Clarín
Fue detenido en el interior de San Pablo uno de los líderes históricos del Movimiento de los Sin Tierra, José Rainha. Es la cuarta vez que el dirigente es enviado a prisión, pero la primera en el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva. Un juez de la ciudad de Teodoro Sampaio dio la orden de captura de Rainha por los cargos de asociación ilícita y robo calificado.
La dirección del MST decidió convocar a una marcha de protesta. El coordinador nacional del movimiento Gilmar Mauro, no dudó de las intenciones "políticas" que se esconden detrás del apresamiento de los dirigentes campesinos. "Fue una provocación: hay una tentativa de hacer aparecer al movimiento como una banda de facinerosos y, por otro lado, buscan forzar una reacción violenta de nuestra parte. Pero nosotros actuaremos políticamente".
Los líderes del MST, entre ellos Mauro, estuvieron reunidos la semana pasada con Lula da Silva. En esa oportunidad, Lula posó para las fotos con la gorrita de la organización, a diferencia de su antecesor, Fernando Henrique Cardoso, quien se negó a vestir el bonete.
Mauro fue recibido ayer por el presidente del Supremo Tribunal Federal (la Corte Suprema), Mauricio Correa. En esa cita, el dirigente cuestionó la persecución desatada contra los campesinos en varios estados brasileños. "La lucha social no es un delito y por eso vamos a continuar presionando por la reforma agraria", declaró. Planteó que si la distribución de las tierras se hubiera realizado antes hoy ya no habría conflictos en el campo.
Ante la ofensiva desatada por los Sin Tierra para lograr que se asienten más familias campesinas, los hacendados, sobre todo en los estados agrícola-ganaderos, están armando defensas de las propiedades con pequeños ejércitos. Esto crea una situación explosiva en el campo, en San Pablo, Paraná, Santa Catarina y Río Grande del Sur.
Según el titular de la Corte, Mauricio Correa , quien también se reunió hace dos días con los legisladores representantes del sector agrícola (conocidos como "bloque ruralista"). Estos le pidieron que condenara al MST por "invasiones" a las haciendas. Pero Correa optó por una fórmula cauta: "La propiedad ociosa o improductiva puede ser expropiada para la reforma agraria, desde que se realice el debido proceso legal", declaró. Los dueños de estancias temen que el gobierno de Lula dé prioridad a su plan de reforma agraria.
El conflicto se agranda porque gran cantidad de tierras abandonadas por sus dueños, con las nuevas tecnologías se pueden volver rápidamente productivas. Y el valor de la expropiación que paga el gobierno ya no resulta tan atractivo.
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