Le Monde Diplomatique Traducido para Rebelión por Rocío Anguiano
Una nueva expulsión de palestinos parece impensable moral y políticamente. Sin embargo, la idea del "éxodo" cobra fuerza entre la población israelí. Un lanzamiento por parte de Iraq de mísiles scud químicos, un gran atentado palestino, incluso una manifestación que degenere podría ser la señal. En la misma Palestina el ejército y los colonos provocan ya "mini-éxodos"..
A finales de diciembre de 2002, un diplomático europeo encontró un nuevo panel indicador en una carretera en el valle del Jordán: la vía había sido rebautizada con el nombre de "Gandhi" -paradójico apodo del general Rehavam Zeevi, fundador del partido Moledet, que había llamado de forma explicita al "éxodo" de palestinos hacia los países árabes. ¿Broma de mal gusto o deliberado cinismo? El cartel se encontraba justo en la bifurcación de la carretera que va al Este por el puente Allenby (paso hacia la frontera jordana) -la dirección del "éxodo" deseado por el general que fue asesinado en octubre de 2001 por un comando del Frente de Liberación Palestino (FPLP)..
Rehavam Zeevi, poco antes de su muerte y al día siguiente de un nuevo atentado suicida, se atrevió a declarar en voz muy alta que la única "solución" era el "éxodo" ("consentido") de árabes, sintiéndose suficientemente respaldado como para trasmitir de forma clara por la radio un mensaje que durante años se había visto obligado a camuflar. El hecho es que los israelíes no consideran los atentados suicidas como una forma de lucha contra la ocupación ni como una venganza frente a las agresiones del ejercito -que según datos de la Cruz Roja han causado más de 2000 muertos entre los palestinos, de los cuales al menos 1500 civiles; para ellos los atentados son la prueba de que los palestinos pretenden que el Estado de Israel desparezca del mapa y " asesinar judíos simplemente porque son judíos"..
En este contexto, la "iniciativa del éxodo" se presenta como una solución defensiva, una "respuesta humana" a una situación sin salida. Y las autoridades legales no hacen nada para impedir que esta idea se propague. Lo que de forma deliberada no se precisa es la población objeto de ese "éxodo". ¿Los palestinos que residen en Gaza y en Cisjordania? ¿Los refugiados? ¿O todos los árabes que viven entre el Mediterráneo y el Jordán, incluyendo a aquellos que son ciudadanos israelíes? .
La ministra de educación, al dar la consigna a los colegios para que celebraran el aniversario de la muerte de Rehavam Zeevi, legitimó este debate. De hecho, se ven banderolas que afirman: "éxodo = paz" o "Palestina es Jordania". Un sondeo indica que el 20% de los judíos "se plantearía" votar al partido de extrema derecha Kach (Así es) fundado por el rabino Meïr Kahane y prohibido desde 1988, si se le permitiera presentarse. Y el 73% de los habitantes de las ciudades en desarrollo consideran que Israel debe fomentar la emigración de árabes israelíes -el 87% de los religiosos y el 76% de los emigrados de la antigua URSS comparten esta opinión. En los años ochenta, el Kach solo obtuvo un escaño, con aproximadamente el 1,5% de los votos..
La comisión electoral del parlamento, mayoritariamente de derechas, intentó también prohibir la participación en las elecciones del 28 de enero de 2003 de una lista árabe (la de la Alianza Nacional Democrática) y de dos candidatos: Ahmad Tibi y Azmi Bishara -el consejero jurídico del gobierno, Elyakim Rubinstein, acusaba a este último de abogar por la destrucción del Estado de Israel y apoyar el terrorismo. Pero excluía también la candidatura del antiguo número dos del Kach, Baruch Marzel, candidato de otro partido de extrema derecha, el Herout (Libertad) que edulcora un poco el mensaje del "éxodo" -pero se opone a que se juzgue a aquellos que intenten poner en práctica el "éxodo consentido" proponiendo a los palestinos trabajo en el extranjero..
