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Uruguay

Sanguinetti y Lacalle imputan a la guerrilla el inicio de la desestabilización en el país
Fuertes divergencias entre los partidos
acerca de la gestación del golpe militar

LA REPUBLICA

En la jornada de ayer, la Cámara de Representantes realizó la última jornada de evocación del quiebre institucional. En horas de la mañana, representantes de todos los partidos políticos expusieron en el Salón de los Pasos Perdidos sobre "las perspectivas de futuro del Uruguay democrático".
Participaron del evento, el presidente de la República Jorge Batlle, los ministros Didier Opertti (Relaciones Exteriores), Guillermo Stirling (Interior) y el presidente de la Cámara de Diputados Jorge Chápper, así como diversas autoridades nacionales y departamentales. El panel estuvo integrado por los ex presidentes Luis Alberto Lacalle y Julio María Sanguinetti, el senador Rodolfo Nin Novoa, vicepresidente del Encuentro Progresista-Frente Amplio, el diputado Felipe Michelini (Nuevo Espacio) y el representante por la Unión Cívica Humberto Ciganda.
En horas de la tarde, las bancadas de los partidos políticos representados en el Parlamento aprobaron una declaración a través de la cual "reivindican la vigencia de la institución".
El líder del Foro Batllista, Julio María Sanguinetti, afirmó que en el año 1964 comenzó el "proceso de desestabilización institucional democrático cuando una soberbia armada en nombre de una revolución empezó a agredir la paz de un país que estaba gobernado por un noble colegiado al cual podría acusársele de cualquier cosa menos de autoritarismo". Sostuvo que cuando se llegó al 27 de junio de ese mismo año "ya estaban muy resquebrajadas y debilitadas las instituciones".
Más adelante indicó que "el atajo, el pacto con el diablo en virtud del cual la eficacia del autoritarismo es la que permitiría andar rápido se ha demostrado históricamente que ha fracasado, porque los países más ricos y justos del mundo han prosperado y se han desarrollado socialmente por la democracia".
Sanguinetti advirtió que debe reaccionarse ante la tendencia que existe de decir que "cuando se ve injusticia, pobreza o exclusión allí está negada la democracia", por lo que añadió que también debería decirse que "de esa situación sólo se puede salir a partir de la democracia".
Para Sanguinetti, la clase política debe prevenirse de "la crispación, la descalificación, intolerancia, la tentación morbosa de la lucha política que lleva a la descalificación y menosprecio y va sembrando lentamente, no en los actores sino en el ciudadano, la semilla de pensar que todos somos iguales a la hora de esa descalificación, lo que también se vivió en los años previos al golpe".
Lacalle: "Nada es seguro"
Por su parte, el líder herrerista, Luis Alberto Lacalle, expresó que su colectividad política, "sin un minuto de renuncia, luchó contra la subversión primero y, después contra la represión". Recordó que la nación, como comunidad, en la década de los años setenta era el resultado de "una destilación de factores de concordia e integración nacional: la escuela pública como integradora social y los partidos políticos, fundamentalmente el Partido Nacional y el Partido Colorado, como factores de integración vertical y sustentadores de la nacionalidad".
Lacalle considera que hasta el año 1972 las fuerzas armadas y policiales "cumplieron con su deber de detener un intento revolucionario, pero después en virtud de teorías internacionales e imitación de lo que sucedía en otras partes, otras minorías entendieron que se podía sustituir el gobierno popular y que con la connivencia del presidente de la República de entonces se podía clausurar el Parlamento".
"Esos diez años que van desde 1963 a 1973 están signados por la soberbia de fuerzas minoritarias que hirieron el concepto de nacionalidad. La sentencia más tremenda que pueda recaer sobre estos dos intentos es que fueron inútiles, porque ningún problema fundamental se ha solucionado. Sobre la dictadura cae la peor de las sentencias, porque procedió a la cirugía para nada", añadió el ex primer mandatario. "No creamos que tenemos nada seguro en materia de institucionalidad, porque la vigilancia es la condición de que exista la fortaleza institucional. El próximo año tendremos episodios comiciales, tenemos que encarar esa función con un sentido de memoria de lo que pasó, porque no creímos que iba a pasar nada y pasó todo", puntualizó.
Nin: "La democracia parte del ciudadano"
A su turno, el senador Rodolfo Nin Novoa (Alianza Nacional) advirtió que el futuro del Uruguay "será democrático o no será", y agregó que la democracia no es perfecta ni tiene consecuencias milagrosas, "pero es el mejor contrato que los seres humanos han logrado para organizar la vida en sociedad".
Mejorar progresivamente la democracia implica decir: "Sin parlamento nunca más, pero también nunca más a la intolerancia, soberbia, al insulto como argumento, a la fuerza como razón y a la violencia".
Añadió: "También decir nunca más a ruidos de sables, de cheques y nunca más creer que la economía de un país es un casino nacional y no confundir autoridad con autoritarismo, no más gauchadas a costa del Estado, nunca más uruguayos en la pobreza y niños padeciendo desnutrición, nunca más productores de brazos cruzados y uruguayos emigrando".
El parlamentario encuentrista resaltó que la dictadura pretendió fijar nuevas reglas, "pero no pudo borrar los valores persiguiendo hasta la muerte, en el caso de Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, a dirigentes políticos y parlamentarios".
"La democracia viene de abajo parte del ciudadano y fue allí donde resistió y creció, como por ejemplo en el plebiscito del año 1980, en las elecciones internas del año 1982 o entre quienes conformaron el Río de Libertad", puntualizó Nin Novoa.
Michelini: "Inspirado en la doctrina de la Seguridad Nacional"
Por su parte, el diputado Felipe Michelini (Nuevo Espacio) manifestó que el 27 de junio de 1973 convoca a la memoria de quienes ya no están, y al repudio de un sistema contrario al interés nacional "basado en la violación a los derechos humanos y de un terrorismo de Estado inspirado por una doctrina de seguridad nacional".
El legislador nuevoespacista recordó a los mártires de la época: "Líber Arce, Susana Pintos, Hugo de los Santos y los ocho comunistas asesinados en la Seccional 20ª de Agraciada".
Por otro lado, resaltó que "todavía quedan en el país sectores que en el afán de un proyecto, que no importa de qué signo, no tienen presente la importancia de la convivencia democrática.
Pero lo grave es que sectores golpistas de entonces y civiles partícipes no se han arrepentido ni de los hechos que llevaran al golpe ni de los crímenes cometidos pese a la impunidad de la que gozan".
Mientras, Iván Posada (Partido Independiente) sostuvo que la democracia y el futuro democrático "se debilitan sin remedio cuando prevalecen las visiones autoritarias sin importar el ropaje ideológico con que se vistan, porque son las que cultivan la intolerancia y sus patologías y devienen en la violación y desprecio de los derechos humanos.
En tanto, el representante por la Unión Cívica, Humberto Ciganda, consideró que si no se humaniza la economía "se estará arando en el desierto", y propuso que "debe reafirmarse la educación del ser humano a través de la familia la que debe estar cada vez más firme".