Para evitar el golpe que viene
Reinaldo Bolívar
En días pasados, el Vicepresidente de Venezuela, el Ministro de Educación Cultura y Deportes, diputados del MVR y el propio Presidente de la República, han alertado sobre un nuevo intento de deponer el sistema constitucional. Esta nueva intentona ha sido llamada por el gobierno "golpe social" y por la oposición "Plan Armagedón".
Al respecto, una observación del cuadro actual de la situación política del país, luego del desvanecimiento del "paro petrolero" plantea las siguientes interrogantes: 1.- ¿En que consiste el nuevo plan de desestabilización de la oposición? 2.- ¿Qué pasos se están ejecutando? 3.- ¿Quiénes son los cabecillas y quienes los apoyan? ¿Hay una oposición golpista y otra democrática? 4.- ¿Qué estrategia debe seguir el pueblo constitucionalista? 1.-El Plan Armagedón no es nada nuevo Los radicales de la oposición concentrados principalmente en los sectores más pudientes del país (Este, Sureste de Caracas, sectores de Valencia y entornos de los gobernadores de Carabobo, Miranda, Anzoátegui, Zulia, Apure y Yaracuy), acostumbran a intercambiar sus ordenes por email por lo cual la información se les escapa con cierta facilidad. La exposición de motivos de "Armagedón" en nada lo diferencia de los planes anteriores efectuado en el año 2002 conocidos como "septiembre negro", "octubre rojo", "operación guarimba".Todos, en la onda del Manual del perfecto golpe de estado de la CIA y del golpe psicológico, cabalgan sobre la repetición de frases y epítetos elaborados que buscan encasillar la situación venezolana en los supuestos antiterroristas de la "Doctrina Bush". El plan desestima cualquier procedimiento constitucional para dirimir las diferencias políticas. Con el pobre argumento de "Chávez es un dictador" justifican una serie de actividades macabras, convocadas manipuladamente bajo la invocación del Artículo 350 de la Constitución Nacional. Una muestra más de ignorancia o irrespeto a las instituciones, puesto que el Tribunal Supremo de Justicia (22 de enero de 2003) interpretó el alcance de ese artículo y su manera de ejercerlo, la cual tiene por objeto la protección de la institucionalidad democrática del país y evitar la anarquía (el caos), objeto diametralmente opuesto a las intenciones de los autores del plan, quienes aspiran reeditar el golpe del 11 de abril de 2003 en cual impusieron un régimen totalitario.
Entre los nimios argumentos de la estrategia hay una gran verdad. Sus redactores refunfuñan que este gobierno acabó con 40 años de democracia porque destruyó a sus Fuerzas Armadas, PDVSA, CTV, Fedecamaras y la Iglesia. Entendemos que los conspiradores se refieren a lo que hoy se llama con precisión despectiva como "cuarta república". Tienen razón, pues con la Constitución de 1999 se inició la limpieza de las instituciones corroídas durante 40 años por el bipartidismo clientelar y sumiso a los intereses transnacionales: oficiales ladrones y tramposos; gerentes tecnócratas al servicio de las multinacionales petroleras con sueldos multimillonarios cuya sola mención es un insulto al humilde trabajador venezolano; sindicaleros que se apropiaron de las cuotas de los obreros y vendieron sus prestaciones sociales; obispos amasadores de riquezas y de espaldas a la feligresía y a los evangelios. Esas "cúpulas podridas" están hoy siendo destruidas democráticamente. Los conspiradores llaman a defender ese negro pasado (su color de prenda preferido) y llenos de miedo -temor a que les hagan las violaciones que ellos hacen cuando están en el poder- huyen hacia adelante: atacan y agraden al contrario.
