados en hipoteca para pagar un credito que nunca pagarían. Es muy posible que ese crédito haya formado parte de la maniobra de vaciamiento del Banco Platense que estafó a cientos de ahorristas.
Cuando el martillero bajó el martillo, los productores genuinos que se acercaron al remate estaban en retirada. Ni el mas despistado terrateniente puede pensar que a esas tierra que defenderan 8000 familias organizadas del Mocase, puedan ser una inversión productiva. Seguramente quedaron en mano de la mafia de los remates: la liga de compradores.
Y esa parte de la historia volverá a repetirse. Un banquero complice aceptará las escrituras como aval de un credito que nunca será pagado. Sera una pieza mas del aceitado engranaje para estafar ciclicamente a los ahorristas.
Pero ya no sera lo mismo. El tapiz del pueblo hace sus nudos y perfila sus dibujos. Los miembros de Tupac Amarú
se buscan y reconocen . El rompecabeza popular que contiene todos los saberes y todas las verdades se reconstruye.
El hijo del campesino empujado a una urbanidad indecorosa, alumbra su conciencia en los piquetes y se reconcilia con la tierra en la huerta comunitaria.
Hay un rumor en los montes santiagueños de que no solos los antiguos, las luces buenas y malas, ayudan . Ayudan tambien los hijos que se fueron. Los ríos que regresan.
Guillermo Cieza
RETRUCO
COPA- LA PLATA