Luchar por la tierra y Aprender de la luchas
Thierry Deronne
Bienvenid@s al Encuentro Internacional de la Resistencia de y de la Solidaridad de los pueblos indígenas y campesinos (Venezuela, 11, 12, 13, 14 de octubre 2003) "Volveré y seré millones…", Tupaj Katari, 1781
Entrevista a los dirigentes Evo Morales, Blanca Chancoso, Rafael Alegría y Edigio Brunetto quienes apoyan y asesoran la revolucion agraria en Venezuela
Por: Thierry Deronne/Teletambores
Televisora Comunitaria de Maracay, Venezuela
Volveré y seré millones
Tupaj Katari, 1781
Caracas, 30 de agosto 2003
Ricaurte Leonett, nuevo presidente del Instituto Nacional de Tierras (INTI), abre su primera rueda de prensa rodeado de invitados especiales. Ellos representan a millones de latinoamericanos. A los indígenas y campesinos de Bolivia, a través de Evo Morales, Diputado nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS), y el periodista boliviano Alex Contreras Baspineiro. A los indígenas de Ecuador a través de Blanca Chancoso, dirigente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE). A los indígenas y campesinos de Guatemala, a través de Juan Tiney, de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones Campesinas (CLOC) y de la Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC). A los campesinos brasileños a través de Egidio Brunetto, Coordinador de Relaciones Internacionales del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierras (MST). Vía Campesina, la mayor organización de movimientos campesinos en el mundo, ha enviado a su Secretario Internacional, el hondureño Rafael Alegría. Está previsto que cada uno de ellos tome la palabra primero, antes de pasar a las preguntas. Para los medios privados presentes, esto es un atropello. No falta la periodista quien quiere interrumpir a Evo Morales, blandiendo su celular - ¡yo tengo otra rueda de prensa!
Sin perder la serenidad, los voceros internacionales explican su deseo de estudiar aquí lo que es apenas un sueño en sus países: una revolución agraria de gran envergadura, apoyada por el Estado. Estudiarla, para reforzarla. A nombre de Vía Campesina, Rafael Alegría anuncia la creación en Venezuela de una escuela de cuadros campesinos. Cita a Morazán, el Bolívar centroamericano, para decir que nuevos vientos soplan en América, los movimientos sociales sueñan nuevamente con la construcción de Estados. Intuye que Cancún va a demostrar que la fuerza ascendente de los mismos movimientos sociales, más allá de las ONG o de los partidos, puede crear en su alianza con los Estados un verdadero contrapeso continental y por ejemplo derrotar la OMC mediante el tema de la soberanía alimentaria. Y si en Venezuela se inicia la transformación de un movimiento social en Estado, ¿cómo no celebrar aquí un foro mundial indígena y campesino en octubre 2003? A abrazarnos e intercambiar muchas semillas: las de la resistencia cultural de los millones de indígenas y las del reconocimiento de sus derechos en la nueva Venezuela. A unificar el eje ascendente de movimientos populares contra la ofensiva neoliberal (OMC, ALCA) y contra las maniobras imperialistas, a movilizarnos a favor de la Revolución Bolivariana y de la reforma agraria en Venezuela y a sembrar el Bosque de la Solidaridad en memoria de los campesinos asesinados por los terratenientes.
Ya resignadas las "periodistas" preguntan por cifras, cuales médicas preguntando a su paciente cuanto mide sin verlo. Cuando le toca a la indígena ecuatoriana, apartan la mirada y hojean, como si fuera una revista de moda, la carpeta de prensa del INTI. Con guantes parece, como por temor a contaminarse. Al día siguiente el sitio confidencial, el tamaño irrisorio de sus "artículos" y la manipulación de las palabras demostrarán a los delegados internacionales que en Venezuela los medios privados no pierden nada de su extraordinaria capacidad de autismo social.
¿Pero qué tienen que decirnos estos dirigentes venidos no de un paisaje sino de un continente en lucha? ¿Qué tienen que decirnos, desde tan profundas y distintas luchas, en el momento en que la reforma agraria venezolana avanza hacia la entrega de un segundo millón de hectáreas ?En vez de cortarles la palabra ha llegado la hora de escucharla.
Thierry Deronne - Blanca Chancoso, UD habla de vestir la tierra. Para vestir la tierra hacen falta muchas manos, es decir una organización. ¿Cuál es el mensaje que la CONAIE puede aportar a los campesinos e indígenas de Venezuela?
