Sábado, 17 de Mayo de 2003.
Posibles ataques en Uganda, Etiopía, Tanzania, Somalia, Eritrea y Djibuti, alerta Londres.
El consulado de Bélgica, la Alianza Israelita, el hotel Safir y la Casa de España, los objetivos.
Marroquíes, la mayoría de las víctimas; en los bombazos se inmolaron al menos 10 atacantes.
AFP, DPA Y REUTERSI.
Casablanca, 16 de mayo. Unas 31 personas murieron y 60 resultaron heridas en cuatro atentados, tres de ellos con coches bomba, la noche de este viernes en Casablanca, ca-pital financiera de Marruecos.
Tres coches bomba estallaron frente del consulado de Bélgica, en la Alianza Israelita y en el hotel Safir; además, una bomba explotó en la Casa de España, matando a dos policías y un guardia que aseguraban su custodia, precisó la agencia oficial marroquí Map.
Esta noche aún se manejaban cifras confusas, pues se hablaba también de 20 o 24 muertos, si bien el número de heridos coincidía en la mayoría de las fuentes.
Por lo menos hubo 10 atacantes suicidas en la ola de atentados, reveló el ministro del Interior ma-rroquí, Mostafa Sahel, quien atribuyó las explosiones al "terrorismo internacional". La acción "más le-tal" se produjo contra la Casa de España "y la mayor parte de las víctimas son marroquíes", precisó.
La policía detuvo a tres sospechosos, incluyendo un kamikaze herido, todos marroquíes.
El rey Muhamed VI "ordenó el despliegue de un sistema de evacuación de heridos", refirió el Mi-nisterio del Interior marroquí. Asimismo, las autoridades instalaron puestos de mando en la sede de la prefectura de la ciudad y en el Ministerio del Interior, en Rabat.
Fuentes coincidentes dieron par-te de explosiones en al menos siete puntos de Casablanca. Aparte de los señalados por la agencia marroquí, se reportaron tres deflagraciones cerca de la zona costera.
Amenaza evidente.
Hasta el momento ninguna organización se ha atribuido los hechos. Curiosamente, horas antes de los atentados, Gran Bretaña alertaba contra "una amenaza terrorista evidente" en seis países africanos, en-tre los cuales no figuraba Marruecos, sólo Uganda, Etiopía, Tanzania, Somalia, Eritrea y Djibuti.
En vista de esto, el gobierno de Londres ya había ordenado la cancelación de todos los vuelos británicos con origen o destino a Kenia.
La bomba en la Casa de España, cerca del Centro Cultural Español, explotó en un restaurante frecuentado por occidentales, según informó la corresponsal de la cadena Cope, Cristina Deiros. De acuerdo con Reuters, esta explosión no fue provocada por un coche bomba.
El jefe de prensa de la embajada de España en Marruecos, Ramón Iribarren, aseguró que hay "caos en Casablanca", desde que se registraran las explosiones en distintos puntos de la ciudad, al referirse al uso de coches bomba y "también al lanzamiento de granadas", precisó.
Iribarren explicó que el cónsul español está en el lugar de los he-chos "tratando de informarse de lo sucedido pero hasta ahora no ha podido acceder al edificio", informó la agencia Europa Press. La co-lonia española en ese país africano es de unas 2 mil personas.
El vocero del Ministerio de Exteriores belga, Didier Seeuws, declaró que el consulado de su país en Marruecos resultó severamente da-ñado, indicó que dos policías mu-rieron a las afueras del inmueble y un guardia de seguridad fue hospitalizado debido a sus heridas, refirió la BBC en su edición digital.
Un vocero del Consejo de Co-munidades Israelitas de Marruecos declaró a CNN que el local fue uno de los objetivos del atentado pero que estaba vacío en el momento de las explosiones.
"El lugar estaba cerrado a causa del Shabat, pero las puertas, ventanas y el techo están destruidos", señaló la fuente. De los escombros de la alianza israelita se retiraron los cuerpos de dos terroristas suicidas, señalaron testigos a Afp.
