"Es fascismo puro"
Susana Vior*.
Es el fascismo puro. Esta idea de establecer un sistema de colimba educativa en la provincia de Buenos Aires es un modo más de profundizar la brecha entre ricos y pobres. Entre las capas medias de la población que tendrán derecho a continuar con el secundario y los sectores pobres a los que se les da, a cambio, un oficio cuando la formación de oficios quedó superada en todo el mundo. Y para entender la profundidad de una iniciativa de estas dimensiones, tomo algo de Figueroa Alcorta de 1909. Hablaba de los pobres y la educación: "Es un hecho establecido por los especialistas –decía– que la instrucción primaria actúa fuera de los cauces naturales: es una fiebre maligna que se apodera de los hijos de las clases trabajadoras, quienes salen de la escuela desdeñando el trabajo y apreciando la vida de superior nivel, a la cual no están preparados". Esto para Alcorta era una desviación, pero ahora está funcionando bajo esta iniciativa. Se está entendiendo la educación como disciplinamiento y no como un proceso de formación que les dé herramientas".
* Profesora de Políticas educativas argentina y comparada en la Universidad Nacional de Luján
Emilio Tenti Fanfani*.
Iniciativa para pobres
Suponiendo que el Ejército cuente con tecnología adecuada para encargarse de enseñar oficios, es necesario entender varios puntos. Entre ellos que el problema de la educación excede el tema de si se tienen o no recursos o tecnología para la enseñanza. Y acá se está planteando una vuelta al servicio militar con el componente de una lógica de internado. Y más aún es un retroceso porque en este caso sería un servicio militar de clase, un paso atrás. Con excepciones, antes se encontraban en el ejército distintas clases sociales. Y ahora se está pensando como una iniciativa para los pobres. Habría qué ver cuál es el componente pedagógico con el que el Ejército va a poder contar. ¿Por qué no se piensa mejor en expandir el sistema de becas que se distribuye entre los jóvenes? Un peligro es que este sistema va a operar con la lógica del internado, un modelo que fue abandonado hace años y ni siquiera se usa en los casos más límites. Bajo ese modelo toda la vida del chico queda convertida en objeto de intervención pedagógico y esto sí coincide con el ideario de disciplinamiento militar pero no con el modelo integral de socialización pedagógica.
* Especialista en políticas educativas
Gustavo Palmieri*.
"Lógica de seguridad"
En primer término este planteo impide una revisión adecuada de la función de un Ejército en una democracia, que es la de ejercer una política de defensa exterior. En segundo lugar, este rol multifacético es uno de los principales obstáculos para la profesionalización y un riesgo además para la democracia. La contracara de esto es la lógica de seguridad que va instalándose en todas las políticas sociales y en este caso en la educación. Es negar la esencia de las políticas escolares en las que el Estado aún no se definió y el Ejército no es un actor del sistema educativo nacional. Darle a la política de educación esta lógica de seguridad es la negación efectiva de la política en términos sociales: es evitar revisar las causas, causas que en su mayor parte están fuera del sistema educativo. Es difícil explicar por qué no se dan becas para consolidar pertenencia. No resulta comprensible por qué el Ejército va a reemplazar al sistema educativo y lo más grave, en todo caso, es que esta iniciativa no provenga de una visión arcaica de funcionarios del Ejército o sea parte de las iniciativas de una corporación con escasez de recursos, sino que la planteen los políticos y funcionarios desde fuera de la institución".
* Director del Programa de Violencia Institucional y Seguridad Ciudadana del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels)