Latinoamérica
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9 de mayo del 2003
¡No aprenden!
Juan Carlos Vallejo
Rebelión
Noviembre 6 de 1985. Palacio de Justicia en Bogotá, Colombia. El Comando "Iván Marino Ospina", del guerrillero Movimiento 19 de Abril, M-19, se toma sus instalaciones. En el interior se encuentran los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y varias personas, entre funcionarios y visitantes, que son tomadas como rehenes. El Presidente de la Corte, Alfonso Reyes Echandía, suplica por la radio: "Por favor... que cese el fuego inmediatamente... es de vida o muerte". La entonces ministra de Comunicaciones, Noemí Sanín, ahora Embajadora del presidente Uribe en España, ordena callar a los mediosá"43 civiles, 33 guerrilleros y 11 miembros de las Fuerzas Armadas y del DAS muertos; dos insurgentes y 11 civiles desaparecidos, y dos estudiantes torturados. Muchos de los insurgentes y civiles habían sido virtualmente ejecutados, mientras que la mayoría de los desaparecidos habían sido vistos por última vez en ! poder de miembros del Ejército" (Tomado del libro: "El Camino de la Niebla").
El 30 de agosto de 1990. La Directora de la revista "Hoy x Hoy", Diana Turbay, es secuestrada por "Los Extraditables", un grupo de narcotraficantes al mando de Pablo Escobar, cuando intentaba cubrir una entrevista con Manuel "El Cura" Pérez, máximo dirigente del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional, ELN. El 2 de septiembre, de ese mismo año, el Cuerpo Elite de la Policía y la Dijín, intentan su liberación, pese a que su familia, especialmente su padre -el expresidente Turbay- y su madre -Nidia Quintero-, habían pedido al gobierno evitar cualquier intento de rescate, y adelantaban contactos a través de un "Grupo de Notables" que conformaban el expresidente Misael Pastrana; el cardenal Mario Revollo Bravo; el expresidente Alfonso López; el líder de izquierda, Diego Montaña Cuéllar; el dueño del periódico El Tiempo, Hernando Santos; y el propio expresidente Turbay Ayala -estos dos últimos no aceptaron continuar porque tenían un conflicto de intereses: "Pachito" Santos (hoy vicepresidente de Uribe y enemigo del diálogo y la negociación para liberar los rehenes que tiene las FARC) y Diana Turbay, hija del expresidente Julio César Turbay, eran parte de los secuestrados-. El operativo lo autoriza el entonces presidente Gaviria. El saldo de la terquedad de Gaviria: "Diana Turbay cae muerta por tres impactos de bala en un fallido operativo efectuado ! por el Cuerpo Élite de la Policía y la Dijín, en la vereda Sabaneta, e n el municipio de Copacabana, al oriente de Medellín, en el Departamento de Antioquia" (Informe del Comité de Libertad de Prensa, diciembre 1990). Años después, en 1996, al expresidente Gaviria le dan a beber un trago amargo: "Dignidad por Colombia", un grupo guerrillero conformado principalmente por miembros del Jorge Eliécer Gaitán, JEGA, secuestran a su hermano Juan Carlos. Pero esta vez -ya Gaviria era Secretario de la OEA- hubo negociación del Gobierno Samper con los guerrilleros. El 12 de junio de 1996, Juan Carlos Gaviria es liberado y los guerrilleros, con sus familias, viajan con dinero y en helicóptero a Cuba. Incluso hubo varios que sal! ieron de la cárcel sin que mediara ninguna ley de indulto. (Definitivamente, "Pachito" y Gaviria no tienen memoria).