El plan tiene como esencia generar ingobernabilidad. Lo mismo que trataron de hacer en diciembre y enero: trancar calles y autopistas (auto secuestrándose), tomar aeropuertos (son ellos los principales usuarios) y puertos; no se conforman con cacerolazos y gritos de "malditos" "e hijo de p." a los lideres políticos, ahora ordenan "denunciar y matar a los traidores": funcionarios públicos, oficiales constitucionalistas, activistas, es decir, concluir la obra que no pudieron ejecutar del 11 al 13 de abril, cuando amenazaron con matar de hambre a los habitantes de la Embajada de Cuba o cuando intentaron linchar a diputados y gobernadores.
Haciendo uso del control que aún mantienen sobre la economía importadora de Venezuela, repiten la estratagema del desasbatecimiento a través de acaparar productos básicos; del despido masivo de trabajadores haciendo caso omiso al decreto de inamovilidad laboral del Ejecutivo Nacional. De nuevo intentan cabalgar sobre el terror, el sufrimiento de lo más humildes y las necesidades de una población materialmente pobre, sin capacidad para almacenar grandes cantidades de víveres en despensas y cavas refrigeradas como la de esas minorías fascistas que se sientan a consumir o se ausentan del país mientras ven por sus canales de TV la desgracia provocada, tal como si se tratara de una producción de Hollywood, narrada por "periodistas" sin ética Silenciados en Comunicación Social (no licenciados) y habladores (no locutores) de profesión.
Son tan poco originales y desconocedores de la realidad nacional que describen sin vergüenza que la operación en Venezuela será similar a la de Nicaragua (asfixiada por hambre y con paramilitares financiados por EEUU), El Salvador (donde no hubo miramiento en asesinar a religiosos como Monseñor Romero), Perú (con el tutelaje de una OEA sumisa y un Secretario General que pareciera trabajar para el Departamento de Estado estadounidense). Aseguran que la próxima será Cuba y luego Venezuela (sin saberlo le están deseando buena salud a la Revolución Bolivariana, pues la cubana lleva más de 40 años a pesar del Bloqueo Económico y ataque mayamero).
2.- Este plan está en marcha Normalmente los pasos de la oposición son anunciados. Les encanta presumir de pitonisas. Así leemos en sus panfletos (El Nacional, Universal, Bloque de Armas por mencionar los clásicos): "Semana Santa sangrienta", aunque bajo el número de víctimas, "El hampa le gana al gobierno", pero sus alcaldes tienen las policías municipales cuidando marchitas, de guardaespaldas y cerrando calles; "Chávez se niega a firmar pre-acuerdo", aunque el Presidente no es miembro de la mesa; "Estados Unidos preocupado por Venezuela", como si la gente no conociera que pasa cuando EEUU ingiere en los asuntos internos de un país; "Habrá desabastecimiento", y los seudo empresarios acaparan los producto de la cesta básica. Mientras, las pantallas de TV, encabezadas por Globovisión, filial de TV Sur y CNN, se tiñen de noticias negativas; de entrevistados vulgares y provocadores que violan sin tapujo la ética, la moral y las leyes con libretos preparados por sus amos -porque se debe haber vendido la libertad de conciencia cuando no se tiene la entereza para ejercer la profesión por encima de un bozal de arepa.
Ahora, una oposición que nunca reconocerá sus errores, presenta el revocatorio como un logro de su "fracasado paro". Nueva exposición de su ignorancia ilustrada que "olvida" que esa figura, iniciativa del Presidente Chávez, se introdujo en 1999 mediante un referendo aprobatorio de la Constitución Bolivariana. Pero total, ellos no quieren revocatorio ni nada que se le parezca. Recuerden la conversación del prófugo Ortega con la señora Zago (la que solicitó la intervención militar extranjera para su propio país). Retrasaron por meses la conformación de la comisión preliminar para la escogencia del Comité de Preselección de miembros al Consejo Nacional Electoral, evaden conformar la Comisión de la Verdad y se niegan a mostrar en público las firmas que "recogen" por miedo a que sean verificadas.
