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Latinoamérica

Atacan a campesinos Sin Tierra; un muerto y 10 heridos
Primer abucheo a Lula en Brasil, al participar en el congreso de la CUT

AFP, REUTERS, DPA Y PL

Sao Paulo, 4 de junio. Por primera vez desde que asumió la presidencia de Brasil, en enero pasado, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva fue abucheado, aunque al mismo tiempo ampliamente aclamado, cuando participó este miércoles en el congreso de la Central Unica de los Trabajadores (CUT), la principal agrupación obrera del país que él mismo fundó hace 20 años.
Por otro lado, un trabajador del Movimiento de los campesinos Sin Tierra (MST) murió y 10 más resultaron heridos, tres de ellos de gravedad, al ser atacados por hombres de un terrateniene en una hacienda del nordestino estado de Paraíba, informó una dependencia de la Iglesia católica.
Los hechos ocurrieron cuando unos mil 500 sin tierra estaban cosechando en una hacienda de la zona, de la cual habían sido desalojados hace tiempo aunque continuaban trabajando la tierra, y fueron sorprendidos por un grupo armado del propietario, identificado como Marcos Napoleao, indicó el comunicado de la Pastoral de la Tierra.
Por otro lado, con aplausos y gritos de "Lula, Lula", los delegados del Congreso de la CUT dieron la bienvenida y despidieron al presidente, el ex dirigente sindical que encabezó las duras huelgas del tiempo final de la dictadura y ayudó a renovar el sindicalismo brasileño.
Pero Lula también recibió algunos abucheos y silbidos de los sectores más radicales, así como pancartas desplegadas a su llegada criticando su propuesta de reforma del sistema de pensiones, que prevé pérdidas de algunos de los privilegios disfrutados por los empleados públicos.
"Abajo las reformas neoliberales del gobierno burgués de Lula y del FMI", se leía en un cartel.
Fueron las primeras rechiflas públicas a Lula desde que llegó al poder hace cinco meses. El presidente de la CUT, Joao Felicio, lo había anticipado: "el 5 por ciento de delegados (vinculados al Partido Socialista de los Trabajadores Unificado, PSTU) abucheará, y 95 por ciento lo aclamará".
"No me preocupan los abucheos, los creo tan importantes como los aplausos, ya me abuchearon por crear el Partido de los Trabajadores (1980) y la CUT (1980)", declaró Lula, quien pronunció en la sede obrera un emotivo discurso en el que dijo sentirse "como en casa", y aseguró que no olvidará los "compromisos" que asumió de mejoras sociales, crecimiento económico e integración sudamericana.
Lula, quien según las encuestas cuenta con 78 por ciento de popularidad entre la población, añadió, sin embargo, que "tenemos apenas cinco meses de gobierno y si yo fuese un niño todavía dentro del vientre de mi madre, aún faltarían cuatro meses para que las personas digan si soy bonito o feo".
En tanto, el mandatario está tratando de capotear el temporal de descontento por las altas tasas de interés -sin desautorizar a su ministro de Hacienda, Antonio Palocci-, que ha logrado devolver la confianza de los mercados.
Lula se reunió hoy con el vicepresidente José Alençar, próspero empresario del derechista Partido Liberal, para tratar de poner punto final a las críticas de éste a la política económica. El ministro de Planificación, Guido Mantega, también se ha sumado a las críticas a los intereses que cobran los bancos por el dinero que prestan, asegurando que son "un asalto a mano armada".
El presidente del Banco Central, Henrique Meirelles, también entró en la polémica al señalar que no se pueden confundir los intereses básicos, con los que se pretende controlar la inflación, con los que cobran los bancos.