Blanca Chancoso - Cuando recordamos que la tierra es nuestra madre, que nos cobija como el vientre cuando uno esta adentro, quiere decir que una vez que han logrado que estas tierras vuelvan a sus manos, deben buscar la forma de que se esté produciendo en términos colectivos. Como decimos: "nuestra madre nunca debe estar en venta". Ella es quien garantiza la vida de los pueblos. Hoy de sus hijos, mañana de sus nietos. Es importante también recuperar la forma de cultivo. Hoy más que nunca, es la oportunidad para nuestros hermanos de Venezuela volver a demostrar esta sabiduría. Hace falta intercambiar conocimientos, sabidurías de un país a otro, de un pueblo a otro. En Ecuador nos ha costado muchas vidas recuperar la tierra nuevamente. Nos cuesta mucho conseguir la voluntad política para reconocer ese derecho. Venezuela en estos momentos es el único gobierno de Suramérica que ha reconocido la legitimidad de los pueblos y su derecho a la vida, entregándoles las tierras, haciendo que regresen a sus dueños y permitiendo que mejore así la calidad de vida de todo el país.
T.D. - ¿Cuales son los puntos claves de un proceso de reforma agraria?
Blanca Chancoso - Desde nuestras convicciones, y desde la experiencia que hemos vivido en Ecuador pensamos que para que un proceso de reforma agraria sea más duradero, más realista, tiene que responder a las necesidades de la gente. La entrega de la tierra es básica pero tiene que ser de manera integral, es decir con apoyo crediticio, técnico, abrir espacios de mercado. La tierra genera trabajo pero genera también lo básico : la alimentación. Los grandes propietarios solo generan y producen para exportar. Creo que aquí en un proceso como este hay que generar producción para asegurar la alimentación básica del pueblo y con un costo diferente, claro : esto es lo más importante de todo. Ahora junto con eso hay que desarrollar unas políticas importantes como la de democratización, de participación de la ciudadanía, para profundizar el cambio y volverlo duradero. También la de la formación, la educación, inspiradas en la historia del pueblo, en su identidad. No solamente formando lectores que conocen de números y letras, sino que se sepa sumar y multiplicar en beneficio del país.
T.D. - ¿ En Ecuador han encontrado alguna forma de salir de la invisibilidad mediática?
Blanca Chancoso - Es difícil. Puede haber trabajadores de los medios que intentan hacer información, pero a los dueños no les interesa difundir nuestros procesos. Cuando les interesa desprestigiar recuren a la crónica roja. Decimos a los medios que deben hacer lo que es la información, no parcializada. Sin embargo no nos han podido tapar, no nos han podido callar, porque hemos rebasado los limites de la información local y muchas veces ha habido un rebote de información internacional y que no han podido callar y han tenido que sacar.
T.D. - Una pregunta para el hondureño Rafael Alegría. Usted citaba a Morazán, quien igual que Bolívar acá, representó el sueño de la unidad latinoamericana. Ya caído de su caballo Morazán, ¿ cómo imagina hoy que se pueda construir esta unidad ?
Rafael Alegría - Centroamérica fue una sola Patria, un solo país en la época unionista, bajo el pensamiento de Francisco Morazán nuestro héroe, y lógicamente después vinieron las divisiones, los intereses de las oligarquías, y se separaron los países. Pero quedó impregnado ese pensamiento integracionista que lo recogen ahora con mucha fuerza los pueblos y los movimientos sociales. Por ejemplo la iniciativa civil centroamericana, los campesinos estamos organizados a nivel centroamericano, ahora tenemos bloques populares a nivel de Centroamérica. Y claro después de Morazán viene Martí, viene Farabundo, viene Sandino, luego se interrelaciona con Bolívar, a nivel continental. Por eso decía que Morazán rompió con el poder oligárquico de aquella época, de la iglesia que era verdadero latifundio en cuanto a la tierra, impulso procesos de reforma agraria, e igualmente Bolívar hablaba mucho del acceso a la tierra, de su justa distribución a los campesinos. Hay un pensamiento ahora a nivel continental. Nos parece interesante la propuesta del presidente Chávez que en vez del ALCA hablemos del ALBA, o sea la Alternativa Bolivariana de los pueblos. Nos parece que es correcta y que se enmarca dentro del pensamiento de estos grandes héroes.
T.D. - ¿ Podríamos decir entonces, Evo Morales, que después de la hora de los próceres ha llegado la hora de los pueblos ?
