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Latinoamérica

8 de julio del 2003

Sobre la canasta de la dignidad y el salario mínimo

Patricio Malatrassi
Taller de Economía ICAL, nº 32
"En el transcurso de la última década, esta misma América Latina pasó de 10.000 millones de dólares de gasto militar a 28.000 millones de dólares por año (el presidente socialista chileno Ricardo Lagos fue, de toda la región, quien se mostró más generoso con sus generales, seguramente para agradecerles la muerte de S. Allende)". Maurice Lemoine. América Latina, Cuba y la Democracia. Le Monde Diplomatique N° 31.

Su excelencia el Ilustrísimo Presidente de la República de Chile que luce el rótulo de socialista acaba de lanzar con esa capacidad de "hablar en lenguas" que le es tan propia una frase seguramente elaborada y pulida por sus asesores de que el alza del IVA "es un triunfo de aquellos a quien esta legislación está dirigida, los sectores modestos que esperaban tener salud, los más pobres que esperan resolver parte de sus aflicciones con Chile Solidario".

En este mismo escenario el gobierno ha planteado problemas recurrentes como el Salario Mínimo o el desempleo. El Ministro de Hacienda en los altos parapetos de su economía neoliberal ve desmoronarse uno a uno los blindajes macroeconómicos y no encuentra la salida hacia un crecimiento económico que dé garantías de resolver sus problemas de subsistencia a las grandes mayorías nacionales, entregadas sin contemplaciones a la rapacidad del empresariado y del capital financiero transnacional.

En este contexto ICAL, a través de su taller de economía, entrega a los trabajadores del país una herramienta de desmitificación de las cifras oficiales con respecto al salario mínimo. Pues subir el salario mínimo actual de $ 111.200 a $ 115.648 no hace sino congelar un valor que a todas luces es insuficiente, pues las cifras a que hemos llegado en nuestros cálculos no hablan de situaciones extraordinarias, sino apenas de valores que conforman lo que hemos llamado una pobreza digna. Es decir un valor para vivir con alguna dignidad en el siglo XXI.

El coro de economistas del sistema que sirven al dorado mundo del empresariado llaman a no incentivar el salario mínimo este año pues los más castigados "serían" los propios trabajadores. Abordan la situación como un futuro potencial, disfrazando sin pudores el hecho relevante de que el nivel de desempleo no depende del nivel de salarios, sino de la demanda efectiva.. Aún teniendo en cuenta los incrementos que ha tenido en su poder de compra real del período 1998-2000 la evidencia empírica (Documento de Trabajo N° 157.Departamento de Economía de la Universidad de Chile) señala que, a pesar de su importancia en el consumo interno, no hay ningún indicador que muestre que dichos incrementos determinen pérdida de empleo. Así, la realidad señala que la brecha del 15 % en el salario mínimo no estuvo asociado a cambio alguno en la estructura del empleo.

Este análisis da por tierra con el cuco esgrimido por los empresarios y deja sin base las tímidas peticiones, de quienes se han dejado intimidar por esta lógica del miedo. Lo real es que el accionar del gobierno y del empresariado a este respecto en el sistema capitalista y su modelo neoliberal se ajusta como elemento integral y estructural en la insaciable necesidad de beneficios del capital nacional y transnacional y su función es :

-Ejercer una constante presión a la baja de los salarios de los que tienen empleo y;

-Fungir como almacén humano ante las oscilaciones coyunturales en la demanda de mano de obra.

En lo económico, los economistas burgueses no disponen de ninguna explicación plausible del desempleo masivo, fenómeno adherido a la economía capitalista moderna, ni tampoco de elementos para resolverlo.

Por lo tanto, a las pérdidas y en forma oportunista plantean la reducción de los salarios y demás costos laborales, situaciones verdaderamente absurdas en el ámbito chileno, donde el 60 % de la población económicamente activa sobrevive con empleos precarios y gana un ingreso mensual promedio de 250 dólares, cuando la canasta básica de dignidad en Santiago es de 542 dólares. (Ingreso autónomo familiar $382.342. Canasta Ical 2003).

Más de 500 mil trabajadores recibirán en el futuro el salario de $ 115.684 impuesto por el gobierno, situación que afectará a más de 2 millones de personas y fijará una pauta de pauperización para el conjunto de los salarios a nivel nacional.

Si se asumiera una forma más realista de mostrar el desempleo, que incluya desocupados que se cansaron de buscar trabajo y que por tanto no aparecen como desocupados tendríamos una tasa de desocupación de 23,8 % Nivel de los últimos treinta años en la cual no ha tenido ninguna relevancia la existencia o no de los salarios mínimos.

Por tanto, para nosotros la canasta de la dignidad es una fórmula de defensa de los trabajadores, un regulador para el conjunto de los salarios, un indicador básico del derecho fundamental a una existencia digna, un alerta a los salarios precarizados al antojo de las fuerzas ciegas del mercado. Una señal clara sobre el límite de la pobreza. Además, en otra perspectiva, es una variable económica capaz de potenciar la demanda agregada, elemento clave en la actual coyuntura económica, que puede contribuir en forma decisiva a la reactivación de pequeñas y medianas empresas agobiados por las deudas y sin salida para su producción.

Esto ni siquiera debe significar un déficit fiscal puesto que los efectos multiplicadores del mayor gasto también se traducirán en un aumento de los ingresos fiscales por mayor recaudación tributaria.

La canasta está construida utilizando precios oficiales entregados por el INE y para una familia de 3,9 personas donde trabajan 1,4 personas, parámetros fundamentados en datos de la encuesta Casen 2000 y se ha constituido en un indicador a partir del año 2001. Estos son sus valores y su salario mínimo asociado:

CANASTA DE LA DIGNIDAD ICAL 2003
En pesos 2003

 

 

ITEM

$

%

 

ALIMENTACIÓN

139.189

33,9

 

VIVIENDA

86.795

21,2

 

VESTUARIO

45.106

11,0

 

TRANSPORTE

56.264

13,7

 

VARIOS

82.884

20,2

 

TOTAL

410.238

100


Fuente: Series de precios INE ,Encuesta Casen 2000 Elaboración Ical

SALARIO DE LA DIGNIDAD ICAL 2003 En pesos 2003

 

 

Ingreso familiar satisfacción de necesidades básicas

$ 410.238

 

Ingreso autónomo familiar

$ 382.342

 

Salario mínimo bruto

$ 341.377

 

Salario Mínimo líquido

$ 273.101


Fuente: Parámetros Encuesta Casen 2000.Elaboración Ical
Nota : Este valor equivale aproximadamente A US$ 399.0 mensuales.

Tenemos entonces que cualquier monto de salario por debajo de esta cifra resulta absolutamente insuficiente y no resolverá la situación de marginalidad y pobreza de los 9 millones de chilenos que tienen ingresos por debajo de un salario mínimo nominal de $ 273.101.

Esta es una cifra que seguramente llamará a escándalo a un gobierno y a una clase social que guarda absoluto silencio ante el despilfarro de millones y millones gastados en armas o defraudados al patrimonio social y la venta de lo que queda en manos del Estado en las empresas sanitarias.