La izquierda ha llamado a la movilización contra esta tentativa de "éxodo parlamentario" ya que el 20% de los ciudadanos árabes perderían sus derechos cívicos. Pero las manifestaciones no convocaron a grandes multitudes. La alarma saltó cuando el 9 de enero de 2003 el Tribunal Supremo autorizó finalmente a la Alianza Nacional Democrática a presentarse, ofreciendo de este modo a la democracia israelí un salvavidas frente a la perspectiva de un boicot masivo de las elecciones por parte de los palestinos..
El mismo Elyakim Rubinstein se había manifestado en contra del "éxodo", pero negándose a castigar a aquellos que lo defienden. Esta fue la respuesta de un parlamentario laborista que exigía que se llevara a cabo una investigación sobre los partidarios de la "emigración voluntaria": la ley fundamental contra el racismo prohíbe distinguir entre "éxodo" voluntario y "éxodo" forzoso. Animados por este mismo espíritu, jóvenes del partido laborista participaron en una iniciativa de los militantes del "Valor para decir no" -que reagrupa a oficiales que se niegan a prestar sus servicios en los territorios ocupados (1)- para borrar los eslóganes racistas. Algunos miembros del partido se mostraron indignados ya que consideran a los refuzniks como "traidores antisionistas"..
Otros se oponen a la negativa a prestar estos servicios con un planteamiento de izquierdas: no hay que dejar, dicen, el ejercito en manos de la derecha y de los colonos, que, llegado el momento, podrían llevar a la práctica el "éxodo". Varias encuestas muestran que entre los oficiales superiores la proporción de aquellos que proceden de la antigua URSS ha aumentado mucho, al igual que la de partidarios de la derecha religiosa -dos entornos en los que la idea del "éxodo" tiene un fuerte apoyo..
En los territorios ocupados, la presencia de militares pacifistas no impide que se produzcan los "mini-éxodos". La antigua ciudad de Hebrón, en la que viven 500 colonos judíos violentos, ha visto marcharse a un gran número de pobladores palestinos que ya no soportaban el incesante acoso de sus "vecinos " judíos. Del mismo modo que no resisten ya el toque de queda casi permanente que les impone el ejercito en nombre de la seguridad de esos mismos "vecinos". En el norte de Cisjordania, cerca de 180 habitantes del pueblo de Yanoun tuvieron que abandonar sus casas e irse a vivir a otra parte, ante la creciente presión de las agresiones de los habitantes de Itamar, la colonia vecina. Esto sin hablar de las expulsiones provocadas por la construcción del "muro" (2)..
Estos "mini-éxodos" no han pasado desapercibidos para la opinión israelí y han sido objeto de manifestaciones, que no han podido evitar que desde hace dos años los palestinos estén siendo desposeídos a un ritmo acelerado de su tierra y de su espacio..
El "asedio interior" retiene a dos millones y medio de ellos en Cisjordania y más de un millón en Gaza en sus ciudades y pueblos: el ejecito, ante el sangriento conflicto que estalló en septiembre de 2000, les prohíbe (salvo a un reducido grupo provisto de permisos especiales) circular por las principales carreteras, salir de sus municipios y dirigirse a las ciudades. Alrededor de estas últimas se ha construido un sistema de barreras, cercados, puertas de hierro, zonas de tiro, carros y patrullas militares que pone trabas a cualquier tipo de movimiento sin desanimar verdaderamente a los que pasan a Israel a cometer atentados. Cualquiera que viaje por las carreteras reservadas a los israelíes puede pensar que la expulsión ya se ha producido: carretera vacías, pueblos palestinos desiertos, tierras y huertos en los que no se ve un alma. Muchos se han ido a las grandes ciudades en donde tienen sus puestos de trabajo con el fin de ahorrarse los controles diarios..
Los israelíes, abrumados por el miedo a los atentados, se muestran impermeables al argumento de que el asedio es un castigo colectivo que refuerza el apoyo a los atentados. Algunos oficiales superiores lo presentan como una medida "reversible", que se anulará en cuanto los palestinos renuncien al terrorismo. Mientras tanto, esta política le viene de maravilla a los proyectos de "acuerdo definitivo" concebidos por varios partidos de derechas, los mismos que ponen especial cuidado en no hablar de "éxodo". Así los rusos de Israël-Beitenou (Israel nuestra casa) ,aliados del Moledet, proponen la creación de varios enclaves-prisión aislados, sin continuidad territorial. La única diferencia con el "Estado palestino" de Ariel Sharon es la dimensión de esos enclaves.... Escenarios catastróficos .