Evo Morales - Hoy en día las luchas en América se gestan fundamentalmente desde los movimientos sociales, desde el sentimiento de las mayorías, especialmente de los movimientos indígenas, campesinos de Latinoamérica, en base a nuestros recursos naturales. Porque no es posible que las transnacionales se adueñen fundamentalmente de ellos. Algunos Estados aun gestionan tales recursos pero en muchos países ya hemos perdido la propiedad, por ejemplo, de los hidrocarburos. Toda unidad latinoamericana al margen de las luchas sociales tiene que gestarse en la recuperación de los recursos naturales no renovables como renovables. Claro existen mecanismos legales o legítimos que pueden unir a Latinoamérica. El parlamento latinoamericano debería de gestar esta unidad. Pero ante gobiernos que generalmente son dependientes del imperio, de un modelo, de un sistema, debería haber una especie de ley, de consulta del pueblo, que los pueblos tengan el derecho de decidir sobre su destino, sobre su futuro. Que haya una democracia participativa y no simplemente representativa como hay en algunos Estados, y que a través de consultas populares se definan los pueblos al margen digamos de los partidos y de los gobiernos dependiendo del imperio. Estas consultas que deberían ser respetadas por los gobiernos, estas decisiones del pueblo serían la base del cómo a mediano plazo unir a Latinoamérica. Tomando en cuenta la recuperación de los recursos naturales, si es boliviano es para el boliviano, si es latinoamericano es para los latinoamericanos.
T.D. - ¿ Todas esas experiencias y escuelas de poder popular, participativo que se han desarrollado a lo largo y ancho de este continente, como influyen en los proyectos políticos de hoy?
Rafael Alegría - Las experiencias a nivel de las comunidades y de los municipios en cuanto a organización, capacitación e inclusive manejo de los recursos naturales son impresionantes : se ha fortalecido el pensamiento comunitario, el manejo del poder local. Lógicamente esto tiene que estar estrechamente relacionado con procesos de organización, de capacitación, cultura participativa, lógicamente del poder colectivo de los municipios y de los pueblos. Pero un gran problema que tenemos en nuestros países es precisamente la exclusión del sistema educativo a nivel oficial. El analfabetismo en nuestros países es enorme. Los problemas de la salud también. El problema del acceso a la tierra es enorme. Por eso nosotros como movimientos sociales a nivel continental e internacional consideramos como fundamental la formación campesina, y por eso tenemos dos escuelas. Una de ellas funciona en México, para Centroamérica y el Caribe, y una escuela precisamente de capacitación en Brasil para el resto de América Latina. Estamos en conversación para instalar una escuela de formación en Venezuela. Estamos acá también para eso. Yo creo que son irreversibles los procesos de participación y los gobiernos que se opongan a ellos están en contraposición a los procesos históricos que estamos viviendo los pueblos. Por esto creo que vamos a avanzar y como decimos en Vía Campesina, el futuro nos pertenece, definitivamente.
Evo Morales - Mira, en los pueblos indígenas nunca ha habido propiedad privada, sino propiedad colectiva, comunal, donde de manera conjunta se explotaba la tierra. Desgraciadamente nos trajeron este tema de la privatización, la titulación, la parcelación de la tierra. En realidad en Bolivia vivimos en el marco de la solidaridad y de la reciprocidad en la distribución de nuestras riquezas. La consecuencia de la reforma agraria en Bolivia del año 1952 fue la individualización de la tierra. Eso acabó en el surcofundio, siquiera en el minifundio. Cuando nuestro modelo, el ayllu, es la colectividad, la reciprocidad, la solidaridad. Hay que volver a considerar como trabajar la tierra en conjunto. Son temas de fondo que todavía no se van a poder entender fácilmente. Estoy convencido que frente a los problemas internacionales como el calentamiento del planeta tierra, como consecuencia de un modelo industrial, de un sistema, todos tienen derecho al desarrollo. Pero dentro de este desarrollo definitivamente los pueblos deben respetar el planeta tierra. De otro modo somos los responsables de la destrucción del plantea tierra, de la pacha-mama.
T. D. - ¿ Cual es la enseñanza que podríamos sacar de la lucha de los bolivianos ?
Alex Contreras - En Bolivia hace exactamente 51 años se dio la reforma agraria. De las tierras que fueron entregadas a los campesinos se fueron adueñando los terratenientes. Creo que lo importante en este momento es que los compañeros del campo, los compañeros indígenas, sean capaces de integrar y de profundizar este proceso de reforma agraria para evitar que los empresarios, los terratenientes y sus sicarios vuelvan a ocupar sus tierras. El ejemplo de Bolivia muestra que los campesinos y los indígenas han conquistado un espacio político cada vez mayor, al punto de llegar incluso a ser gobierno, y que las luchas sindicales, sociales deben unificarse con las luchas por la tierra.
