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Argentina: La lucha continúa

Sigue sigue sigue el baile

Por Gervasio Espinosa / SURMEDIA

"Lo bueno si breve dos veces bueno", fue la sentencia de Baltasar Gracián (siglo XVII) que durante años el viejo diario Clarín colocó en su portada. Se le hará mérito (a la sentencia): intríngulis de derecha y de izquierda en la perspectiva semanal.
Brevemente. Duhalde ratificó sus rectificaciones ratificadas con anterioridad y posterioridad a cada una de ellas. Ayer volvió a renunciar a futuro, pero ante el Congreso Nacional que ocupa el edificio del barrio de Congreso: será breve su mandato interino, hasta el próximo 25 de mayo y nada más (por ahora). No dijo nada sobre bueno una o dos veces veces.
Otro Congreso Nacional, que también controla (Duhalde) pero no funcionó en el edificio referido en el párrafo anterior, es decir el (Congreso) del Partido Justcialista, "ordenó" (también ayer) al Consejo Nacional (del Partido, y que en cambio controla Carlos Menem) "suspender" las elecciones internas del 15 de diciembre. Menem aceptaba prorrogarlas hasta una semana desde esa fecha, pero ahora Duhalde resolvió rectificarse, ratificándose, y proponer tentativamente hacerlas en plena canícula: promediando enero. De paso ese Congreso Nacional le avisó a los menemistas del Consejo ya aludido que sus mandatos caducaron y "serán reemplazados" el próximo 29, día de los santos ñoquis.
Ñoquis (o piñas, sin colar, o trompis) podrían entonces darse, para la tribuna, en el Congreso Nacional (el del edificio del barrio de Congreso), si cumpliesen los 40 babaístas de la tropa legislativa en impedir la "gobernabilidad", como vaticinó elípticamente Alí Carlos.
El Adolfo Rodriguez Sáa (así pusieron históricamente el tilde los históricos antecesores del puntano) designó compañero de fórmula, por decisión de un colectivo dirigente de su Movimiento Nacional y Popular, al radical inmediatamente ex radical Melchor Posse. Posse fue cinco veces progresista intendente de San Isidro, un país de Argentina casi tan lindo como Belgrano, otro país, pero de la capital porteña. Hecho el anuncio en la tarde de ayer, la cúpula radical que para no alejarse también deliberó en el barrio de Congreso (no en el edificio del Congreso Nacional), anunció la expulsión de Posse.
La gente quiere votar, dice Duhalde
Mientras tanto, dos encuestas digitales por la internet (propuestas por el diario de la frase de Gracián) revelaron: que entre más de 20 mil internautas que respondieron la consulta el 58,8 por ciento está de acuerdo con la propuesta de Luis Zamora de poner un papelito en la urna que brevemente diga "váyanse". Otro 21,8 por ciento no lo haría, pero le gustaría hacerlo. Solamente 19,4 por ciento de quienes se jugaron con la opinión votarían como Dios y la Constitución (creen) lo demandan: que se queden nomás todos.
Una segunda encuesta digital del mismo diario (el de la frase de Gracián), menos concurrida y que convocó a dos millares y medio de cliqueadores, demuestra que en este mundo de los "conectados a la red", atropellan las huestes digital-piqueteras: el 38,8 por ciento sostiene que únicamente algún tipo de voto o la sumatoria de votos castigo puede parar los intríngulis del aparato justicialista; casi 20 de cada cien tienen la esperanza que lo haga la dupla Rodríguez Sáa-Posse, y 16 de cada cien son bien derechos y humanos: López Murphy es el que mandará parar.
Intríngulis de izquierdas
Luis Zamora propuso participar de las elecciones (si se hacen, rectificando las ratificaciones rectificadas) de marzo venidero sin votar a nadie, es decir votando a nadie, poniendo en las urnas el papelito que más convoca a los piqueteros y asambleístas digitalizados: "váyanse". Lo propuso con un argumento, con un análisis, compartible: las instituciones formales de la república están caducadas de hecho, hay que rehacer todo y sin los que están detentando esas instituciones –palabras más o palabras menos– en representación del establischment, de sus intereses y de su ideología.
Desde la Izquierda Unida (Partido Comunista y Movimiento Socialista de los Trabajadores, Patricio Echegaray y Vilma Ripoll) y el Partido Obrero (Jorge Altamira), más Alicia Castro (peronista combativa del Frente para el Cambio y dirigente sindical de los aeronavegantes), se le critica a Zamora, en un análisis compartible, no participar de la constitución de un polo unitario y convocante para enfrentar al continuismo, desde la perspectiva también del "que se vayan todos" pero jugando en la formalidad, generando poder en la arena electoral.
La que no aparece (en acelerada construcción) para compartir es una propuesta racional y humanista, política, popular, científica y por qué no revolucionaria: qué hacer (qué sociedad, qué economía, qué política, qué países y con qué estados...).
Continuarán en la semana las ratificaciones y rectificaciones.