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Latinoamérica

23 de mayo del 2003

La derecha chilena da un golpe de estado con guante blanco

Patricio Malatrassi. Economista Ical
Rebelión

Abril es el mes más cruel, criando/ lilas de la tierra muerta, mezclando/ memoria y deseo, removiendo/turbias raíces con lluvias de primavera.( TS Elliot. La tierra baldía.)

Los indicadores de la economía chilena vienen subiendo en los últimos tres trimestres pero, dada la naturaleza impredecible del mercado, de la mano invisible, de la falsa libre concurrencia y otras hierbas neoliberales ¿quien podría predecir el porvenir? A despecho de la planificación científica que prospera y hace avanzar todos los campos del hacer humano, en economía las prehistóricas ambiciones del interés privado nos mantiene irremediablemente en los ámbitos de la mística (Madame Sosistris no da abasto ante los llamados de las esferas del poder) y del inexcrutable designio de los dioses que reflejan las grandezas y pequeñeces humanas, no en el Olimpo sino en las oficinas centrales de las grandes corporaciones transnacionales.

Los modernos augures se dividen entre los optimistas (o gobiernistas) que comparten las predicciones del Banco Central de que la economía irá de menos a más y los pesimistas que niegan que estos resultados marquen una tendencia durable y que la economía iniciará a partir de abril un sostenido deterioro. "Abril es un mes cruel". Y lo más probable es que el crecimiento se empine sobre el 2 % pero menos que el optimista 4 % fundado en el alto 4,6 % de febrero que seguramente se repetirá en marzo signada por el avance en las ventas de las inmobiliarias y del comercio, sumado al mejor desempeño de la industria, la minería y la generación eléctrica y el fuerte repunte de las exportaciones.

También la tasa de desempleo descendió a un 8,2 % para el Gran Santiago; la Universidad de Chile marcó un 12,8 %, lo que implica 359.900 personas, el menor para este período desde el año 1999. Pero lo más importante como indicador es que este menor valor estuvo afirmado en un fuerte crecimiento de 3,1 % en la generación de puestos de trabajo. Pese a esto lo que ocurrirá con la mayor seguridad es que el desempleo será un reflejo de 2002, lo que seguirá siendo lamentable. Sin embargo a pesar de que la construcción y el comercio están generando empleos, la mayor tasa de desempleo corresponde a la construcción, con 19,6 %.

El dólar ha bajado a un insospechado nivel de 700 pesos y la bolsa ha registrado un movimiento que les ha devuelto el habla a sus gestores. Es notable que el euro después de haber caminado a la par que el precio del dólar durante bastante tiempo se haya apreciado estando hoy en alrededor de 780 pesos. Esto, en lo inmediato, significará que hay que pagar más por las importaciones europeas y, en segundo lugar, que los exportadores a la Unión Económica Europea se empezarán a llenar los bolsillos. Y los pobres a olvidarse que recibirán algo. La redistribución del ingreso en Chile es una de las peores del mundo y tres gobiernos de la concertación no sólo han mantenido las diferencias, sino que la han agudizado.

Quizá todo esto mereciera generar esperanzas de días mejores; el problema es que, cuando uno sabe, ve que esto forma parte de un desarrollo en onda con altos y bajos que a lo más generan una media que no quita ni pone en el largo plazo en las condiciones de vida de los sectores más explotados de la sociedad que soportan en sus hombros una crisis tras otra. En el 2002 la economía, al igual que ahora, comenzó creciendo entre enero y marzo pero la situación no pasó a índices realmente significativos que marcaran una tendencia creciente sostenible en el tiempo.

Es decir, los ritmos de actividad en el mejor de los casos podrían mantenerse pero estadísticamente los indicadores irán hacia abajo porque los patrones de comparación serán más exigentes.

La verdad es que los optimistas también basan su optimismo en un crecimiento del gasto, no del Estado como muchos economistas no institucionales esperan, sino del consumo de los chilenos.

Los créditos de consumo llegaron a cerca de 2 millones en febrero pasado, con un monto promedio de $ 1 millón 380 mil pesos. Como este crecimiento del gasto privado no está en función de un mejoramiento de los ingresos sino forzado por la baja de interés, que en definitiva terminará ahogando el gasto en forma mucho más grave, como le ocurre a los trabajadores mineros de Chuquicamata, cuyo endeudamiento que en promedio bordea los 10 millones de pesos (14.300 dólares) les ha llevado a una falta de capacidad de pago insostenible.

En otro aspecto, el gobierno está desarrollando toda una ofensiva en pos de resolver el problema de la economía en función de subir los impuestos (¿aparente o real?) lo que los empresarios les "parece una barbaridad y (que) no es el camino". Es decir, les parece a los empresarios propio de bárbaros fijar impuestos a las utilidades, al petróleo (a estas alturas los sectores privilegiados se han pertrechado de vehículos de lujo petroleros), al alcohol, a los juegos de azar para costear programas sociales. Lo que obviamente no les parece de bárbaros es seguir metiéndole la mano en el bolsillo al conjunto de la sociedad chilena a través de la privatización de lo que queda del patrimonio colectivo. Decimos lo que queda, porque ya amparados en el accionar criminal de la dictadura se defraudó el patrimonio público en millones y millones de dólares. Igual cosa a las platas de los trabajadores a través de las AFP, fondos que en este momento en una cruel paradoja, contribuyen a financiar a las transnacionales y empresas que los pauperizan más y más.