T.D. - ¿ Y de la lucha del pueblo guatemalteco ?
Juan Tiney - Diría que la importancia de la unidad del pueblo. Si la organización del pueblo, si la resistencia del pueblo está clara, nadie lo somete. Déjame contarte primero nuestra experiencia como gente indígena y campesina de Guatemala, y como pueblo maya. El pueblo de Guatemala ha sido sometido a las pruebas más crueles de la Historia. Hemos dicho que se ha finalizado un conflicto de 30 años cuando se firma la paz en 1986, pero los pueblos indígenas no solo hemos sufrido las consecuencias de esa guerra, sino las consecuencias de 50 años de sometimiento. Para nosotros los indígenas no ha existido tal paz. No han sido reconocidos nuestros derechos, ni reconocidos como pueblo. La Constitución no contempla los derechos de los pueblos indígenas. Se trata de una constitución excluyente que reglamenta la vida de una minoría de la población. Dado que los indígenas somos el 68 % de la población. Hablaba de quinientos años de sometimiento. Te hablan de las ruinas maya de Tikal, de Chichen Itza. Para nosotros no son ningunas ruinas son ciudades destruidas. Las iglesias católicas se levantaron sobre iglesias mayas. Esta ocupación ha significado la muerte de millones y millones de hermanos indígenas en Centroamérica. En 1871 cuando en Guatemala se impulsa la revolución, Rufino Barrios nos quitó las tierras y las entregó a los cafetaleros. Venezolanos, españoles, norteamericanos. Los pueblos indígenas, se convirtieron en esclavos de los cafetaleros. Salieron leyes que nos obligaban a regalar tres o cuatro meses de nuestra vida al café. Espacios no hemos tenido donde podamos expresar nuestra voz. Fue hasta 1944 que se abrió un pequeño espacio democrático donde por primera vez en la historia, se permitió la organización de los diferentes sectores y algo muy importante: se reconoce por primera vez el trabajo remunerado de los pueblos indígenas y la seguridad social. Sin embargo esto no duró mucho tiempo porque la reforma agraria de 1952 a 1954 hizo que se acelerara la intervención norteamericana, a través de la CIA que der
rocó al gobierno de Jacobo Arbenz. Los indígenas fuimos beneficiados con tierras, con una serie de servicios sociales, todo se cortó en 1954 y dejó lugar a los programas contrainsurgentes dirigidos contra los pueblos indígenas. En los 80 se desató una política de exterminio contra nosotros. 440 aldeas vueltas cenizas, con la obligación para nuestra gente de transformarse en patrullas paramilitares. Se estaba librando una lucha revolucionaria para la transformación estructural de nuestro país. Si bien los hermanos indígenas participaron en la guerrilla, también la base del ejército fue la juventud indígena reclutada forzosamente. Luego viene el trabajo mental de nuestro pueblo, a base de la Biblia norteamericana. Una táctica venida de Taiwán, de Sudáfrica, de Israel, nuestro país se convirtió en laboratorio. Pero queremos decir con orgullo que jamás fuimos sometidos. En 1986, en medio de un cerco militar increíble, logramos reconstruir una organización indígena y campesina, me toco participar en esta y lo digo con orgullo, para reivindicar nuestros derechos laborales, nuestros derechos a la tierra, aunque nos costó muchas vidas.
T.D. - Fue ejemplar la organización de las comunidades en resistencia...
Juan Tiney - Si: Resistencia significa que tuvieron que anduvieron en la montaña sin ropa, sin comida, comiendo raíces, hojas, animales. Vivir una década en resistencia no es nada fácil. No estoy hablando de un siglo, sino de una década atrás. En el acuerdo de paz no se escuchó suficientemente al pueblo, a sus reivindicaciones. Sin embargo hoy en día estamos enriqueciendo el contenido de esos acuerdos. No tenemos el apoyo del gobierno, pero allí estamos, y nos estamos organizando. Nuestra relación con la tierra no es la de los terratenientes, a quienes no importa la destrucción de estas tierras, con su producción intensiva y sus químicos. Nosotros lo que buscamos de la madre-tierra, antes de lastimarle la cara, le pedimos permiso, le pedimos disculpas, porque necesitamos alimentos para mantener la vida, no para destruirla. Son elementos muy importantes de la visión maya. Los cortes de árboles, nuestras comunidades que no tienen luz usan la leña como combustible, pero se recoge de los árboles muertos. Cuando las empresas madereras han destruido grandes bosques. Tenemos de todo, tenemos médicos, terapeutas que no han pasado por grandes universidades pero allí esta la esencia del pueblo, allí tenemos a nuestras comadronas, hay que darles su lugar. Son parte de nuestra lucha. Pensamos que la vida de nuestros pueblos no pueden ser convertida en comercio sino en desarrollo de la humanidad.
