La aberración del cristianismo sionista
P. Luis Barrios
Yo soy fiel creyente de que los asesinatos selectivos y los bombardeos indiscriminados del gobierno de Israel contra la población civil Palestina son acciones terroristas. De la misma manera, también creo que, los asesinatos de ciudadanos/as civiles israelitas por grupos palestinos son acciones terroristas, que cuestionan la calidad y el compromiso revolucionario de un movimiento de liberación. Me parece, como punto de partida, que un análisis que utilice el sentido común nos puede ayudar a comenzar a resolver este asunto, partiendo de la creencia de que esta situación es compleja. Israel tiene todo el derecho a existir como un estado independiente y soberano, y toda política anti-judía o anti-israelita debe ser condenada. Debemos entender que cualquier idea o acción de eliminar a Israel como pueblo libre y soberano, es una actividad terrorista. O sea, condeno el anti-semitismo.
Pero por otro lado, la realidad nos demuestra que tenemos a un país, Palestina, ocupado militarmente por Israel hace 35 años. Israel le controla todo: los recursos de agua potable; dónde pueden construir viviendas; en dónde pueden comprar; cuándo ir a sus lugares de adoración, a los centros de servicios médicos, a los centros de trabajo, a los centros educativos. O sea, para que el pueblo palestino pueda moverse en ciertos lugares -en su propio territorio- tiene que pedir permiso al gobierno de Israel. Un ejemplo denigrante son los puntos de inspecciones israelitas, los cuales tienen como intención el humillar, mortificar, rebajar, denigrar, deshonrar y ofender al pueblo palestino.
Estas acciones son parte de la guerra sucia, colonialista e imperialista de Israel. Además de todo este espectáculo opresor, cuantas veces a Israel se le antoja, invade los territorios palestinos, mistificando sus crímenes de guerra e idolatrando su pillaje. La penosa realidad es que Israel tiene una ocupación militar, económica, política, y cultural contra el pueblo de Palestina.
Yo me pregunto, ¿qué se supone que el pueblo de Palestina haga ante semejante terrorismo? Por esto, la necesidad de reconocer que Palestina es un pueblo que sigue luchando por su descolonización e independencia. Toda esta realidad tan alarmante nos puede dar una idea del porqué Israel, junto a Estados Unidos, por un lado se oponían a la creación de la Corte Penal Internacional y por otro lado luego de ser aprobada solicitan privilegios especiales como lo es la inmunidad. La realidad es que el gobierno de Israel, como el de Estados Unidos, está cometiendo exactamente los crímenes que esta Corte tiene intención de juzgar: crímenes de genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y crímenes de agresión.
Me atrevo a decir, sin temor a equivocarme, que este Israel, es lo que es, sólo porque el gobierno de Estados Unidos le sigue militarizando, dolarizando, protegiendo, apoyando y tolerando en su genocidio contra el pueblo Palestino. Cabe la salvedad decir que, prácticamente, esta guerra racista, genocida y de exterminio contra el pueblo Palestino es realizada por un gobierno -controlado por sectarios/as israelitas-judíos/as- que no representa a todo el pueblo de Israel. Este gobierno terrorista, dirigido por Ariel Sharon, sigue promoviendo la limpieza étnica contra Palestina justificada por la ideología opresora del sionismo.
Para validar estas acciones terroristas de Israel contra el pueblo de Palestina, los medios de comunicación y el gobierno de Estados Unidos, le ofrecen un apoyo incondicional al gobierno de Israel. Así podemos darnos cuenta de que la campaña ignominiosa de desinformación, verdades a medias y el mercadear la imagen ideológica del "Israel víctima" y de "Palestina terrorista", sigue siendo la propaganda del lavado de cerebro. Esta al extremo de que en la actualidad el holocausto judío se ha convertido en un producto para mercadear una ideología de opresión y exclusión contra el pueblo de Palestina y también contra quienes critiquen a Israel. Esta construcción socio-política de la comunicación, es manipuladora y la misma responde a los intereses de la clase dominante aquí en Estados Unidos, muy particularmente a los intereses de este capitalismo neo-liberal y corporativo que se nutre del expansionismo. En Estados Unidos, los/as Judíos/as son el grupo "minoritario" más poderoso, más rico y más influyente en su cabildeo político.
Este grupo tiene tanto poder que pone a bailar al son de su música a la Rama Legislativa y a la Rama Ejecutiva.
La censura es tan alarmante que la ideología practicada por el sionismo-estadounidense, más allá de controlar -a la mayoría de los medios de comunicación- no permite ni tolera que critiquen al gobierno de Israel. Los paralelos son increíbles, toda crítica contra Israel se cataloga como "anti-semitista" y toda crítica contra Estados Unidos como "anti-americana", "anti-patriótica" o "de personas mal agradecidas". La censura impuesta por estos grupos y la auto-censura que se han impuesto quienes tienen una obligación de denunciar, deben ser condenadas como prácticas antidemocráticas que promueven el terrorismo político. A todo esto se le agrega la ideología de la derecha religiosa del cristo-centrismo, que -dentro de su fundamentalismo- por un lado, también cree que Israel es el pueblo escogido de Dios, y por otro, que la segunda venida de Jesucristo será en Israel. Dentro de este fanatismo, existen unos grupos protestantes que se identifican como "cristianos/as-sionistas", quienes -al igual que los grupos sionistas- sostienen la tesis errónea de que en la Biblia, Sión es sinónimo de una tierra que por voluntad divina fue dada al pueblo de Dios, o sea, a Israel. Por tal razón, estas personas no sólo promueven el apoyo incondicional al gobierno de Israel, sino también su protección incondicional. En este momento, esta alianza, entre judíos/as sionistas y la derecha cristiana, es la que prácticamente está moviendo la agenda que tolera y beneficia a Israel.
Esta agenda genocida contra el pueblo de Palestina tiene que ser denunciada, condenada y rechazada como una aberración del cristianismo estadounidense.
Comprendamos que en la práctica actual tanto el sionismo judío como el sionismo estadounidense son sinónimos de expansionismo, imperialismo, colonialismo y genocidio. A mi me parece que la raíz del problema está en resolver el asunto de los territorios ocupados y no en solo pedirle a los grupos palestinos que cesen sus acciones de violencia contra Israel. Israel debe entregar todos al pueblo de Palestina todos los territorios ocupados y permitir el que ellos/as logren su descolonización e independencia dándole formación al Estado Palestino. Paz con justicia.
P. Luis Barrios Iglesia San Romero de Las Américas New York, New York Lbarrios@jjay.cuny.edu 19 de junio de 2003