El atentado contra el hotel Farah Safir también habría sido obra de un suicida que activó una bomba que llevaba consigo cuando un portero trataba de impedirle el ac-ceso al establecimiento, indicó un testigo, citado por Afp.
El periodista marroquí Aboubakr Jammal declaró a la BBC que "hay cuerpos por todas partes", y que un reportero informó que el principal hospital de Casablanca está lleno de heridos, muchos de los cuales presentan graves quemaduras.
Mutismo estadunidense.
En Washington, oficiales del go-bierno estadunidense señalaron que siguen de cerca el desarrollo de los acontecimientos en Marruecos: "La Casa Blanca se encuentra mo-nitoreando la situación, pero es aún muy pronto para hacer comentarios", indicó un oficial que exigió mantener el anonimato.
Casablanca está cien kilómetros al sur de Rabat, y tiene una población de 3 millones de personas, la mayoría musulmanes sunitas.
Estos hechos ocurrieron en mo-mentos en que Londres alertaba contra "una amenaza terrorista evidente" en seis países de Africa del este, y después de cancelar el jueves todos los vuelos británicos con origen o destino a Kenia.
"En cada caso aseguramos que existe una amenaza terrorista evidente", aseguró el Ministerio de Relaciones Exteriores británico. El triple atentado que dejó 34 muertos y 194 heridos, el lunes por la noche en Riad, "muestra que la amenaza terrorista es real", subrayó el texto.
El Ministerio de Transporte británico exigió el jueves que las compañías aéreas británicas suspendieran sus vuelos con origen o destino en Kenia y subrayaron que "el ni-vel de amenaza contra los intereses de la aviación civil británica en Kenia ha pasado a inminente".
El ministro de Interior británico, David Blunkett, explicó hoy que la decisión fue tomada luego de comprobar varias fuentes de información, y manifestó a la cadena Sky News que medidas semejantes se toman siempre tras una "ponderación muy cuidadosa" de informes de los servicios secretos.
Según la BBC, los servicios se-cretos estadunidenses interceptaron conversaciones sobre un posible ataque terrorista en el este de Africa, posiblemente con misiles. La decisión de cancelar los vuelos se tomó un día después que Washington alertara de viajar a Kenia.
Advertencias semejantes de Londres y Washington tienen lugar desde que en noviembre de 2002 murieron 14 personas en un ataque suicida perpetrado en un hotel, ocupado principalmente por turistas israelíes, cerca de la ciudad keniana de Mombasa.
Críticas africanas y asiáticas.
El ministro del Interior de Kenia, Chris Murungaru, criticó anoche la cancelación de vuelos entre Gran Bretaña y su país y describió la me-dida como una reacción exagerada.
Asimismo, las advertencias de Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda en relación con amenazas de atentados en Asia provocaron rechazos de los países señalados, sobre todo de Tailandia y Malasia.
El primer ministro tailandés, Thaksin Shinawatra, afirmó que su país es seguro y "actualmente no hay nada inquietante", y agregó que pedirá al Ministerio de Exteriores que explique a la embajada de Australia que no debería reaccionar de tal manera.
En Malasia, la prensa se hizo eco de las reacciones de los responsables gubernamentales frente a la alerta de Washington en relación con su país, y afirmó que fueron adoptadas todas las medidas de seguridad para prevenir amenazas.
Mientras, los presidentes Vladimir Putin y George W. Bush, de Rusia y Estados Unidos, respectivamente, mantuvieron una conversación telefónica para preparar su próximo encuentro en San Petersburgo, anunció un comunicado del servicio de prensa del Kremlin.
Durante la charla, realizada por iniciativa de Bush, según el texto, los dos jefes de Estado coincidieron en la "necesidad de reforzar la cooperación antiterrorista".
Ambos "estudiaron los principales puntos de la agenda de la cumbre ruso-estadunidense que se realizará en San Petersburgo".
La reunión, cuya fecha no fue confirmada oficialmente, sería el primero de junio, en ocasión de las celebraciones por el tricentenario de la ex capital imperial rusa.