PALESTINA
·«Nos marcan como objetivo militar, como hicieron en Irak», denuncia un solidario vasco desde Ramala
Tel Aviv ha anunciado oficialmente que a partir de ahora impedirá que extranjeros que viajan a los territorios ocupados a proteger al pueblo palestino puedan entrar a Israel, Gaza o Cisjordania. En un mes, tres internacionalistas extranjeros, un británico y dos estadounidenses, han sido muertos o gravemente heridos por los soldados de Israel. Pertenecían al Movimiento de Solidaridad Internacional (MSI), grupo que intenta frenar de manera pacífica la acción del Ejército israelí. Varios vascos han colaborado con dicho movimiento y dos de ellos se encuentran actualmente en Ramala.
Israel anunció ayer que impedirá a partir de ahora la entrada de personas procedentes de otros países y expulsará al menos a una decena que se encuentran actualmente en territorio israelí, en Cisjordania o en Gaza.
Estas medidas responden, según medios oficiales, a un nuevo plan elaborado por el Ejército y los ministerios de Defensa y Exteriores. La mayoría de los internacionalistas que tratan de proteger al pueblo palestino proceden de Europa, Canadá y EEUU y pertenecen al Movimiento de Solidaridad Internacional (MSI).
Jon García, de Arrigorriaga, y Joseba Larrondo, de Bilbo, son los dos vascos que en estos momentos se hallan en los territorios ocupados. El primero, estudiante de 24 años y trabajador en una granja-escuela, señalaba ayer desde Ramala que no han sido informados al respecto y que tienen la intención de continuar desarrollando su labor. «Nos están marcando como objetivo militar, como hicieron con los brigadistas en Irak -ha declarado a GARA-. Quiero decirles que aquí seguiremos, que no nos van a echar, que vengan a por nosotros si tienen que venir».
Larrondo, de 28 años, actualmente en el paro y colaborador de una asociación de cooperación, tenía previsto haber regresado ya a Euskal Herria, pero una huelga en el sector público israelí se lo ha impedido por el momento.
La nota oficial israelí difundida ayer señala que estos internacionalistas sirven a modo de escudos humanos a los palestinos y sus hogares durante las constantes incursiones militares del Ejército de Israel en ciudades, aldeas y campos de refugiados. Asimismo, «los pacifistas extranjeros participan con frecuencia en manifestaciones contra los soldados y les ayudan -a los palestinos- a cruzar los puestos de control militares».
Hace dos meses, la estadounidense Rachel Corrie perdía la vida al ser aplastada por un excavadora israelí mientras trataba de impedir que demolieran una casa palestina en la franja de Gaza. Sus compañeros acusaron al soldado que conducía el vehículo pesado de haberla matado deliberadamente. El Ejército decidió no procesar al conductor. En otros dos casos recientes, activistas extranjeros han resultado gravemente heridos por disparos israelíes.
La nota israelí también indica que los dos kamikazes que trataron de inmolarse el miércoles en Tel Aviv (uno de ellos terminó huyendo) habían participado previamente en una manifestación «de carácter pacifista en la franja de Gaza, lo que habría disparado la alarma entre los organismos de seguridad», según recogió la agencia Efe.
El Ejército israelí acusa a los internacionalistas de ser unos «provocadores» y de «incitar a los enfrentamientos que deliberadamente interfieren con las actividades militares, con el objeto de ensombrecer la imagen de Israel». Para completar la criminalización pretendida, «fuentes militares indicaron que en uno de los casos descubrieron a un terrorista buscado por los organismos de seguridad que había sido escondido por un activistas del MSI en Jenin».
El Ejército y el Ministerio de Exteriores dicen temer, en lo que más parece un anuncio que otra cosa, «que otros ciudadanos extranjeros resulten muertos o heridos por el Ejército si se permite que sigan las actividades del MSI».
Por el momento, García y Larrondo continúan en Ramala, desarrollando la misma labor que otros vascos en los últimos meses. Durante estas semanas han tratado de proteger a viviendas amenazadas de derribo en Hebrón; a las nueve familias que intentan recuperar la población de Janum, abandonada en su día por las agresiones de los colonos; a los vecinos de Tulkarem atrapados por los ocupantes en sus controles y a los niños que protestan en la calle contra la ocupación. Jon GARCIA | Brigadista vasco en Palestina Nos quieren echar de aquí para que no salga a la luz la verdad del genocidio, quieren aislar a este pueblo para masacrarlo a sus anchas». Es la interpretación de Jon García en torno al anuncio israelí de que no permitirá que internacionalistas lleguen a Palestina.
-¿En estos 15 días, le ha sorprendido algo o ha hallado lo que esperaba? Esto es mucho peor que lo que esperaba. Tenía una idea de que aquí se estaba produciendo un genocidio, pero vienes y te das cuenta a qué magnitud llega la salvajada.
-¿Qué ciudad le ha parecido que padece la situación más extrema? En todas es igual de deprimente. La vivencia personal varía según la labor que hemos hecho en cada una.
-¿Por dónde empezaron? Por Hebrón. Estuvimos tres días para relevar a otra brigada en casas que colindan con una colonia y que estaban sufriendo disparos de colonos y del Ejército. Los soldados entraban en las casas incluso estando nosotros.
Llegan a encañonar a chavales de siete años.
-De Hebrón, ¿a Janum? Acompañamos a los vecinos en su labor cotidiana de día y, de noche, hicimos rondas por el pueblo para evitar que bajen los judíos de la colonia y les corten el agua, la luz... Estando nosotros una vez bajaron, pero al ser detectados se fueron. Pero no es nada seguro, porque si el Ejército israelí es nazi, los colonos lo son más y si se les cruza el cable no dudan en disparar a matar.
-En Tulkarem, toque de queda.
En la zona de Tulkarem y Nablús, la media es de un muerto o de un detenido al día. Llegan a torturar a niños que van a la escuela. Se ha vuelto práctica habitual que, en las entradas de las escuelas, les detengan y torturen, les dejen marcas y los manden a la escuela para que el resto de compañeros vea lo que son capaces de hacer; es para asustar a la población.
Nos han contado que entran en campos de refugiados y empiezan a disparar a los niños por pura diversión.
-¿Qué opiniones han recogido en torno al nuevo Gobierno palestino y la llamada Hoja de Ruta? La gente dice que Abu Mazen es un títere de EEUU que no traerá ni paz ni nada. Las represalias, los asesinatos de Gaza y Nablús, de Kalkilia.. son la respuesta de Israel al proceso de paz. La paz de Israel es la paz del genocidio del pueblo palestino, y punto. No admiten otra razón.
-En algunos medios se les acusa de apoyar a «terroristas».
Nosotros no estamos apoyando más que al pueblo palestino. Las acciones armadas que pueda hacer este pueblo son una simple pataleta que no justifica la acción militar de los israelíes. -
Jose Angel ORIA.