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Latinoamérica


17 de julio del 2003

Sobre el ex comandante guerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos, actual asesor del presidente colombiano Uribe Vélez
La zanahoria y el garrote

Alberto Pinzón Sánchez
ALTERCOM
El prestigioso analista y conferencista de la Universidad de Oxford y ex comandante guerrillero salvadoreño Joaquín Villalobos, ha sido invitado por el gobierno de Álvaro Uribe, a analizar el futuro del conflicto colombiano, a partir de lo que él llama la derrota de las FARC. Para esta contratación, Villalobos contó con la plataforma de lanzamiento de la Revista Semana, a través de la cual acaba de darnos unos sustanciosos adelantos, de lo que será su gran aporte teórico.

Lo primero que salta a la vista, después de ver la carismática foto del Presidente Uribe y su Asesor de Guerra, son sus pedreros argumentos propios de un "cabo viceprimero", con los que intenta aproximarse a una realidad tan compleja como la colombiana, sin ningún meollo y sin mucho "análisis concreto de la situación concreta" , verídico, que según dice usó en su tierra.

La analogía fantasiosa, apoyada en extrapolaciones no verificables y sin ningún contexto real, lo cual constituye la forma de pensamiento más primario de los humanos, es todo su arsenal teórico, que le permite de manera muy sesgada (aún no se sabe cuanto le pagaron) analogar dos conflictos que lo único que tienen de común, es que están en Latinoamérica, y que emplearon la metodología guerrillera.

¿Cómo se le ocurre al "relamido" Asesor Presidencial de Uribe Vélez comparar lo ocurrido hace 20 años en plena Guerra Fría en su país, El Salvador, con lo que está aconteciendo hoy en Colombia. Y la toma militar por unos días, no de de su capital, sino de algunos barrios periféricos para compararla con Bogotá que tiene ya 10 millones de habitantes? Se necesita estar muy "fuera de foco" para comparar en calidad y cantidad al ejército colombiano y al fenómeno paramilitar, con sus símiles salvadoreños.

Además, oculta perversamente, en su "análisis" del conflicto colombiano: el exterminio de la Unión Patriótica causado por el terror del Estado, los procesos de paz de Belisario, Gaviria y el de Pastrana con su Plan Colombia (made in USA), las seculares guerras campesinas, la llamada violencia liberal-conservadora, los Generales "koreanos" y su guerra psicológica, el estado de sitio frentenacionalista y la acumulación de capital, en fin, todos los antecedentes inmediatos y mediatos del surgimiento en Colombia, de las Guerrillas de Primera y Segunda Generación, para extrapolarlos o equipararlos con la historia de su pequeño país, martirizado y traicionado, El Salvador.

El flamante Asesor de Uribe Vélez, saca conclusiones tremendamente graves para nuestro país como la de que la guerra ya se ganó, y que "quizás no haya una batalla militar final sino una victoria diluida sin reconocimiento político". Lo único que deja en claro es un interés perverso de prolongar el desangre en Colombia y evitar una solución política al conflicto interno, lo que "todo el mundo", incluida la embajadora estadounidense en Colombia Ana Patterson, está previendo.

En Oxford le debieron enseñar al mentado Asesor uribista que, desde la época del General prusiano Von Clausewitz, toda guerra tiene detrás unas ideas, sean ellas de nación, religión, cultura o clase social, las mismas que llevan concientemente a los seres humanos a empuñar armas para imponerle su voluntad al adversario y que, luego, ese conflicto tiene un desenvolvimiento o una historia particular. Así mismo, tuvieron que informarle, o de lo contrario deberían devolverle el estipendio, que desde la época milenaria del General chino Sun-tsu, al hacer un análisis simple de las guerras, a éstas se les debe aplicar las más elemental coordenada triangular de Espacio, Tiempo y Tecnología, incluyendo en esta última a los seres humanos con sus conocimientos o "software" y los fierros o "hardware", así sean fusiles viejos y explosivos caseros, que matan y eliminan.

Una lectura objetiva de la realidad-real de Colombia, muy alejada de la "guerra oficial de propaganda" que cita el Asesor, muestra que la Insurgencia dispone del recurso Tiempo. En cuanto al Espacio, se puede decir que ya está en todo el mapa geográfico del país. Y en Tecnología, no puede desconocerse que en 40 años, han acumulado bastante "software y hardware" como para esperar, en un corto plazo, a "gastar" la maquinaria de guerra Estatal.

Ahora bien, ¿que propósito tiene dar toda una serie de argumentos militares y políticos para demostrar la derrota de las FARC, para finalizar diciendo que "el gran error de la guerrilla no ha sido político, ni militar del cual se hubieran salvado, sino romper con su propia ética", y a renglón seguido asegurar que "no importa que se digan terroristas y opresores un día y alzados en armas y gobierno al siguiente"?.

¿Es acaso esa la ética, a la que se refiere el ex comandante que llevó a regalar, para no decir traicionar, una lucha popular y a mercar un conflicto social que según él estaban ganando, para convertir a su país en uno de los más pobres y míseros, dependientes y dolarizados de la América Latina?

A no ser que Villalobos este exhibiendo el garrote y "todo el mundo", la zanahoria. Entonces, ¿a quién creerle?.

*El Dr. Alberto Pinzón Sánchez, médico y antropólogo, participó en la Comisión de los Notables en el pasado proceso de paz en Colombia y ahora como ensayista se dedica a impulsar una salida política al conflicto en su país.