Su palabrerío electoral también responde a lo indicado en la "Doctrina Bush". El propio Ortega decía en diciembre de 2002 "Chávez convoque a elecciones o váyase.Elecciones ya". Hoy su discípulo Timoteo (el que inventó el secuestro de la Primera Dama) afirma que sería inconstitucional que el Presidente llamará a elecciones. Estos señores saben que los referendos arrasaran con sus 6 gobernadores, sus alcaldes golpistas y sus diputados (muchos electos con votos bolivarianos). La única elección que quieren es: derrocar al gobierno lo antes posible. El tiempo no se les acaba pero el dinero sí.
Junto a los acaparamientos y despedidos, fomento de situaciones angustiosas (disturbios estudiantiles, invasiones, sirenas nocturnas, bombas y atentados) intentan enlodar la imagen de los luchadores sociales a través de sus televisoras, prensa y radios. Echan el resto con el libertinaje de expresión. No les importa ser cerrados. Eso más bien los beneficiaría internacionalmente. Se mueren por la suspensión de un canal de TV, casi lo exigen.
3.- ¿Hay dos vertientes de la oposición? El plan intenta confundir a sus frustrados seguidores que han visto fracasar una y otra vez a sus voceros: Los que les hicieron hacer a diario el ridículo en vivo y directo vía satélite; los que obligaron a hervir aceite y remar en las aguas putrefactas del río Guaire; a caminar como animas en penas todas las noches con velas y tambores; a dormir en las autopistas mientras sus agitadores se iban a Aruba y Miami; a perder su trabajo, sus amigos, sus parejas y su autoestima.
Por ello, hoy descalifican a ciertos nombres que en apariencia marcan distancia. Quieren hacerle creer a propios y a extraños que su dirigencia hace aguas. No es así. El plan macabro ha sido concebido por todos ellos. No les importan sus pocos o muchos seguidores.
Tienen sus duros antichavistas que les seguirán el juego (en especial los venidos de la antigua célula ultra izquierdista, los neo(nazi) democratacristianos y los mercenarios de la "causa" reunidos de nuevo con Medina). El golpe social no busca atraer votos de las mayorías sino socavar el apoyo sentimental al Presidente para que en el supuesto negado de desaparecerlo no tenga dolientes.
En realidad, la dirigencia oposicionista está más unida que nunca.
Sus amos la han aceitado. Los dólares del norte circulan con urgencia. La publicitada discusión sobre el revocatorio sólo busca ganar tiempo. Al analizar la conducta de cada uno de sus voceros en los distintos escenarios como Mesa de Diálogo, Asamblea Nacional, entrevistas, y declaraciones diarias encontramos una gran coincidencia en todos (sin excepción): Ninguno condena el golpe de estado, no se desligan de la conspiración, no se meten con los acaparadores, con los que botan a los empleados y obreros o no le pagan sus sueldos completos, no condenan la violación al libre transito; participan en el mismo show televisivo de acusar al Presidente hasta de sus dolores de muela; ninguno se retracta de sus equivocaciones y falsas apreciaciones, ninguno condena la invasión a Irak por no irritar al gran jefe norteño. Vale aquí el dicho "el que calla otorga". No hay dos corrientes de la oposición, todos apuestan a la violación de la constitución para acabar con el Proyecto Bolivariano.
Otro elemento de unidad es la jefatura que ejercen los concesionarios de los canales de televisión que desde diciembre se declararon, ante corresponsales de prensa internacional, como "oposición activa" al apoyar el "paro". Son partidos políticos ilegales y como tal deben ser tratados. Por otra parte, la conducta de las televisoras, radios y gran prensa no es la adecuada para realizar ningún proceso revocatorio o eleccionario. Ellos lo saben y por eso actúan así. En la categoría de partidos políticos ilegales está también la jerarquía católica con sus directivos de instituciones educativas, fedecamaras, consecomercio, cavidea y lo queda de la CTV.
