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Movimientos Sociales

La sombra del desalojo amenaza un trabajo barrial

Resistencia de una asamblea En Parque Avellaneda, los vecinos ocuparon hace un año una pizzería abandonada. Allí funcionan un comedor y un centro cultural. Piden a la Legislatura la expropiación del local.
En La Alameda, de Directorio y Lacarra, se debaten ideas y además se impulsan proyectos.

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La asamblea barrial, esa forma de organización que estalló con el 19 y 20 de diciembre, se resiste a quedar en el olvido. Aunque ahora son pocos los vecinos que se reúnen, además del debate de ideas trabajan en pequeños proyectos para el barrio surgidos de las propias carencias cotidianas. Una muestra es la asamblea "20 de diciembre", de Parque Avellaneda, que el domingo festejará el primer año desde que sus integrantes recuperaron un espacio abandonado, la pizzería La Alameda, frente al Parque Avellaneda, donde hoy funcionan un centro cultural, una panadería y un comedor para 200 vecinos del barrio. Ahora enfrentan un juicio por desalojo mientras esperan que la Legislatura apruebe la expropiación del local.
"Al principio estaba el comedor por un lado y la asamblea por otro; hoy esa división no existe, la gente que viene a comer se involucra también en la asamblea. Todos entendimos que la única salida es juntarnos", cuenta Tamara, una de las integrantes de la asamblea "20 de diciembre", creada el 8 de julio del año pasado cuando un grupo de vecinos ocupó la pizzería La Alameda, abandonada desde hacía tres años. "Necesitábamos ir más allá de la olla popular. No sólo porque a algunos les daba vergüenza comer en la calle sino porque también se venía el invierno", explica Matías, un periodista de 25 años, mientras Julio, un obrero desempleado de 46, lo escucha y agrega: "Politización significa que antes esto era un comedor con asamblea y ahora todo es una asamblea".
En La Alameda, ubicada en Lacarra y Directorio, funciona ahora un centro cultural con cursos de guitarra, tango, artesanías, plástica y artes marciales. Tamara, que es psicóloga y trabaja en una consultora de recursos humanos, coordina también un taller de desarrollo infantil y de sexualidad y salud reproductiva junto a las madres que participan en la asamblea. Además funciona una panadería que abastece al comedor y al merendero, donde de lunes a sábado comen 200 personas, en su mayoría mujeres y chicos.
"Yo soy viuda y tengo tres hijos adolescentes; estoy acá porque sigo luchando para que ellos tengan un buen futuro. Creo que la idea de la asamblea es juntar las carencias de cada uno y salir adelante todos", dice María Teresa, de 60 años, mientras pela cables junto a su amiga Sixta, para vender el cobre y comprar más levadura.
Los sesenta vecinos de la asamblea presentaron en el CGP del barrio un proyecto para que, a través del presupuesto participativo, se cree el próximo año un jardín maternal para bebés de 45 días a cinco años, "así los padres tendrán más tiempo para trabajar o buscar un empleo", señala Matías. Como primer paso para la apertura del jardín, la asamblea planea inaugurar en dos meses –con el apoyo de la Secretaría de Educación porteña– una sala maternal para chicos de hasta dos años y otra de atención médica y orientación psicológica.
Con un juicio de desalojo encima y el proyecto de expropiación de La Alameda para convertirla en un bien social frenado en la Legislatura porteña, la asamblea festejará su primer año desde que llegó a un espacio vacío y lo llenó de vecinos, entre ellos, muchos inmigrantes bolivianos que se juntaron con argentinos para "coordinar cosas chiquitas y complementarlas con hechos", según cuenta Tamara.
"Dejamos de discutir sobre la deuda externa porque las vecinas se iban a cocinar y se cansaban. Empezamos a escucharnos más, a superar nuestros errores y a trabajar en el barrio y con el barrio", cuenta Julio, tratando de encontrar una razón para explicar cómo la asamblea de Parque Avellaneda es una de las pocas que continúan funcionando desde que se organizaron, el 20 de diciembre de 2001. El domingo, la asamblea reunirá a los vecinos en el buffet y festival musical con bandas de rock, folklore y tango que realizarán desde las 15 en Parque Avellaneda, frente a La Alameda, en donde se hornearán panes y pizzas que los asambleístas ofrecerán a los vecinos.
Producción: Gabriel Entin