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Latinoamérica

14 de mayo de 2003

La diputada venezolana Desirée Santos Amaral defiende las bondades de la Ley de Medios
"Las radios y emisoras alternativas salvaron la democracia en Venezuela’

Douglas Bolivar para Rebelión

Cuando al hoy presidente de Venezuela le tocó aquel 4 de febrero del 92 decir frente a las cámaras la frase "por ahora’’, en el recinto del Concejo Municipal de la Alcaldía de Caracas se oyó la voz de una reportera gritar entre los escasísimos ediles que no salieron a esconderse: "Todavía quedan hombres en este país’’. Desde el 69 anda pateando las calles detrás de las noticias en casi todas las fuentes (incluyendo la policial), aunque su última faceta sea como diputada de la Asamblea Nacional detrás de la trinchera revolucionaria del MVR, concretamente en medio de la zanja donde actualmente se pule un tema que en mucho determinará el futuro del país: la Ley de Responsabilidad Social de los Medios, instrumento que la parlamentaria Desirée Santos Amaral defiende como a un hijo y que está pronto a discutirse en segunda y definitiva ocasión.

-¿Por qué tanta resistencia de un sector hacia la Ley de Medios?

-Porque los dueños de los medios siempre han tratado de impedir cualquier regulación, sobre todo en lo que se refiere a la televisión, se han negado a toda posibilidad. En el caso de la televisión, ha habido por lo menos trece intentos por actualizar la legislación que data desde los años 40. Siempre hicieron una campaña contraria a que se regularan los contenidos, incluso cuando se trató de poner horarios infantiles ellos hicieron una campaña en contra. Nunca han sido amplios y receptivos a la hora de aceptar lo que es universal: en todos los países hay regulaciones. "Igual que cuando la reforma constitucional 92, que se paralizó o fue engavetada la propuesta de regulación, porque los dueños de medios se oponían al derecho a réplica. Cuando se discutió la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, también hicieron una campaña, en esa oportunidad por la información veraz. Cuando se discutió la Ley del Ejercicio del Periodismo, alegaron mordaza, inconstitucionalidad. Se agarran de cualquier argumento para impedir que realmente haya una norma que regule su actividad. La Ley de Responsabilidad Social de los Medios va a actualizar toda la reglamentación y, sobre todo, va a hacer compatible todos los principios constitucionales, en materia de derechos de los niños. Esto es un deber de la Asamblea Nacional.

-¿Qué grandes cambios de fondo propone la Ley?

-Por ejemplo, garantizar una televisión sin violencia, que tenga una programación en el horario protegido que beneficie a los niños, niñas y adolescentes, que sea compatible con el artículo 78 de la Constitución Nacional. Esos derechos son prevalentes, es decir, están por encima de cualquier otro. No se puede seguir aceptando una programación que no adecúa sus mensajes en el horario protegido para el desarrollo integral de los niños. Además, la Ley garantiza que las personas con discapacidad auditiva tengan acceso a los mensajes, como en todos los países. ¿Quién puede estar en contra de una decisión de esa naturaleza? La Ley también otorga garantías al pueblo de estar oportuna y verazmente informado, sin que haya ninguna censura, porque los dueños de los medios han impuesto la dictadura (mediática). Ellos deciden qué sale y qué no; tampoco dan todas las versiones de un mismo hecho, imponen un criterio, se han convertido en un sector que ha dejado de ser el vehículo para que la gente tenga el derecho a informarse con objetividad, con la verdad, que es una norma irrenunciable. Los medios se han convertido en uno de los extremos de la situación política. Se han convertido en el factor clave de la conspiración: bastaría con que alguien haga un análisis de contenido. Han pretendido imponerse como un poder, al margen de cualquier otro de los poderes del Estado. Siempre fue así, lo que pasa es que se consiguieron con un Gobierno y con parlamentarios débiles y chantajeables. Antes hacían las mismas campañas, pero rápidamente el Gobierno y los parlamentarios cedían. Ahora se consiguieron con gente que no cede y que no se va a dejar chantajear. Pero es que además, el sector que está hoy en el Gobierno siempre fue el excluido de los grandes medios, a los que nunca tuvo acceso. Había, incluso, campaña contra los políticos de la izquierda venezolana, que eran juzgados de chusma, de marginales, y entonces resulta que el pueblo le dio su confianza a un proyecto de cambio, al que se resisten los medios porque son los del gran capital, porque en Venezuela los medios son un poder económico, que siempre quiso hacer lo que le dio la gana. Ahora se tienen que ajustar a la nueva Constitución de la República Bolivariana, que es un proyecto distinto al que imperó en este país durante muchos años.

-¿La continuidad en el avance de la revolución bolivariana depende en alguna medida de la aprobación de la Ley de Medios?

-Esa ley en especial, porque no se puede seguir sometiendo al pueblo, especialmente a los niños, a mensajes que distorsionan conductas y no garantizan ningún desarrollo pleno. Esto es parte de un proyecto de un Gobierno que tiene como prioridad darle al pueblo calidad de vida y justicia social, igualdad sin discriminación, educación.

-¿La ley incluye la figura del Defensor del Televidente, como existen en muchos países?

