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Latinoamérica

5 de agosto del 2003

El Plan Colombia en el Magdalena Medio
Fumigaciones, abortos y gallinas muertas

César Jerez
Agencia Prensa Rural
Las fumigaciones con glifosato continúan aplicándose indiscriminadamente en el Valle del Río Cimitarra, en la región del Magdalena Medio colombiano, ya son tres meses de aspersiones ininterrumpidas, con devastadoras consecuencias para los pobladores locales.

El día de ayer, 29 de Julio, se reiniciaron las fumigaciones sobre las riberas del Río Cimitarra, a la altura de las veredas El Tamar, Hueco Frío, San Francisco, Puerto Matilde, La Poza, Jabonal, El Vietnam, Santo Domingo y Lejanías.

Como en ocasiones anteriores, las 3 avionetas, escoltadas por 8 helicópteros, se encargaron intensivamente de fumigar cultivos de coca y cultivos de alimentos, principalmente plátano, yuca y maíz.

El operativo de fumigaciones es acompañado por un fuerte operativo militar terrestre de los batallones Palagua, Rafael Reyes y Guanes. De acuerdo a las denuncias de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra - ACVC, debido al accionar militar "fue herida con dos balazos en la pierna una campesina de la vereda Caño Tigre. Cinco aserradores de madera de la vereda Puerto Nuevo Ité fueron detenidos arbitrariamente y amarrados por el ejército durante cinco días, sometidos a interrogatorios y malos tratos hasta que finalmente fueron liberados. Este tipo de detenciones se han presentado recurrentemente".

Según Ramiro Ortega, dirigente de la ACVC lo peor de las fumigaciones es el impacto sobre la salud humana y el medio ambiente. "En la vereda Puerto Matilde cuatro mujeres han abortado involuntariamente después de sentir malestar, este tipo de casos se registra en otras veredas de la región. Igualmente son comunes los casos de ampollas en la piel", manifiesta el líder campesino.

Para la economía los impactos son igual de desastrosos, "se está fumigando parejo, como queriendo acabar con todo, todas las gallinas han muerto, a Don Rodrigo, un vecino de 80 años le fumigaron 5.000 matas de yuca, le acabaron lo que le queda de vida", se queja Ramiro.

En palabras del presidente Uribe las fumigaciones continuarán "para acabar con la fuente de financiamiento de la guerrilla", así lo manifestó en su reciente visita a Arauca, donde además les propuso a los cultivadores de coca ser "soldados campesinos de a caballo y guardabosques". En palabras de Manuel Marulanda, comandante de las FARC - EP, "nosotros ya estábamos antes de la coca y estaremos después de ella, si aquí no cambia nada". Esta organización guerrillera además propuso, durante la Audiencia Pública Internacional sobre Medio Ambiente y Cultivos Ilícitos (celebrada en el Caguán el 29 de junio del 2000, en el marco del proceso de paz), la reforma agraria, un nuevo modelo de desarrollo y la legalización de las drogas, como forma de solucionar estructuralmente el problema de los cultivos de coca.

Mientras tanto en los alrededores de Puerto Matilde, el círculo vicioso de las fumigaciones sigue su marcha, la tarde cae, no hay yuca, no hay gallinas, no habrá niños, los búfalos del proyecto, embajadores sobrevivientes de Naciones Unidas en esta tierra, se meten al agua, como escondiéndose de los desafueros del hombre; y el Río Cimitarra, sinuoso, también triste, se traga los últimos rayos de luz y de esperanza.

Puerto Matilde, Valle del Río Cimitarra, Julio 30 del 2003