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Latinoamérica

12 de septiembre del 2003

Foro Campesino Indígena: OMC fuera de la Agricultura

Irene León
Servicio Informativo "alai-amlatina"
Con una marcha multitudinaria por las calles de Cancún, ciudad cercada por barreras, policías y militares, concluyó este 10 de septiembre el Foro Internacional Campesino e Indígena que demandó a la OMC dejar fuera de sus negociaciones los temas de la agricultura y la alimentación.

El Foro, que se celebró entre el 8 y el 10 de septiembre, fue convocado para expresar las posturas del movimiento campesino mundial ante la V Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio -OMC- que se desarrolla en Cancún.

En una Declaración de siete puntos que sintetiza los principales aspectos de su propuesta ante la mencionada Conferencia, los/as campesinos e indígenas enfatizan que la OMC debe mantenerse fuera de la agricultura y la alimentación, especialmente porque la aplicación de las leyes de mercado en esta área, además de incrementar el hambre y la depredación ambiental, conduce a la eliminación de los modos de vida campesinos.

Por eso las organizaciones indígenas y del campo, proponen que la soberanía alimentaria, estrechamente interrelacionada con la soberanía de los pueblos, sea el principio rector de las políticas internacionales en el área agrícola y alimentaria.

El concepto de soberanía alimentaria acuñado por la Vía Campesina, organización que aglutina a unos sesenta millones de personas del campo de todo el mundo, tiene que ver con el derecho de los pueblos a producir sus propios alimentos en concordancia con sus propios criterios de sustentabilidad, con sus culturas y con la protección de la biodiversidad. Refiere entonces al derecho a definir políticas agrícolas propias, fuera de las reglas del juego impuestas por la OMC.

De allí que la demanda de colocar el bien de los pueblos antes que el comercio de bienes en la definición de las relaciones económicas y sociales, constituye un elemento clave de las propuestas del movimiento del campo, basadas a su vez en la desmercantilización de la tierra y sus recursos.

"Bajo los preceptos mercantiles dominantes y las políticas diseñadas por la OMC que priorizan los intereses de las corporaciones transnacionales, desaparece cada tres minutos una finca familiar", señaló Paul Nicholson, dirigente de la Vía Campesina, y esto se hace de espaldas a la gran importancia que tiene la agricultura pequeña y doméstica, que abastece en los hechos a la gran mayoría de la demanda alimentaria.

Por eso, señaló Nicholson, el empecinamiento de la OMC en adoptar reglamentaciones liberalizadoras que solo benefician a las transnacionales, constituye una arma contra las y los campesinos, pues los obliga a competir en condiciones de absoluta desigualdad. Esta guerra contra el mundo campesino, agregó, destruye las capacidades de generar vida, los recursos naturales y las propias vidas del campesinado.

Rafael Alegría, coordinador de la mencionada organización mundial, hizo un llamado a desenmascarar el carácter de las negociaciones que se realizan en la V Conferencia Ministerial de la OMC, por cuanto éstas no se realizan entre Estados, con su respectiva autonomía, sino entre un puñado de corporaciones empeñadas en repartirse la tierra y sus recursos, el agua, y el comercio. Y, como es conocido, agregó, "ellos (los gobiernos) no están de acuerdo ni entre ellos", pues es de dominio público que la Conferencia Ministerial de la OMC inicia en un ambiente atravesado por distintos niveles de desacuerdos entre los gobiernos, entre los cuales el más significativo es el relacionado con el tema de los subsidios a la agricultura europea y norteamericana, cuya disminución es un tema de debate entre ellos, pero también un elemento agudizador de las desigualdades entre el Norte y el Sur.

De allí que la defensa de un proyecto alternativo es colocada al centro de la propuesta campesina, que incluye también la defensa de las semillas de transgenosis natural y la potestad de los pueblos sobre sus recursos y conocimientos, en el sentido contrario de la apropiación privada de éstos como plantea el acuerdo sobre propiedad intelectual -APDIC- de la OMC.

En esas condiciones, parafraseando el lema de la campaña mexicana "El campo no aguanta más", Rafael Alegría, enfatizó en que el mundo no aguanta más y que, por lo tanto, los planteamientos del sector rural deben ser interrelacionados con aquellos de los otros movimientos que abogan por la creación de un mundo distinto al actual, caracterizado por una dictadura económica y una arremetida militar.