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Argentina: La lucha continúa

Confirman la preventiva a Alfredo Fanchiotti

A la cárcel por la cacería La Cámara ratificó la decisión que deja preso al jefe de la represión en Avellaneda. Lo acusa por los homicidios de Kosteki y Santillán.
Fanchiotti fue la cara visible de la represión de junio.

A dos días de que se cumplieran cinco meses de la represión a los piqueteros en Avellaneda, la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora confirmó la prisión preventiva del ex comisario de Avellaneda Alfredo Fanchiotti y de su chofer, Alejandro Acosta, por el asesinato de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán. Están acusados de doble homicidio y doble homicidio en grado de tentativa y, así las cosas, seguirán presos.
La resolución fue adoptada por la Sala III de la Cámara, como confirmación de lo que ya había dispuesto la jueza de Garantías Marisa Salvo. La investigación de la masacre del 26 de junio, que tuvo como base fundamental las fotografías e imágenes televisivas tomadas por los medios y numerosos testimonios de piqueteros, determinó que el disparo que mató a Santillán salió del arma de Acosta, pero la fiscalía de Juan José González consideró que Fanchiotti era responsable por igual porque habían actuado conjuntamente. En el caso de Kosteki, no se terminó de establecer quién ejecutó el disparo mortal, pero sí quedó claro que ambos uniformados al menos le apuntaron. Los cargos por tentativa de homicidio aluden a las heridas sufridas por Aurora Cividino, en Hipólito Yrigoyen y Mitre, y luego por Miguel Angel Paniagua, que estaba a un metro de donde cayó Kosteki a la altura del supermercado Carrefour.
Fanchiotti, que estuvo a cargo del operativo policial de aquella jornada, fue la cara visible de la policía bonaerense en medio del revuelo. Ante las cámaras dijo que los uniformados sólo habían usado balas de goma, algo que repitió ante la Justicia, donde también reprochó al gobernador Felipe Solá haberlo felicitado primero para luego mandarlo a detener. También están procesados el oficial Carlos Quevedo y el cabo Lorenzo Colman por encubrimiento agravado, ya que se les atribuye la limpieza de las pruebas que podían complicar a policías.
La pesquisa ratificó que hubo, efectivamente, una cacería generalizada y premeditada. En ella, un engranaje clave lo constituyeron los policías de la Comisaría 1ª que actuaron vestidos de civil, mezclados entre los manifestantes, tal como reveló este diario. Uno de ellos, el sargento Carlos Leiva, fue identificado disparando balas metálicas en las inmediaciones de plaza Alsina y sigue prófugo, acusado de homicidio, a pesar del tiempo transcurrido. Otro, Mario de la Fuente, jefe de calle de la seccional, fue responsabilizado por encubrimiento y tampoco aparece. "Nosotros presumimos que las fuerzas de seguridad los están apañando", dijo a Página/12 Juan Carlos Giordano, uno de los abogados de Mabel Ruiz, la mamá de Kosteki. Denuncias en el mismo sentido fueron realizadas reiteradas veces por los abogados de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi), que representan a algunos heridos.
Hay un tercer personaje, Francisco Celestino Robledo que intervino deteniendo gente en medio de la protesta a pesar de que dejó su cargo de policía en 1996, según confirmó el Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense. Hay fotos que lo muestran agarrando violentamente del cuello a un piquetero, Edgardo Ferrari, quien luego fue llevado a un descampado y torturado por un grupo de policías. Robledo también anda suelto.
Hace algunas semanas, fueron procesados por violación de domicilio los policías que allanaron ilegalmente el local del Partido Comunista de Avellaneda donde, entre otras barbaridades, le dispararon a Mariano Benítez (Izquierda Unida) una decena de perdigonazos en la cabeza.
Días atrás, la mamá de Kosteki denunció en los tribunales federales al presidente Eduardo Duhalde y al gobernador Solá, "por instigación a cometer delitos, en tanto cabezas de quienes dependen las fuerzas de seguridad", explicó Giordano. Con anterioridad habían denunciado al jefe de Gabinete Alfredo Atanasof, al ministro del Interior Jorge Matzkin y al canciller Carlos Ruckauf. La causa tramita en el juzgado de Jorge Ballestero