T.D. - Para ustedes como comunidades indígenas organizadas y desde toda esta experiencia de lucha, ¿ qué significa la "democracia participativa y protagónica" que se está desarrollando en Venezuela ?
Juan Tiney - La palabra democracia ha sido prostituida. Ha sido utilizada para el beneficio de unos pocos. Los terratenientes hablan de democracia. Todos hablan de democracia. Pero nadie toma en cuenta la mayoría del pueblo. Ni la cultura del pueblo indígena. En nuestras comunidades nadie habla de democracia pero todos practican la democracia. En el momento que está enfermo un vecino, un familiar, un hermano, si alguien se accidenta, si alguien se muere, se cuenta con la ayuda, con el apoyo de todos. La luz, la ropa, la comida, cualquier problema, es la comunidad que resuelve. Eso es participación. Pero la participación en otros niveles de tomas de decisiones, no la hemos tenido. Si un gobierno habla acá en Venezuela de una democracia participativa, es una oferta que se está haciendo y que vemos con la participación de este pueblo. Creemos importante que los pueblos sepamos hacer uso de esta democracia participativa, no solo con la presencia física sino con la propuesta. Hay que tejer futuro, hay que tejer proyecto. Muchas veces queremos llegar para participar en actividades pero si no tenemos propuestas como pueblo, no tenemos futuro como pueblo. Eso. Debe trabajarse desde las distintas estructuras de las comunidades para decir al gobierno también : "aquí esta nuestra propuesta". Respaldamos esta propuesta, esta es nuestra responsabilidad. Es un momento histórico que vive Venezuela al abrir estas puertas al pueblo. Esto supone que tenemos que deslastrarnos de tantas consignas, mentiras del pasado, estar claro como pueblos.
T. D. - ¿ Desde Brasil cuales son las lecciones principales ?
E.B. - En enero vamos a celebrar veinte años de trabajo del movimiento de los Sin Tierra. En veinte años nosotros conquistamos más de tres mil haciendas. Ya son más de 400 mil familias que consiguieron tierra. Las lecciones principales de esta experiencia son, primero, que el pueblo tiene que ser dueño de su historia. Luego el principio de autonomía de las organizaciones campesinas, es muy importante desde el punto de vista organizativo, político. Y claro ante un Estado que apoya a los campesinos es muy importante la coincidencia de propuestas. También es importante un movimiento de lucha permanente, para que la gente pueda aprender a partir de un proceso de lucha. Tiene que ser un movimiento altamente colectivo. No podemos permitir que sean unos dos o tres dirigentes que lo hacen todo. Porque así se destruye el movimiento. Tienen que ser colectivas las decisiones en todas las instancias, así cada uno se responsabiliza en su implementación. Para nosotros lo importante es el proceso organizativo. Ser organizados en pequeños grupos permite discutir, proponer y poder controlar la política orgánica de la organización. Otro aspecto importante es la política de capacitación. No existe alternativa sin conciencia social ni conciencia política. No podemos ser solamente un movimiento reivindicativa y economicista. Esta lucha es fundamental, pero la lucha por cambiar el modelo político es fundamental también y esto solo se adquiere con un proceso de capacitación política. La lucha en contra del neoliberalismo, del imperialismo, de los mecanismos de la OMC y del FMI son muy importantes.
Blanca Chancoso - Junto con estas políticas es importante y necesaria una definición de la soberanía del país. Que el gobierno abra las puertas de la solidaridad entre gobiernos, pero defendiendo lo suyo, con el respeto. Muchos gobiernos empiezan por relacionarse pero terminan entregándose a las políticas del Fondo Monetario Internacional, de políticas multilaterales que van en contra de su país. Es importante relacionarse, buscar aliados para poder incidir en instancias multilaterales. Esta solidaridad es necesaria.