12 de junio del 2003
R. D. Del Congo: Occidente envía ¿Fuerzas Armadas de paz?
José García Botía
Comité de Solidaridad con el África Negra. www.umoya.org
Los que somos admiradores de Gandhi y pensamos que la no-violencia es
hoy día el mejor camino que pueden seguir las naciones para obtener una
paz real, más de una vez nos han preguntado cómo se podía
enfrentar la humanidad ante un genocida como Hitler, sabiendo el exterminio
que estaba haciendo con el pueblo judío, si no era militarmente. ¿Qué
alternativa propone la no-violencia? ¿Haberse dejado matar por los nazis? Pues
bien, hoy día nos enfrentamos ante un caso similar en la República
Democrática del Congo (R.D.C.). La situación en Ituri, al este
de la R.D.C. es extremadamente grave, límite. Se corre el riesgo de que
miles y miles de personas mueran como consecuencia de una guerra cruel y sangrienta
en un breve plazo de tiempo. Quienes tenemos contactos directos con amigos,
asociaciones, organizaciones de derechos humanos, misioneros... presentes en
la zona, a lo largo de su extenso este, o simplemente en el Congo, vemos como
no dejan de suplicarnos y pedirnos auxilio diariamente. En el este del Congo
el pueblo dice ya no poder aguantar más sufrimiento. Nos comunican que
ya no les quedan lágrimas para llorar más hijos, familiares, amigos
o vecinos muertos. Aldeas enteras son quemadas. Los militares de uno u otro
bando roban continuamente la comida y todo lo que tenga algún valor.
La gente ya no cultiva pues las cosechas se las quedan los diferentes bandos
armados. El acoso es continuo. La situación de salir huyendo a donde
sea; frecuente. Los asesinatos, las matanzas en masa, las violaciones a las
mujeres... Las muertes por hambre, por enfermedades derivadas de la malnutrición
o que podrían haber sido curadas fácilmente con medicinas, se
cuentan por miles. La gente dice que ya no puede más. Son ya casi 5 años
en esta situación y el pueblo teme que finalmente los maten a todos ante
la pasividad de la Comunidad Internacional. Se preguntan por qué ante
la guerra de Irak los movimientos sociales de todo el mundo se manifestaron
tan ampliamente en contra, y sin embargo ante la guerra que ellos sufren sólo
hay silencio y desconocimiento. Si la gente se manifestaba para evitar una matanza
del pueblo iraquí ¿por qué no hace lo mismo por el pueblo congoleño?
Nosotros llevamos ya 3'5 millones de muertos ¿Acaso no son ya suficientes? La
guerra de Irak era por el control del petróleo. ¿Acaso la nuestra no
es por el control de las inmensas riquezas mineras que hay bajo nuestro suelo?
Numerosos testimonios nos reiteran que ya no pueden más y nos piden que
presionemos donde haga falta para que la "Comunidad Internacional" envíe
un ejército de pacificación a la zona para terminar con este infierno.
Y ahora, a principios de junio, la Unión Europea ha decidido enviar "tropas
de pacificación" a la zona. Desde una postura de la no-violencia ¿se
está a favor o en contra del envío de estas tropas? He de reconocer
personalmente que no tengo propuesta alternativa a ello. ¿Permitir que se lleguen
a los 5 ó 10 millones de muertos? Si las cosas siguen tal como van es
lo más probable.
Si embargo tampoco quedo tranquilo diciendo un sí a las "fuerzas armadas
de paz". Mi impresión es como si la "Comunidad Internacional" hubiera
estado mirando desde el principio el incendio y hubiera esperado a que las llamas
se apoderen totalmente de la casa para empezar a actuar.
En agosto de 1998 Uganda, Ruanda y Burundi invaden el este de la R.D.C. Las
atrocidades cometidas por los ejércitos invasores y sus respectivos grupos
locales aliados pronto empiezan a denunciarse. La otra actividad de estas tropas
es el saqueo de los recursos naturales del Congo, en donde destacan por su gran
valor y abundancia el oro, el diamante y el coltán. Estos minerales,
usurpados al país invadido, son exportados y blanqueados a través
de importantes redes de poder. La ONU decide enviar un "Grupo de Expertos" para
que evalúe la situación en la R.D.C. Hasta la fecha este Grupo
ha emitido tres informes: el 12 de abril de 2001 el S/2001/357; el 13 de noviembre
de 2001 el S/2001/1072; y el 16 de octubre de 2002 el S/2002/1146 (todos ellos
disponibles en castellano en la página web de la ONU: ). En estos informes
queda totalmente claro que esta guerra se mantiene gracias a que todos los grupos
armados se dedican con afán al saqueo de estos y otros recursos naturales.
