VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

14 de julio del 2003

Las petroleras lo quieren todo


Econoticiasbolivia.com
Dueñas y señoras de la mayor riqueza no renovable de Bolivia, poderosas transnacionales del gas y del petróleo han comenzado a incursionar en las áreas protegidas poniendo en riesgo los recursos naturales y el medioambiente en el centro de Sudamérica.

Reportes oficiales establecen que una decena de empresas petroleras están construyendo campamentos, abriendo caminos, perforando pozos con amplio uso de explosivos y dinamita, explorando y explotando hidrocarburos en bosques y regiones protegidas legalmente para su conservación natural

Según un informe del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), las poderosas empresas petroleras extranjeras han logrado obtener hasta ahora un total de 24 concesiones en áreas, que por ley, y hasta hace poco, eran consideradas como un santuario de la vida silvestre y natural.

Las empresas extranjeras que están incursionando en estas áreas, con grave peligro para la estabilidad del ecosistema natural, son Repsol, Petrobras, Andina, Total, Chaco, Maxus y Don Wong, entre las más importantes.

Con relativamente escasas inversiones y al amparo de una legislación extremadamente favorable hacia la inversión privada junto a contratos onerosos y muchos de ellos tramposos, las petroleras extranjeras que operan en Bolivia han tomado el control y la propiedad de la riqueza hidrocarburífera nacional valuada en por lo menos 80 mil millones de dólares.

Las petroleras pagan muy pocos impuestos y de su multimillonaria actividad lo que dejan para el Estado es insignificante, por lo que su incursión en áreas protegidas ha generado la alarma de las organizaciones defensoras del medio ambiente y de las autoridades del sector.

Así, el responsable de la Unidad de Petróleo y Medio Ambiente del Sernap, José Coello, advirtió al matutino nacional La Prensa que "la presencia de las empresas petroleras en las áreas protegidas ponía en riesgo la conservación de las mismas, lo que podría provocar la ruptura de los compromisos internacionales, asumidos por Bolivia, en relación a los temas de biodiversidad y desarrollo sostenible".

Según el Sernap, la intervención de las petroleras en las áreas protegidas también "es el resultado de la política arbitraria del sector petrolero porque las empresas no buscan ninguna concertación para ver cuáles son los mejores sitios para licitar u otorgar concesiones hidrocarburíferas". Esta situación afecta principalmente a las zonas más sensibles de estas áreas como los bosques vírgenes y los lugares de reproducción de flora y fauna, señala el informe publicado en La Prensa.