¿Qué tal un Grupo de Amigos de Colombia?
Emir Sader ALAI-AMLATINA, Río de Janeiro.
El intento de rescate de un grupo de secuestrados por la guerrilla de las FARC por parte del gobierno de Colombia, su fracaso, con la ejecución de gran parte de ellos, generó una crisis sin precedentes en el país. Por un lado, el gobierno tiene que explicarse frente a la opinión pública y de los familiares de los secuestrados, de por qué rompió el acuerdo con ellos, de solamente intentar recuperarlos con el consentimiento de los familiares. Por el otro, en el momento en que se desarrollaban las negociaciones para un canje de prisioneros de la guerrilla y del gobierno, este intentó dar un "golpe maestro", contando con el apoyo de helicópteros estadounidenses y desató la ejecución de los secuestrados.
La opinión pública, tendiente a no ceder ante la guerrilla, estaba inclinada a los criterios del gobierno, de solo liberar prisioneros hacia el exterior, de conseguir la liberación de todos los secuestrados y otras exigencias más. Sin embargo, la concepción militarista de los asesores estadounidenses y de la alta oficialidad del gobierno, llevó al golpe desesperado de cercar el campamento donde estaban los secuestrados. Los guerrilleros ejecutaron casi a todos los secuestrados y lograron huir.
El resultado es desolador para las negociaciones de paz en el plano inmediato. El gobierno se obstina, en echar la culpar sobre la guerrilla, para así exigir responsabilidades, mientras la guerrilla, está alerta con la actitud del gobierno, conciente que este quiere resolver las cosas en el plano militar.
Pero existen alternativas elaboradas por los grupo que piden soluciones negociadas para el conflicto colombiano, que sirven como un buen punto de partida para que se constituya -a partir de iniciativas que el gobierno brasileño parece interesado en llevar adelante-. Si se constituyó un Grupo de Amigos de Venezuela, ¿por qué no constituir un Grupo de Amigos de Colombia? Varios países europeos ya demostraron su interés en ayudar a intermediar una solución política a este conflicto.
Brasil podría, en secuencia de las actitudes ya tomadas por el gobierno brasileño en el sentido de reservarse un papel de intermediador, tomar la iniciativa, sea en el marco de la OEA, sea a partir de contactos bilaterales, de desempeñar un papel decisivo para que la "guerra infinita" no deje raíces en el continente y, al contrario, puedan ser resueltos pacíficamente los conflictos regionales y América Latina se pueda constituir en un espacio de paz y de integración para un mundo multipolar. (Traducción ALAI)