Por otro lado, está el gran jefe (el paganini): Los autores de la Doctrina Bush y sus consortes en España. Ya no tienen empacho en mostrarse. Semanalmente hay una declaración de cualquier funcionario del Departamento de Estado y aquí en Caracas, el embajador del norte perdió toda compostura diplomática votando al cesto la Convención de Viena que regula la materia.
4.- Una estrategia para Venezuela El prófugo Ortega preguntó en una de sus cadenas de las 6 de la tarde "¿Qué país del mundo aguanta 50 días de paro?".
El pueblo venezolano, cada vez más lleno de conciencia patriótica y conocedor de su Constitución ha soportado en estos cuatro años la más grande embestida antipatriótica, solo comparable con los bombardeos inmisericordes a Irak. Pero las elites generalmente menosprecian a los pueblos. Ese es su talón de Aquiles.
Por eso, hay que seguir informando a la gente de todo lo que acontece. Del daño económico que produjeron los saboteadores de PDVSA; de las siniestras intenciones de la dirigencia opositora, de sus planes hambreadores. Se debe aumentar la instrucción técnica, profesional y patriótica de la inteligencia civil y militar: en la DISIP queda mucho trabajo de formación que hacer; en la DIM hay elementos jugando doble.
No se puede perder de vista las denuncias que han hecho periodistas bien informados sobre los coqueteos que hacen a altos oficiales de la FAN -A veces, una rotación, un pase a retiro a tiempo puede evitar complicaciones mayores, "Que carajo es un general desnudo", dice Facundo Cabral-. Se oye mucho ruido en torno a la Fuerza Aérea y algunos destacamentos de la GN, entre ellos el de la Comandancia General. Un pelotón de guardias engañados y cien civiles ultrosos pueden provocar un show mediático internacional. Es vital que se promuevan encuentros entre militares de todos los grados con las organizaciones populares. Ya es hora de desmontar de una vez por todas la imagen SUPRACONSTITUCIONAL de la FAN. Pueblo somos todos.
Insistir en el mensaje internacional de la no injerencia en los asuntos internos y respeto por la autodeterminación de los pueblo.
Profundizar la reestructuración nacionalista del servicio exterior.
Hay muchos diplomáticos del país que trabajan para el enemigo.
Más poder y bienestar para pueblo organizado. Ya se escuchó hablar a los grandes intelectuales de Venezuela y el mundo. Ahora que "hable mi gente". Más apoyo a los medios alternativos, trabajo ya para las cooperativas. Aceleración de los planes de vivienda y de sustitución de ranchos; los créditos a los campesinos deben incrementarse y perfeccionarse. Es prioridad nacional fomentar más el empleo productivo y la desconcentración de las grandes ciudades; la economía informal no puede seguir creciendo sin control y los venezolanos que tradicionalmente la ejercen deben organizarse para evitar los aprovechadores, cuidar más su medio ambiente y a sus clientes: contra la basura y contra el hampa.
Los responsables deben informar continuamente sobre lo que ocurre en PDVSA: Quien sale, quién entra y cuánto cobra; que sean sincerados los multimillonarios sueldos. Es una afrenta que los nuevos gerentes no hayan renunciado a las remuneraciones que tanto escandalizan a la población. Qué informen que pasa en EDELCA, en la CVG, en CADAFE, en el METRO.
En cuanto al MVR, MAS, PPT y los partidos que respaldan al proceso, hoy más que nunca la gente espera que superen para siempre las prácticas de la cuarta república; que desaparezca para siempre el clientelismo político, la parcela del partido, las cuotas; que en las instituciones públicas toda la gente que respalda la Revolución Democrática Bolivariana tenga cabida si son necesarios sus servicios.
El Frente Nacional debe tener eso entre sus prioridades. No se concibe como aún con cada cambio de Ministro o Presidente de Institución salgan personas de sus trabajos porque no son de la corriente del nuevo jefe, aunque apoyen el Proceso Nacional. Los partidos sin el pueblo son meras tarjetas de colores.
Información, prevención, disuasión, respeto, unidad y pueblo conciente y organizado es la estrategia.