19 de diciembre del 2003
Nueve palestinos, incluidos dos niños, heridos en una redada en el campo de refugiados de Nablus
Observatorio de Palestina
Traducido para Rebelión por Carlos Sanchis
Un muchacho palestino quedó en estado de coma hoy después de haber sido alcanzado en la cabeza por disparos efectuados por tropas israelíes durante una redada en la campo de refugiados de Balata, en Nablus. En dicha redada ocho palestinos más resultaron heridos, incluyendo a un niño de dos años.
Esta madrugada (16 de diciembre), a las dos, soldados israelíes en 15 jeeps militares invadieron el campo de refugiados de Balata en Nablus y comenzaron un registro casa por casa en busca de militantes palestinos. Las tropas rodearon la zona y ocuparon cuatro edificios altos que dominan visualmente el campo, usándolos como puestos de observación y de francotiradores.
En uno de ellos, el edificio Badra en la entrada norte del campo, unos 50 vecinos del edificio fueron forzados, a punta de cañon, a permanecer en un único y pequeño apartamento. Esta táctica fue repetida en los otros tres edificios.
Se efectuaron seis detenciones, aparentemente al azar. Los soldados fracasaron en la captura del hombre que ellos estaban buscando por lo que detuvieron a su hermano y a su tío; una vez más otro ejemplo de la arbitraria brutalidad de las fuerzas de ocupación israelíes.
Se produjeron enfrentamientos con los soldados cuando los palestinos trataron de responder a la incursión lanzándoles piedras. Nueve fueron heridos por el fuego israelí, el más grave fue Noor Omram, de 17 años de edad, que resulto alcanzado en la cabeza por una ráfaga de munición real.
Fue evacuado en estado de coma por los servicios sanitarios locales al hospital de Rafidya, donde permanece en críticas condiciones respiratorias.
El hermano de Noor fue también herido en el ataque por una bala de goma que le alcanzó la espalda, al igual que Hamza Spiterni un niño de dos años tambíen herido por impacto de bala de goma después de que soldados israelíes irrumpieran dentro de su casa y le dispararan en la pierna.
Un toque de queda ha sido impuesto ahora en Balata y tres de las entradas al campo cerradas con tanques.
Una vez más, una arbitraria invasión por parte de las tropas israelíes usando indiscriminadamente la fuerza ha dado como resultado innecesarias víctimas entre inocentes niños palestinos.