1 de julio del 2003
Además ha aumentado la pobreza y el narcotráfico
Amnistía Internacional denuncia que las condiciones de seguridad en Afganistán se han deteriorado durante 2003
Pascual Serrano
Rebelión
A pesar del tiempo transcurrido desde la supuesta "liberación" de Afganistán por el ejército de EEUU, Amnistía Internacional ha anunciado el pasado 23 de junio que "las condiciones de seguridad se han deteriorado constantemente en todo Afganistán durante 2003 y no se puede afirmar que hayan variado de manera fundamental, duradera y efectiva".
En un informe titulado Afghanistan: Out of sight, out of mind: The fate of the Afghan returnees (1), Amnistía Internacional expresa su preocupación por la imposibilidad, en la condiciones actuales, del regreso sostenido de muchos refugiados y desplazados internos a su lugar de origen o al destino que elijan, imposibilidad que está provocando miseria y una nueva espiral de desplazamientos.
"El regreso sostenido se ve también obstaculizado por la falta de suficiente ayuda humanitaria y asistencia para la reconstrucción por parte de la comunidad internacional -ha añadido la organización-. Es preciso poner remedio a esta situación y no permitir que se elimine una vez más a Afganistán de la agenda internacional".
Asimismo, Amnistía Internacional ha explicado que, "la situación se ve exacerbada por el hecho de que gran número de regresos se estén produciendo en circunstancias que distan mucho de ser voluntarias".
Ello no parece que preocupe a los países ricos como lo demuestra que naciones como el Reino Unidos y Australia, han dado a entender también que están dispuestos a devolver a los solicitantes de asilo y los refugiados afganos, lo que califica de Amnistía Internacional de "motivo de gran preocupación".
No es la primera vez que llegan informaciones alarmantes sobre la situación en Afganistán tras la intervención militar. El pasado verano UNICEF afirmaba que uno de cada dos niños sufría de malnutrición y la Redd Barna (institución no gubernamental cuya traducción al español es: Salven a los niños) aseguraba que el 25% de la población infantil afgana no llegaría a la edad adolescente.
Pero no es solamente la seguridad y las condiciones de los refugiados lo que ha empeorado tras la intervención militar en EEUU. Ya a finales del pasado año, las NNUU reconocían que Afganistán volvía a situarse ese año como el principal proveedor mundial de opio con un incremento en su producción, 18 veces mayor desde la caída del régimen talibán.
La alarmante conclusión formaba parte de un informe que la Oficina para el control de drogas y prevención del delito de Naciones Unidas hizo público en noviembre del 2002 en Roma. Su director ejecutivo, Antonio María Costa dijo durante una conferencia ofrecida en la capital italiana que no se debe culpar a las actuales autoridades afganas, sino que esto se produjo "durante el total colapso de la ley y el orden en el otoño de 2001".
Hasta entonces, y debido a la prohibición al cultivo de amapolas impuesta por los talibanes, por primera vez la producción de la materia prima de la heroína había logrado reducirse a 185 toneladas. Pero tras la operación militar liderada por Estados Unidos que derrocó del poder al movimiento islámico ortodoxo, las cifras se elevaron a 3.400 toneladas en 2002.
Todo parece indicar que se cumplen las peores previsiones de quienes afirmaron que la guerra en Afganistán no respondía al interés por mejorar las condiciones de vida de los habitantes y sólo traería más pobreza y muerte. Dos años después, desde las Naciones Unidas a las organizaciones de Derechos Humanos o humanitarias confirman que ha aumentado la inseguridad, la violencia, la pobreza y el narcotráfico. Un triste resultado para las guerras de liberación lideradas por EEUU.
Informe completo (en inglés) en: http://web.amnesty.org/library/index/engasa110142003