29 de septiembre de 2001. Un grupo de las FARC que había secuestrado en una "pesca milagrosa" a la exministra de Cultura, Consuelo Araujonoguera, "La Cacica" y otras 19 personas, es avistado por una unidad de las Fuerzas Especiales del Ejército en cercanías de la Sierra Nevada de Santa Marta. Junto con la exministra van los otros 19 civiles. La unidad militar, previa autorización del esposo de la secuestrada, el entonces y actual Procurador General de la Nación, Edgardo Maya Villazón, intentan la liberación. (El "valiente" Procurador no sólo puso en peligro la vi! da de su esposa sino la de los 19 civiles). El saldo de la "valerosa" decisión también es lamentable: "Pocos minutos antes de la 1:00 a. m. del domingo 30, y cuando el tiroteo había cedido y casi todos los secuestrados habían sido liberados, los soldados encontraron el cuerpo de una mujer con el rostro desfigurado por disparos de fusil. Temieron lo peor pues la única que a esa hora aún no había aparecido era la Cacica. El general Contreras le transmitió la información al general Mora, quien se llevó las manos a la cabeza y dijo: '¡Eso no puede ser!'". (Revista Cambio, octubre 2001).
21 de abril de 2002. Las FARC secuestran al Gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria y a su Consejero de Paz, Gilberto Echeverri, cuando estos llegaban en una marcha por la no violencia al municipio de Caicedo (Antioquia). Pese a los repetidos llamados de las esposas de los dos funcionarios, sumadas a la de los familiares de los demás secuestrados, pidiendo al gobierno de Uribe un Acuerdo Humanitario para canjear guerrilleros prisioneros por secuestrados, Uribe y los sectores más fascistas y reaccionarios de Colombia, ayudados por los medios de comunicación y periodistas, con quienes se reunió a puerta cerrada para orquestar la manipulación de la informac! ión, lo impidieron. Otra vez el Ejército arremete contra el querer de las mayorías. En un intento de liberación, ayer, lunes 5 de mayo, caen abatidos los dos funcionarios y ocho de los militares secuestrados. Estaban avisados que cualquier intento de liberación pondría en peligro la vida de los secuestrados. Uribe, los militares, sus medios de comunicación y periodistas, lo sabían.
Decía la Revista Semana (mayo 4 de 2003): "Una encuesta exclusiva de SEMANA, realizada por Invamer-Gallup la semana pasada, confirma que el acuerdo humanitario de guerrilleros por secuestrados cuenta con un creciente clima de opinión favorable. El 50 por ciento de los colombianos respaldan hoy esta iniciativa, en contraste con el rechazo que producía a principios del gobierno de Alvaro Uribe. Cuando la propuesta es explicada en detalle el apoyo de la ciudadanía se eleva a 54 por ciento (ver gráficos). El péndulo de la opinión ha cambiado gracias no sólo a las fuertes presiones de estos grupos influyentes sino también a la sensibilización co! n el dolor continuado de estos colombianos que se pudren en la selva".
El objetivo de Uribe y sus áulicos era bien claro: impedir que la creciente solicitud por un Acuerdo Humanitario terminara por imponerse. Por eso se ordenó el operativo. Para que las víctimas despertaran el repudio nacional y la gente clamara por más guerra. Cálculos fallidos. Pese a que los medios de comunciación y periodistas, amigos de la guerra, hacen la pantomima de "dolor", ya la gente sabe que fueron los grandes incitadores para que se tomara la decisión del operativo. Hoy, más que nunca, la gente quiere la paz ! con justicia social, el diálogo, el Acuerdo Humanitario. Son muchos años de guerra y sangre derramada.
Siempre se le ha vendido al colombiano común, la idea de que la solución a sus problemas sociales es por la fuerza, ¡a plomo! Pero la gente ya está cansada de eso. Uribe se inventa "entregas" de jefes guerrilleros, capturas, extradiciones y combates triunfales. Pero por más que lo intenta, los resultados militares son contrarios. Ni qué decir de los económicos. El país está peor de lo que lo recibió. En derechos humanos, la situación es aún más grave. Masacres, torturas, desapariciones, desplazamientos, impunidad, etc.. Por eso desvía la atención hacia su chivo expiatorio, Venezuela, prestándose al complot internacional para derrocar a la Revolución Bolivariana, inventando "refugios de guerrilleros" en el territorio del vecino país. Porque Uribe tiene que buscar una justificación a su incompetencia económica, social y militar.
En definitiva, la oligarquía colombiana, de la mano de sus medios de comunicación y periodistas, ¡no aprenden!