Uganda y Ruanda se convierten en importantes exportadores de oro, diamantes
y coltán, aún cuando en su suelo no hay alguno de estos minerales
o lo hay a nivel menor. En estos informes, además, se elaboran propuestas
para acabar con la guerra, propuestas no bélicas y lo que es más
importante, propuestas que están en relación con las causas del
conflicto. Entre muchas otras:
- Que el Consejo de Seguridad de la ONU decretara un embargo temporal sobre
la importación y exportación de coltán, niobio, pirocloro,
casiterita, madera, oro y diamantes de/a Ruanda, Uganda y Burundi, sancionando
tanto a los países como a las empresas que incumplieran con el embargo.
- La congelación de los activos financieros de los movimientos rebeldes
(aliados de los países invasores) y sus líderes, y de las empresas
y personas que participen en la explotación ilegal de los recursos naturales
de la R.D.C. (y los informes proporcionan un listado amplio y documentado de
estas empresas).
- Que el Consejo de Seguridad decretara un embargo inmediato sobre el armamento
y material militar proporcionado a los grupos rebeldes y que se estudiara la
posibilidad de ampliarlo a los Estados que apoyen o ayuden a dichos grupos.
- Que el Consejo de Seguridad suspendiera toda cooperación militar con
los Estados cuyas fuerzas militares estén presentes en la R.D.C. atentando
contra su soberanía.
- Que se deje de sostener la balanza de pagos de los países de la región
que intervienen en la explotación ilegal.
- Que el Banco Mundial y el FMI. consideren la posibilidad de retirar su apoyo
a los presupuestos de estos países.
- Que se estableciera un proceso de certificación de origen del diamante.
- Que el Consejo de Seguridad estableciera un mecanismo internacional encargado
de investigar y procesar a las personas y empresas culpables de delitos económicos.
- Que se creara un órgano independiente encargado de investigar el tráfico
ilícito de los recursos naturales en los conflictos armados.
- Que los gobiernos de los países de los individuos y empresas implicadas
en la explotación ilegal de los recursos naturales de la R.D.C. regulen
y sancionen a estos traficantes ilegales.
Estas medidas, propuestas hace ya tiempo, de haber sido tomadas correctamente
podrían haber acabado con la guerra a medio plazo, posiblemente ya. Además
habrían evitado que importantes redes internacionales de corrupción
siguieran participando y enriqueciéndose en el largo y variado camino
por el que transitan ilegalmente estos minerales hasta llegar a los países
occidentales. El último de los tres informes citados anteriormente estudia
este tránsito y menciona un amplio número de personas, organizaciones
y empresas que participan en él.
Los gobiernos de los países de la "sociedad del bienestar" simplemente
han dejado que sus empresas participen en este tráfico ilegal y red de
corrupción, pues siempre sale más barata la mercancía procedente
de un robo que la comprada adecuadamente. Por otra parte ¿qué habría
ocurrido de decretarse el embargo propuesto por el grupo de Expertos de la ONU
sobre el coltán? Aunque hubiera sido una baza importante para la paz,
presenta una dificultad: las mayores reservas mundiales (¿del 70% al 80%?) de
este mineral están precisamente en el este del Congo, y su demanda ha
aumentado muchísimo en los últimos años debido a que el
tántalo presente en él es necesario para la fabricación
de teléfonos móviles (entre otros artículos de la industria
microelectrónica) ¿Cómo habría afectado al mercado de la
telefonía móvil el que se cortara de repente el grifo del coltán
del Congo? Así pues, la situación en el este del Congo es humanitariamente
hablando de gravedad extrema, pero ¿por qué se ha esperado a llegar a
esta situación cuando había medios para haber acabado con ella
antes? ¿Por qué se habla ahora del envío de tropas como única
solución y no se habla de las anteriores medidas propuestas por los Grupos
de Expertos? ¿Qué pasa con las redes implicadas en el tráfico
ilegal? ¿Y con las multinacionales europeas, africanas, asiáticas y norteamericanas
implicadas? Si las medidas a adoptar sólo consisten en enviar soldados,
aunque pacifiquen la zona, olerá extraño. Por lo pronto el Presidente
de Ruanda ha proclamado que los soldados que envíe Francia serán
considerados como enemigos por sus tropas (en recuerdo de la operación
turquesa con los refugiados hutus en el este del antiguo Zaire en 1994).