-Estamos recogiendo todas las propuestas, el Proyecto de Ley ha sido ampliamente difundido. Salvo la Constitución, nunca antes una ley había sido tan difundida y tan discutida por los diversos sectores, lo que la ha enriquecido mucho. Hemos hecho el planteamiento del Defensor de los Televidentes, y vamos a presentar el informe lo más pronto posible, porque queremos que la Ley de Medios tenga plena vigencia a mediados de junio.

-¿Qué tipo de plataforma crea para la comunicación comunitaria?

-La ley democratiza el espectro, eso es muy importante. Las emisoras y radios alternativas fueron fundamentales para salvar la democracia en abril de 2002. Se establece el fomento de las cooperativas, los mecanismos para que grupos, sectores de la sociedad tengan acceso a las concesiones de radio y televisión.

-¿Quiere decir que la democracia no es completa si no hay democracia en los medios?

-Claro que no. La información es un derecho humano, y no puede haber, de ninguna manera, democracia sino hay la garantía de que todos tengan el acceso a dar y recibir información. Además, la Constitución igualmente prohíbe el monopolio. O sea, no puede estar en pocas manos el espectro que pertenece al Estado. Hay que democratizar la información, porque es un poder. Este en un proyecto (el bolivariano) que le da poder al pueblo. Verdadero poder. La experiencia en radios y emisoras comunitarias, si bien es cierto que algunos casos hay que mejorarla, ha sido bien positiva, porque ese pueblo que salió a rescatar la democracia en abril, se enteró de lo que estaba pasando en muy buena parte por esos medios alternativos. El pueblo se ha dado cuenta de cómo los medios privados le han secuestrado la verdad. Hay que democratizar la comunicación, y no hay otra manera que incentivar los medios comunitarios, no sólo para que el pueblo se exprese, sino para que profundice sus conocimientos.
La Ley está casi lista, pero la batalla mediática se hará sentir en el interés de doblegarla. "Ya han dado muestras de lo que va a hacer su campaña en contra de la aprobación en segunda discusión de este instrumento legal. Siguen mintiéndole a la gente, dando muestras de que se resisten al cambio. Eso es lo único que los motiva, porque realmente no hay razones para que ellos estén en contra de una Ley que no los perjudica, sino que más bien favorece a los grandes sectores del país: favorece la verdad, la tranquilidad de la familia venezolana y la producción nacional. Es una campaña tan burda, que hemos recibido a productores independientes, en un número increíble, que apoyan la Ley porque es la primera vez que se les garantiza trabajo. Hay muchos trabajadores de la radio y la televisión que han quedado desempleados porque los han sustituidos por material extranjero. No se trata de que no se pasen programas de origen no nacional, sino de que se garantice que el talento nacional tenga trabajo.

¿Cómo se aproximó a la revolución bolivariana?

-Lo voy a decir con una palabras de Pablo Milanés: Es lo que más se acerca a lo que siempre soñé. Siempre he estado en el cambio, siempre he soñado con un país distinto, mejor, un país que favorezca a las grandes mayorías. Mi trabajo como reportera me hizo conocer la realidad que viven los excluidos venezolanos. La formación de mis padres también me educó pata trabajar en función de que todos trabajemos para que seamos iguales. Todo eso me hizo convencerme de que en este país tenía que llegar alguien que hiciera cambiar las cosas. Y llegó el 4 de febrero de 1992. Santos Amaral sostiene que aquella dimisión del comandante Chávez el 4 de febrero del 92 prendió la esperanza, "porque el impacto que me provocó viendo a Chávez diciendo que asumía su responsabilidad, fue lo que caló en el pueblo, porque teníamos demasiados años esperando que alguien asumiera la responsabilidad. Esa fue la clave. Esa fue la magia, ni siquiera el ‘por ahora’. La magia que hubo en ese momento fue que había surgido un hombre que por primera vez, en muchos años, asumía la responsabilidad de lo que hacía. Y sigue siendo él, porque después de lo que ha pasado en Venezuela nos hemos dado cuenta que muchos hombres no asumen su responsabilidad. Incluso, el problema de la oposición es que no asume responsabilidad: hay tienen fugado a Pedro Carmona Estanga, a Carlos Ortega y a todos los que nos destrozaron en abril y el paro petrolero de diciembre. Ninguno ha dicho ‘soy responsable’. Chávez Frías sí lo hizo y por eso la gente se enganchó con él. Después de salir Chávez de la prisión, el también diputado Juan Barreto promovió una reunión con periodistas, a la que asistió la diputada Santos Amaral "Yo recuerdo que le dije que, por encima de cualquier cosa, respetara la libertad de expresión. Me dijo que él era absolutamente respetuoso, y lo ha demostrado. Me dijo que sin respeto de la libertad de expresión, no había posibilidades del proyecto. Hoy pienso que ha sido excesivamente respetuoso, porque creo que ningún presidente en el mundo ha sido tan atropellado por los medios como Chávez, al punto de que le ofendan a su mamá, a su hija de 5 años. Y todo porque no se deja chantajear. Los medios fueron cómplices de muchas cosas de otros presidentes, pero las alcahueteaban.