Con el apoyo de sociedades de recursos humanos con sede en el extranjero y que publican ofertas de empleo en lo periódicos árabes, militantes del partido Moledet (Patria) proponen a los palestinos trabajo en el extranjero. Pretenden de este modo mostrar que es posible, legal e incluso "humano" "fomentar la emigración". Pero todo el mundo coincide en considerar que un "éxodo voluntario" de centenas de miles de personas es impensable: éste tendría que ser forzoso. El profesor Arieh Eldad, número dos en la lista del Moledet, ex comandante del servicio sanitario del ejercito, distingue sin embargo entre el éxodo "voluntario" y el "consentido": el primero supone que todos los palestinos acceden a emigrar (aunque es poco probable que un fellah abandone su tierra de buen grado), el segundo, prosigue, se producirá con el apoyo de la comunidad internacional, que el Moledet intenta conseguir..
Entre los partidos de derechas, algunos van más lejos: vinculan "éxodo" y conflicto. Effi Eitam, número uno del Partido Nacional Religioso (Mafdal) plantea la ampliación de la soberanía israelí al conjunto de tierras comprendidas entre el Jordán y el Mediterráneo y un Estado palestino en Jordania y en el Sinaï; los palestinos tendrán entonces la posibilidad de elegir entre "residencia luminosa" en el Gran Israel o "ciudadanía oscura" en el Estado palestino. "No hablaré de éxodo, precisa (3) . No lo considero ni como una opción política ni como algo que pueda considerarse moral", pero una guerra es "un juego que tiene sus propias reglas". El ex general afirma que no quiere la guerra, pero piensa que, cuando estalle, "muchos ciudadanos árabes se irán" y el mismo establece un vínculo con la guerra de 1948 y la expulsión, entonces, de unos 800 000 palestinos..
Más directo, Zvi Katzover, alcalde de la colonia de Kyriat Arba y uno de los fundadores del movimiento colonizador Goush Emounim (Bloque de la fe) respondía a un periodista a finales de noviembre de 2002, tras la batalla de Hebrón que causó 12 muertos entre los soldados israelíes y tres entre los palestinos: "Cuando empiece la gran guerra y los árabes huyan podremos volver a nuestras casas" (4) (Las casas en cuestión son aquellas en las que vivían judíos hasta la masacre de 1929)..
No obstante, se sigue considerando a los partidarios del "éxodo" como una minoría y a sus "ideas" como irrealistas e inmorales. En los periódicos, los editoriales y las cartas de los lectores lo condenan, incluso si otros, cada vez más frecuentes, lo aprueban. El Likoud y la mayoría de los partidos de derechas no hacen campaña sobre este tema. En cambio, cabe preguntarse si, detrás de los esfuerzos para preparar a la opinión pública, ciertos dirigentes políticos y militares no guardan en sus cajones escenarios verdaderamente catastróficos. ¿Tendrán las fuerzas democráticas el poder de detenerlos a tiempo? Ya sean israelíes o vivan en Cisjordania y en Gaza, todos los palestinos conservan en la memoria la expulsión de 1948 y juran sin descanso : " Esta vez no dejaremos que nos echen". Esta conciencia del peligro, la experiencia adquirida en cuanto al recurso a las instancias legales y los vínculos, de uno y otro lado de la Línea verde, con la comunidad internacional constituyen otros tantos frenos.. * Amira Hass es corresponsal del periódico Haaretz (Tel-Aviv) en Ramallah.. Notas . (1) Véase Joseph Algazy "Ces soldats israéliens qui disent non" (Los soldados israelíes que dicen no), Le Monde diplomatique, marzo de 2002.
(2) Véase Matthew Brubacker, "Le mur de la honte" (El muro de la vergüenza), Le Monde diplomatique, noviembre de 2002. (3) Haaretz, 22 de febrero de 2002.
(4) Entrevista en la primera cadena de televisión el 27 de noviembre de 2002.