Ya el interés privado ha expresado su abierta intención por adquirir la Empresa Nacional de Petróleo (ENAP) en el escenario que el gobierno está diseñando a través del Senador y ex Ministro de Hacienda Foxley. El vicepresidente de AntarChile –matriz de esta distribuidora de combustibles -, Roberto Angellini, ha justificado sus expectativas como un continuo en su "patriótica" tarea de invertir y generar trabajo aunque advirtió: "subir sueldos y salarios, así de buenas a primeras sin mejorar ni aumentar productividad, no tiene mucho sentido". Y ya sabemos cómo opera las mejoras de productividad en la empresa privada, su primer escalón es el despido para realizar las mismas tareas con menor numero de trabajadores.

Los economistas del imperio también han entregado su receta para los tiempos que vienen. Uno de ellos ha descubierto que la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) representa a muy pocos trabajadores y hay que barrer con ella. Que para volver a crecer al 7% y obtener los US$ 700 millones que se necesitan por la baja de aranceles de los TLC y para financiar el Plan AUGE; propone considerar seriamente la privatización de ENAP, a pesar de que como él mismo lo reconoce, esta juega un papel clave en el mercado de distribución de combustibles en Chile. Lo que implica que los mercados terminen siendo aún menos competitivos de lo que ya son hoy. En el tema del Estado propone pasar de 3.500 a 750 cargos de confianza política y, como era de esperar, la flexibilización del mercado laboral y la reducción del salario mínimo. Capaz que en un plazo no lejano tengamos al ser Engel (qué apellido!) de ministro de Hacienda ya que cada cierto tiempo viene desde Yale a mostrar sus progresos.

En la misma cuerda está el proyecto antinacional del Senador Foxley que propone un acuerdo amplio "oposición" para los próximos tres años; este acuerdo es complementario a la agenda de Modernización del Estado y Probidad suscrita en enero por los partidos de la coalición oficialista y de Alianza por Chile. Esta plataforma de cogobierno que ya está en marcha pretende, palabras más, palabras menos, crear un Fondo de Inversión Social. Este pudridero etiquetado como "acuerdo nacional", naturalmente a espalda de los trabajadores, saca a la luz el verdadero rostro reaccionario de la Concertación: para claridad de los posibles ingenuos, que la derecha ya está gobernando en Chile en función del chantaje que está ejerciendo para conservarle la vida al Presidente Lagos y que no sea llevado a juicio por malversación de fondos públicos y que se vaya tranquilo para la casa después de la próxima transferencia del cargo.

El Sr. Foxley ha olvidado minuciosamente en su creativa propuesta de poner todas las soluciones sobre la mesa la solución entregada por nuestra principal riqueza básica: el cobre.

Sólo en la cantidad de dólares pagados en el extranjero por refinar 6 millones de concentrados de cobre permitiría recuperar cerca de US$ 1.500 millones anuales y alrededor de 20 mil puestos de trabajo. Ahora si esto no les gusta por ser demasiado osado pueden limitarse a cobrar impuestos ya que la evasión tributaria en la gran minería privatizada es de alrededor de US$ 890 millones anuales sin considerar los metales preciosos que van incorporados en los concentrados sin refinar. Esto permitiría recuperar hasta el 2010 para el fisco más de US$ 11.000 millones. ¿Falta de recursos en Chile? ¡Por favor! Sólo en esos dos aspectos hay recursos suficientes para resolver largamente el problema.

Indudablemente la derecha ha dado un golpe de estado con guante blanco asentada en un proceso de corrupción ilimitado en donde los poderes fácticos han usado el abandono de valores y principios de gran parte del socialismo del PPD, la Democracia Cristiana y Partido Radical, para implicarlos en la obtención del dinero fácil agudizado por la falta de principios.

Hombres desorientados por el poder ante sí mismos y el medio que los rodea ("somos los hombres huecos/somos los hombres rellenos/apoyados uno en otro/la mollera llena de paja ¡Ay!). Han convertido al país en una máquina de manejos fraudulentos donde todo estaba permitido si se trataba de los buenos negocios. La movida maestra ha sido descorrer el velo en el momento oportuno y el "paisaje" que ha quedado al descubierto no puede ser más deplorable. Es la tierra baldía. Así las cosas sólo cabe continuar la marcha y, al igual que Martí, pensar que nuestro vino es agrio pero es nuestro vino y que bien merecido nos lo tenemos, porque al fin de cuentas los tiempos que corren nos hablan en primer lugar de nuestras deficiencias e inhabilidades.