11 de junio del 2003
El barco de la infamia llega a España
La Corriente Alterna 
  
  Para la Armada chilena es la 'dama blanca'; para las asociaciones de víctimas 
  de la dictadura de Pinochet: el 'barco de la infamia'. Su nombre es Esmeralda, 
  y fue un buque usado como centro de tortura tras el Golpe del 73. Recalará 
  en el puerto gallego de El Ferrol desde el 23 al 27 de julio para fondear después 
  en Tenerife (4 y 7 de agosto).
  
  El juez Baltasar Garzón pedirá a las autoridades españolas 
  que requisen el buque o, por lo menos, que se impida su entrada en aguas 
  territoriales españolas. 
  
  El barco ha comenzado un polémico crucero por varios países europeos, 
  aunque las protestas le impedirán atracar en Holanda y en Suecia. 
  Está previsto que durante todo el mes de junio el Esmeralda recale en 
  los puertos de Rouen (Francia), Brernerhaven y Lübeck (Alemania); para 
  proseguir en julio por Darmouth y Londres (Reino Unido) y después llegar 
  a costas españolas. 
  
  Cámara tortura flotante 
  
  Según consta en documentos de la Comisión Interamericana de 
  Derechos Humanos de la OEA, Amnistía Internacional, el Senado 
  Norteamericano y el Informe de la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación 
  de Chile, el barco fue utilizado tras el golpe del 11 de septiembre de 
  1973 como cámara de tortura flotante por el ejército chileno. 
  La Comisión de Verdad chilena señala que una unidad especializada 
  de la Armada se instaló en el interior del Esmeralda con el objeto de 
  interrogar a los detenidos que se encontraban en las misma nave y otros 
  traídos de otros recintos de reclusion de la Armada. Aunque el número 
  de detenidos varía según los testimonios, el Senado Norteamericano 
  señaló en un informe de 1986 que llegó a haber 112 personas 
  retenidas . 
  
  La Comisión de la Verdad y la Reconciliación constituida en Chile 
  sostiene que los presos eran sometidos a interrogatorios que, por regla general, 
  incluían torturas y malos tratos. Mientras las víctimas insistían 
  en que su martirio consistía en prácticas como la descarga 
  eléctrica en zonas sensibles, el chorro de agua salada a presión 
  y el teléfono, un método que consiste en golpear 
  simultáneamente sobre los dos oídos. 
  
  Olvidar el pasado 
  
  El jefe de comunicaciones del buque, el teniente Claudio Aguirre, no 
  quiere entrar en polémicas: "Nuestro ámbito de acción consiste 
  en visitar países y estrechar lazos de amistad. Hay cosas de hace 
  mucho tiempo atrás que no vale la pena tocar".