Sharon promete que ningún refugiado palestino regresará
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, fue abucheado y silbado al entrar en la sala donde se iba a celebrar una convención del Likud para analizar la «hoja de ruta», por el ala ultraortodoxa y nazi del partido, que también exhibió pancartas contra el primer ministro.
Los ultraortodoxos se sienten traicionado por las «concesiones» que Sharon hizo en Aqaba, donde en realidad no hizo ninguna.
Al canto de «Dos riberas tiene el (río) Jordán, esta es nuestra y la otra también», himno de los colonialistas judíos antes de 1948, los ultraderechistas exhibieron ante Sharon una ideología intransigente que reivindica el territorio de Cisjordania y del actual reino de Jordania para el Estado de Israel.
El ministro de Agricultura, Israel Katz, respaldado por halcones como Uzi Landau y Benjamín Netanayhu, propusieron a Sharon un borrador de cinco puntos que exige mantener la soberanía israelí sobre toda Jerusalén; reforzar la actividad de las colonias en Cisjordania y Gaza y seguir con el control del valle del Jordán.
No hubo acuerdo, pero el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, aseguró que «no cederemos nunca Jerusalén, indivisible, ni el valle del Jordán». «Esto es una guerra para defender nuestra casa, y en esta guerra venceremos», agregó Mofaz, quien matizó: «yo también debo confesar que tengo serias dudas sobre el proceso de Aqaba».
El punto final lo puso Sharon, que prometió que ningún refugiado palestino regresará a su casa, además de seguridad y la victoria. Powell pide a Arafat un papel constructivo Colin Powel, que antes de la reunión de Aqaba pidió a Yaser Arafat que se alejara del proceso, pidió ayer al líder palestino «que haga más esfuerzos en favor del proceso de paz». Arafat «tiene que desempeñar un papel más positivo del que ha desempeñado en días recientes o en los últimos años», afirmó Powell, que también señaló que Arafat «aún es el presidente de la ANP, lo reconozco, y tiene un lugar en la mente y en los corazones del pueblo palestino». Powell pidió a Arafat que ayude a su hombre, Abbas. -