VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
Latinoamérica

7 de junio del 2003

Grupos de civiles operan en la frontera de Estados Unidos con México contra inmigrantes ilegales
EE.UU: Mexicanos en la mirilla

Ariel Florit
World Data Service

Grupos de civiles que operan en la frontera de Estados Unidos con México contra inmigrantes ilegales fueron acusados formalmente esta semana de cometer desmanes contra los mexicanos que intentan penetrar en territorio norteamericano y son capturados..
Alentadas probablemente por el espíritu anti-inmigración que impera en la administración republicana de George W. Bush, esas agrupaciones resultaron acusadas de causar diversos daños a latinoamericanos en esa situación, entre estos amenaza a mano armada, privación ilegal de la libertad, cateo ilegal, robo a mano armada, amenaza de muerte y maltrato..
Existe la sospecha extendida de que, además, las organizaciones "no oficiales" cometen además crímenes masivos..
La querella presentada por un despacho de abogados en Laredo, Texas y anunciada por la cancillería mexicana busca que se procesen judicialmente varios de esos grupos, entre estos Ranch Rescue y Border Rescue, ambas dedicadas por su cuenta a detectar indocumentados que intentan ingresar a Estados Unidos..
Aunque entidades como esas no son reconocidas por los servicios norteamericanos guardafronteras, son tolerados. Algunas han anunciado incluso que utilizan aviones propios de reconocimiento sin piloto para esas operaciones..
Por lo menos cuatro granjeros estadounidenses, Joseph Sutton, Torre John Foote, Henry Mark Coner y Casey James Nethercott, están involucrados en abusos contra cuatro mexicanos y dos salvadoreños..
La querella expresa que esas personas estuvieron motivadas por el racismo cuando detuvieron, asaltaron y aterrorizaron a esos inmigrantes de origen hispano en la frontera..
Foote, quien es uno de los cabecillas de Ranch Rescue-Texas y portavoz de esta a nivel de toda la Unión Americana, tiene afanes paramilitares y ofreció su rancho como base de "operaciones" contra los indocumentados..
Las estadísticas indican que si la situación de los inmigrantes ilegales en Estados Unidos era difícil antes de los atentados de septiembre de 2001, tras estos se tornó mas compleja aun..
Esas cifras indican que casi 800 extranjeros detenidos en Estados Unidos después del 11 de septiembre de 2001 por violar leyes de inmigración, fueron tratados con "excesiva severidad"..
La investigación NO fue lanzada por grupos autónomos defensores de los derechos civiles sino por el inspector general del departamento de Justicia, Glenn Fine, contenida en un informe de 198 páginas..
Fine reconoció que han ocurrido "una serie de irregularidades" en la detención, los abusos sufridos por los detenidos y culpó al Buró Federal de Investigaciones (FBI) por "no haber hecho distinciones entre sospechosos de terrorismo y quienes no tenían sus documentos en regla"..
Sin embargo, el departamento de Justicia de Estados Unidos expuso a su vez en el reporte que ese tipo de acciones "fueron conducidas dentro de la ley"..
"No hay excusas para encontrar todo medio legal posible a fin de proteger a los ciudadanos estadounidenses de lo que llama "ataques terroristas", dijo el informe. La instancia no pudo negar no obstante "problemas significativos en el trato de los detenidos"..
"Problemas significativos" es un eufemismo para mencionar detenciones sin cargos por mas de 80 días y maltratos a esas personas entre estos encierros al menos 23 horas por día en sus celdas con la luz encendida permanentemente..
Los prisioneros han sido obligados a movilizarse con esposas y grillos, además de haber sido objeto de abusos verbales y físicos. Se estima que en Estados Unidos residen aproximadamente siete millones de indocumentados. El 69 por ciento de ellos provienen de México. Los países que siguen son El Salvador, Guatemala, Colombia, Honduras, China y Ecuador.