Nuestro Planeta
|
14 de febrero del 2003
EE.UU: Una nueva etapa en la guerra contra los derechos de la mujer
¿Tú de qué lado estás?
Sharon Smith
CounterPunch
Traducido para Rebelión por Tatiana de la O
La cálida acogida que dio George W. Bush a la multitud de manifestantes antiabortistas que se concentraron en Washington D.C. el 22 de enero - 30º aniversario de la legalización del aborto en EE.UU. - marcó el recrudecimiento de una guerra contra los derechos de la mujer que comenzó el primer día de su mandato..
Como primer acto de gobierno, en 2001, inició un ataque general al derecho al aborto reimponiendo la norma "mordaza" de la época de Reagan - anulada por Bill Clinton - que prohíbe financiar con fondos del estado a las agencias de planificación familiar si mencionan el aborto en las consultas, incluso cuando utilicen sus propios fondos para hacerlo..
El año pasado el gobierno de Bush quitó el apoyo de EE.UU. a la Convención de las Naciones Unidas sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer. Y Bush bloqueó en julio pasado 34 millones de dólares de subvenciones estadounidenses - previamente aprobadas por el Parlamento - para el Fondo de las Naciones Unidas para Actividades en Materia de Población (FNUP), una agencia que no facilita el aborto sino que da cuidados médicos de maternidad a mujeres pobres que no tienen acceso a los hospitales. El FNUP da equipos de parto de emergencia a las mujeres afganas, que tienen una de las tasas de mortalidad materna más altas del mundo; las mismas mujeres que Bush alegó estar "liberando" el año pasado..
Las mujeres pobres sufren también dentro de EE.UU. La mayoría de los estados rechazan el pago a través de la Seguridad Social de casi todos los abortos de las mujeres pobres, sin importarles que tengan cáncer o diabetes..
Por debajo de su retórica acerca del conservadorismo compasivo, Bush es un derechista rabioso, ansioso por complacer a sus seguidores de la Derecha Cristiana. Tiene planeado firmar una ley con nuevas restricciones al aborto en los próximos meses - comenzando con la prohibición de los abortos tardíos ya aprobada por la Cámara, y la prohibición de "transportar a una menor a otro estado" para obtener un aborto. Bush no ha ocultado que su objetivo final es anular la histórica decisión de la Corte Suprema de 1973, Roe v. Wade, que legalizó el aborto..
Pero el gobierno se enfrenta a un grave obstáculo al hacerlo: una gran mayoría de los estadounidenses quieren que el aborto siga siendo legal. Esto no es raro, teniendo en cuenta que un tercio las mujeres estadounidenses se realizarán un aborto antes de los 45 años..
Lo que falta, sin embargo, es un movimiento que pueda canalizar a la mayoría pro abortista y convertirla en una fuerza luchadora que defienda el derecho al aborto. Las organizaciones que defienden el derecho a la elección, como la Liga Nacional de Acción por los Derechos Abortivos y Reproductivos (NARAL por sus siglas en inglés), han abandonado este punto hace tiempo. De hecho, NARAL ya se ha embarcado en una campaña multimillonaria para elegir a un presidente que esté a favor de la legalización del aborto en el 2004, y ha cambiado su nombre a NARAL Pro-Choice América para subrayarlo..
Cuando miles de manifestantes antiabortistas se reunieron en Washington el 22 de enero, los organizadores de NARAL estaban demasiado ocupados para organizar una manifestación a favor del aborto: estaban organizando una costosa cena para los partidarios de la candidatura presidencial demócrata..
Esa misma semana, el New York Times divulgó una nota de opinión firmada por dos activistas, uno a favor y otro en contra del aborto, llamada "El derecho a estar de acuerdo". Los autores decían que aquellos que estaban en ambos lados del tema del aborto deberían abandonar "viejas" y "cansadas" posturas y trabajar juntos en temas en los que estuvieran de acuerdo, como promover la abstinencia. Aunque los programas de abstinencia son parte integral de la agenda de la Derecha Cristiana, que aspira a volver atrás el reloj en los derechos de la mujer..
El Washington Post documentó recientemente el tipo de "moralidad" promovido por un "educador" para la abstinencia en Lubbock, Texas: "¿Acaso este condón protegerá tu reputación?" advirtió un hombre de mediana edad a un auditorio de alumnos de octavo grado. "Seguirás siendo conocida como una zorra". El movimiento pro abortista debería estar luchando contra todo lo que defiende la Derecha Cristiana en lugar de buscar desesperadamente acuerdos para tratar de ganar los votos de los demócratas..
Las manifestaciones masivas fueron parte del movimiento por la liberación de la mujer que logró la legalización del aborto en 1973. En ese momento, otro ferviente derechista, Richard Nixon, estaba ocupando la Casa Blanca, y la Corte Suprema estaba llena de miembros conservadores. Lejos de estar "viejo" o "cansado", un movimiento pro abortista claro y seguro es exactamente lo que hace falta..
10 de febrero de 2003