El gobierno boliviano trabaja para quebrar el eje de la protesta
econoticiasbolivia.com
El gobierno boliviano ha comenzado a emplearse a fondo para quebrar por el eje la rebelión que asoma en el Altiplano. Una reunión de emergencia del gabinete del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada instruyó a los ministros de Estado a lograr un inmediato acuerdo con las fuerzas del "Mallku", Felipe Quispe, que han bloqueado parcialmente los caminos que unen La Paz con el resto del país.
"Este es un comienzo auspicioso", aseguró el ministro de la Presidencia, José Guillermo Justiniano al comentar las iniciales negociaciones que sus colegas del Ministerio de Asuntos Campesinos y de Participación Popular entablaran con la dirigencia campesina hasta las primeras horas de la tarde de hoy en instalaciones de Radio San Gabriel, en la ciudad de El Alto.
Allí, el "Mallku" realiza una huelga de hambre, junto a más de 200 dirigentes campesinos de las provincias de La Paz desde hace más de dos semanas, en demanda de la atención a reivindicaciones económicas y sociales del sector, por la liberación de varios campesinos procesados por la justicia ordinaria y en contra de la exportación de gas natural a Estados Unidos por un puerto chileno.
Según lo que pudo conocer Econoticias, de fuentes muy bien informadas sobre lo que ocurre en Palacio de Gobierno, la instrucción presidencial es ceder en varias de las demandas socio- económicas de los campesinos y viabilizar de inmediato la liberación de los presos, así como ofrecer concesiones de forma aunque no de fondo en el tema del gas, especialmente sobre el proceso de consulta y debates con la población.
Este propósito gubernamental quedó, sin embargo, inicialmente frustrado ante la decisión del "Mallku" y de los dirigentes en huelga, que exigen que se desmilitaricen los caminos del Altiplano antes de sentarse a negociar en las poblaciones de Warisata o Achacachi. Hasta ahora, las autoridades habían rechazado ambas propuestas, pero no se descartaba que existe una mayor flexibilidad, ante la proximidad de la huelga general y las manifestaciones previstas para el martes 30 de septiembre.
El propósito oficial es lograr un rápido acuerdo con el "Mallku", para así desinflar la protesta de la Central Obrera Boliviana (COB) del minero Jaime Solares y del Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales, que harán fuerza desde la próxima semana para convulsionar las principales ciudades del país, en busca de que los bolivianos retomen el control y dominio de sus reservas de gas y de su industria petrolera, hoy en manos de las transnacionales.
La reunión entre el "Mallku" y los ministros de Sánchez de Lozada ingresó en un "cuarto intermedio", sin fecha ni hora, aunque queda claro que para el Gobierno el tiempo se acaba en su intención de evitar que se unan los bloqueos del Altiplano con las marchas y movilizaciones citadinas de obreros y sectores empobrecidos, que esperan ser fortalecidos con el arribo de mineros, campesinos y maestros rurales.