Manifiesto resolutivo:
Hemos esperado seis meses. Establecimos compromisos con Lucio Gutiérrez para cumplir el mandato del 21 de Enero del 2000, a fin de refundar la república, reactivar la producción, salir ordenadamente de la dolarización, derrotar la corrupción pública y privada, construir un cuarto poder moral de la Nación; detener el ALCA, defender la soberanía e impulsar una integración diferente; impedir las privatizaciones de los recursos estratégicos, sobre todo petróleos, electricidad, telecomunicaciones, seguridad social, educación y salud, y desarrollar un firme proceso de modernización; impulsar una política de paz y de no alineamiento ante el conflicto colombiano; impulsar la reactivación de la economía rural y un plan nacional de desarrollo humano para enfrentar la pobreza y el desempleo.
Pero vemos con indignación que Lucio Gutiérrez ha optado por continuar la misma política neoliberal que un día condenó; se ha unido con los representantes de la derecha oligárquica y moderna, con los Febres Cordero, los Mauricios y los Arboledas; se ha convertido en el principal aliado del gobierno de Bush y el más disciplinado ejecutor de las políticas del Fondo Monetario Internacional. No podemos tener ninguna esperanza en este camino, pues ya sabemos ha dónde a conducido a los pueblos de Nuestra América.
Las causas de la crisis no han sido resueltas, sino que se han ahondado: estamos ante una grave recesión económica, ha crecido el desempleo y subempleo y se nos ha conducido a un creciente involucramiento en la guerra en la Frontera Norte. Y, lo que es más preocupante, han surgido nuevas formas de autoritarismo, con la persecución contra los dirigentes laborales, indígenas, populares y sociales, ahora convertidos por el Gobierno en "delincuentes y terroristas", con la acción de redes de espionaje y la reimplantación de la Doctrina de Seguridad Nacional, como la norma máxima de la República.
Hoy, llamamos a todas nuestras organizaciones y a nuestro pueblo a decir ¡Ya Basta!
Estamos ante la obligación moral y política de retomar el camino histórico que construimos juntos en nuestra lucha los pueblos indígenas, movimientos sociales, organizaciones laborales, organizaciones campesinas, militares patriotas, fuerzas políticas, empresarios honestos, cristianos comprometidos, organismos de derechos humanos, organismos de defensa del medio ambiente, y ciudadanos/as democráticos.
Estamos ante una disyuntiva programática: o somos capaces de cerrar el paso a las fracasadas recetas neoliberales o veremos la destrucción de nuestra Patria. No hay espacio para posiciones intermedias.
Hoy, en este CONGRESO DE LOS PUEBLOS, reasumimos nuestro camino de unidad e independencia. Concluyeron los tiempos de las manipulaciones del diálogo, de los pliegos de aspiraciones, los mandatos y los pedidos al gobierno. Iniciamos nuestro camino soberano, en una línea de oposición democrática y de impulso del PLAN DE GOBIERNO DE LOS PUEBLOS.
Se resuelve, en conjunto y unitariamente las siguientes disposiciones de nuestras organizaciones para todo el territorio de la República:
1.- Vamos a organizar a nivel sectorial, regional y en cada provincia, el CONGRESO DE LOS PUEBLOS, como un espacio de unidad y de decisiones para defender la soberanía, el patrimonio nacional, la vida y la democracia y presentar ante el país y debatir con la sociedad en su conjunto el Plan de Gobierno de los Pueblos aprobado por todos y todas el 20 de julio de 2003.
2.- Llamamos a todas las fuerzas sociales, indígenas, productivas y políticas que estén dispuestas a enfrentar la política neoliberal y a construir un Ecuador justo para todos y todas, a participar en este proceso de unidad y lucha.
3.- Convocamos a todo el pueblo ecuatoriano, defraudado por la traición del Gobierno, a movilizarnos el 21 de agosto del 2003.
4.- Para buscar una salida a la crisis, planteamos:
a) Detener las privatizaciones y concesiones del petróleo, electricidad, seguridad social, telecomunicaciones, educación y salud; suspender el intento del Gobierno de apoderarse de los fondos de la seguridad social y de los excedentes petroleros, para destinarlos al pago de la deuda externa; e impulsar un proceso de modernización de las empresas públicas.
b) Impulsar la lucha por un Plan Emergente de reactivación económica, que empiece por el respaldo al campo y a las empresas productivas públicas y privadas, por suspender todas las formas de continuación del salvataje bancario, y por acordar una salida ordenada de la dolarización. Rechazar la elevación de los impuestos, en particular a los predios rústicos, y de las tarifas de los servicios básicos, en particular de la electricidad y la telefonía.
c) Exigir el cese de la persecución contra los trabajadores petroleros, maestros de la Politécnica Nacional, comunidades indígenas de Sarayacu, y más compañeros/as acusados/as de "subversivos y terroristas". Defender el respeto del derechos a la organización, a la privacidad de la comunicación y exigir se eliminen las redes de espionaje. Demandar a los organismos judiciales, en particular, a la Fiscalía, no se someta a las presiones políticas del Ejecutivo, y levante inmediatamente las injustas ordenes de prisión y vistos buenos contra nuestros compañeros y compañeras. Exigir la inmediata salida del Frente Económico y del Ministro de Energía, Carlos Arboleda.
d) Fortalecer la campaña de lucha contra el ALCA, la Base de Manta, el Plan Colombia y las privatizaciones.
e) Defender los derechos laborales a la organización, a un salario digno, a la contratación colectiva. Defender el derechos de los jubilados a una elevación sustancial de las pensiones. Detener el "proyecto de Ley de Unificación Salarial" propuesto por el Gobierno, que es una trampa para destruir la estabilidad de los trabajadores y reducir sus ingresos. Proponer, en su defecto, una Ley de Equidad Salarial y exigir el respeto de los derechos de los comerciantes minoristas e informales.
f) Luchar por la elevación del presupuesto social, para combatir la pobreza, sobre todo con el fortalecimiento de la educación, la seguridad social y la salud pública. Oponernos a las migajas de los "Bonos de la Pobreza" y de las palas, picos y azadones. Oponernos a la elevación del precio del gas y exigir una política que elimine a los intermediarios, controle el contrabando y el consumo suntuario, y fortalezca la participación de PETROECUADOR en el envasado y la comercialización.
Esta es la hora de la UNIDAD. Vamos a juntar nuestras fuerzas para construir el país que aspiramos para todas y todos, porque sabemos que OTRO ECUADOR SÍ ES POSIBLE.