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Latinoamérica

MILLONARIA CAMPAÑA PARA TORCER LA VOLUNTAD POPULAR


Econoticiasbolivia.com

El gobierno boliviano utilizará mueve millones de dólares para desarrollar una intensa campaña mediática orientada a convencer a los ciudadanos sobre las ventajas de que las transnacionales exporten gas a los Estados Unidos a través de un puerto chileno.
Según confirmó el ministro de la Presidencia, José Guillermo Justiniano, la millonaria campaña será financiada por el Banco Mundial y otros organismos internacionales interesados en lograr que la ciudadanía acepte el proyecto impulsado por el consorcio petrolero de Pacific LNG, conformado por Repsol YPF, British Gas y Panamerican Gas.
Hasta ahora, la mayoría de la población ha rechazado este emprendimiento por considerar que solo beneficia a las empresas extranjeras y deja muy poco para el Estado y las regiones productoras de gas.
Según explicó en su momento el presidente de la transnacional British Gas, Edward Miller, los ingresos que obtendrían las petroleras sería superior a los mil millones de dólares al año (1.369,6 millones de dólares). En cambio, en impuestos y regalías el Estado boliviano solo recibiría entre 70 a 80 millones de dólares anuales, en el mejor de los casos, según las previsiones del ex superintendente de Hidrocarburos, Carlos Miranda, y del experto independiente, Francesco Zaratti. Esto quiere decir que, en la exportación de gas a los Estados Unidos, por cada dólar que se entregue al Estado y a las regiones, las petroleras extranjeras se embolsillarán casi 20 dólares.
Ante estas enormes diferencias, no es casual que la totalidad de los sindicatos urbanos y rurales, profesionales, estudiantes, campesinos, indígenas, clases medias, intelectuales y amplios sectores de policías y militares hayan cuestionado el proyecto, exigiendo que el Estado recupere el control y la propiedad sobre los hidrocarburos, hoy en manos de las transnacionales, para que el negocio beneficie al país y a los bolivianos.
Por ello, la millonaria campaña mediática se orientará a cambiar o, por lo menos, neutralizar este sentimiento contrario al proyecto y se centrará en mostrar que su eventual suspensión o eliminación traería consigo la pérdida total de ingresos para el país, así como se magnificarían los peligros de una eventual competencia exportadora del gas de Camisea proveniente del Perú.
Otro tema fundamental es la definición del puerto. "Vamos a tener el apoyo financiero del Banco Mundial y otras instituciones para poner en marcha un proceso de traspaso de información a la población, de modo que cuando se tenga que tomar una decisión sobre el puerto se lo haga de una manera adecuada y consistente", aseguró el ministro Justiniano.
En esta millonaria campaña también están alineadas las empresas petroleras, que ya han comenzado a financiar a un pequeño batallón de periodistas, varias publicaciones y programas radiales y televisivos, orientados a mostrar las ventajas del proyecto que es respaldado al interior del país solo por los gobernantes y sectores empresariales.
Según denunciaron diputados del opositor Movimiento al Socialismo (MAS), dirigido por el parlamentario cocalero Evo Morales, la campaña mediática tiene como objetivo fundamental refrendar de manera dolosa decisiones ya adoptadas como sería la exportación de gas por el puerto chileno de Patillos. El consorcio Pacific LNG ya optó públicamente por este puerto y la influyente embajada de Estados Unidos urgió a acelerar el proyecto.
La decisión final sobre el proyecto sería anunciada públicamente a fines de noviembre por el consorcio privado y el gobierno boliviano, el que ha dejado muy en claro que informará y consultará la opinión de los más importantes sectores de la población pero que la palabra final será de las autoridades.