En Costa Rica:
La Lucha Por La Paz Debe Implicar La Lucha De Clases.
"El Gobierno de Costa Rica: Reitera su llamado a la paz; en particular a Saddam Hussein para que cumpla las resoluciones dictadas por Naciones Unidas para que se desarme o, en su defecto, atienda la demanda formulada por países miembros de la Liga Arabe y del Gopbierno de Estados Unidos en el sentido que se retire del Gobierno de su país y abandone su territorio. En caso contrario, será el dictador Hussein el único responsable del conflicto militar en Irak."
Posición oficial del gobierno de Costa Rica ante la guerra contra Iraq.
20 de marzo 2003
(Extracto)
El Gobierno de la República de Costa Rica en su irrestricto apoyo a la campaña militar imperialista en contra del pueblo de Iraq, coloca de primerísimo lugar en el tablero de las decisiones políticas internacionales, una de sus más ensayadas jugarretas de doble forro moral en materia de Derechos Humanos, consistente en pregonar ad nauseam y siempre bajo orquestación yanqui, un falso respeto a los derechos humanos y la paz en el mundo.
Cual émulo de Pilatos, el flamante aliado, presenta en su declaración oficial de 20 de marzo del 2003, una engañosa y nada inocente confusión sobre la lucha internacional contra el terrorismo. Con ésta, pretende lavarse las manos ante el mundo, en su complicidad, con las históricas violaciones al Derecho Internacional Humanitario, de su amamantador: el Gobierno de los Estados Unidos de América que en unión de los sátrapas justifica el genocidio, el expolio cultural y el saqueo de las riquezas petrolíferas iraquies.
De esta manera el gobierno tico se une a un puñado de países que en su ceguera material y espiritual, usurpan atribuciones que competen únicamente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, y cuyo número, no le resta ilegalidad a la ofensiva militar.
Es cierto que en la actualidad la posición asumida por el Organismo de Naciones Unidas y su rol pasivo y complaciente hacia las arbitrariedades cometidas en contra del Derecho Humanitario Internacional, deja mucho que desear y le debilitará aún más en el futuro, por cuanto los mecanismos de solución para conflictos internacionales han dejado de ser efectivos en sus manos y su imagen es ahora más cuestionada que nunca, en términos morales ante la sociedad civil, llámese opinión pública intenacional o ciudadanos políticamente conscientes del mundo
Especialmente, porque este tipo de agresión a un pueblo harto victimizado por los arrestos del desarrollo mercantilista imperial; plantea un problema de orden ético- moral a nivel jurídico internacional, que no deberíamos dejar únicamente a la historia para que sea quien lo juzgue, como es el deseo expreso de los ideólogos burgueses proimperialistas; asegurando, con estas declaraciones, la impunidad de las criminales acciones.
Dentro del máximo organismo internacional de naciones, cantidad de representantes de gobiernos clientes, asisten de manera mediatizada o sus propios países son víctimas de chantaje político y diplomático en favor del imperialismo, a la hora de votar las decisiones. Lo cual ni es objetivo ni representa el interés de las grandes mayorías pauperizadas de los mal llamados, países en vías de desarrollo que en este caso, podrían llamarse países víctimas del desarrollo.
Por tanto el irresponsable y tradicional desplante de apoyo consciente al prepotente imperio, rebela la brutalidad y troglodítica escencia- ya histórica- del gobierno costarricense, y el papel de comparsa que le ha gustado jugar siempre, con la anuencia o no de la Organización de las Naciones Unidas; que un día diera forma a la declaratoria de la Carta de Naciones, y que hoy nos quieren presentar, los enemigos de ella, como un velero en banca rota.
La contradicción consiste, en que mientras los ciudadanos integrados a los sectores progresistas y conscientes del rol que deberían jugar las Naciones Unidas en el conflicto actual, claman al cielo desde las calles, por la arbitrariedad guerrerista cometida, precisamente contra el orden mundial establecido por el concierto de naciones, resulta irónico que al interior de las Naciones Unidas, la posición de sus autoridades y la de muchos de los delegados, en representación de sus gobiernos, es más bien pusilánime y de acomodo burgués a la actual coyuntura trazada por el desarrollo mercantilista del imperio. Lo que hace que sus decisiones, si bien importantes, no sean más que una colección de costosas declamaciones de humanismo ramplón, ante un auditorio; e insuficiente para el fortalecimiento de la organización.
Irónicamente, vendría a ser como la historia del compadre que no quería defenderse y estaba más bien de acuerdo en todo con el agresor.
En realidad los ciudadanos de los países del tercer mundo y sus economías son las más afectadas, con todo lo traumático humanitariamente, que esto significa; excepto para los "gurues y expertos" de los media locales, al servicio de las camarillas gobernantes y parlamentarias, obligadas de por sí, a inclinarse ante el altar especulativo económico del neoliberalismo.
En este sentido, la posición oficial del gobierno bipartidista costarricense, no representa en absoluto las aspiraciones civiles y democráticas de nuestro pueblo, pero si representa la política de una administración colonial más, que durante los últimos cincuenta y cinco años hemos venido padeciendo los costarricenses.
Desde que en 1946, la prensa vendida de la oligarquía vendepatria y el paramilitarismo de Estado, con el apoyo de la CIA sentaran sus bases reales en territorio nacional, gracias a un cruento golpe militar; Liberación Nacional y sus acólitos, diéronle forma a un retardatario proyecto, entre los años de 1948-1949, conocido hasta hoy como "La Segunda República"; el cual ha sido totalmente controlado por los Estados Unidos a través de títeres en el gobierno de Costa Rica.
Procedentes de "el tablado de la antigua farsa" los gobiernos ticos, han venido cotejando y desarrollando en beneficio del imperialismo norteamericano, no solo el chivatazo político, sino que poniendo especial énfasis en la región latinoamericana y caribeña, han venido apoyando mecánicamente el bloqueo contra Cuba, persiguiendo opositores políticos, encarcelando o eliminando líderes populares, apoyando el intervencionismo militar en Centroamérica, el plan Colombia o la desestabilización del actual Gobierno de Venezuela entre otras atrocidades; todo por encima o por debajo del tinglado, según la conveniencia.
Lo patético en nuestro país, es que más allá de los principios de la coexistencia pacífica y la libre autodeterminación de los pueblos, se concentra en ventolera, una gran cantidad de oportunistas que al grito de la paz, -por supuesto en abstracto, cuyo subtexto en realidad es pax- no tienen conexión alguna con el significado que al interior de nuestro país, en miles de hogares costarricenses, tiene el concepto de PAZ.
Los gobernantes ticos parecen olvidar en su alocado proyecto paramilitar proguerrerista, entre otras cosas, las antipopulares leyes entreguistas y la represión política; y que como gobiernos vendepatrias neoliberales continúan actuando en contra de los trabajadores costarricenses, a través del despojo de las garantías sociales para la salud, la alimentación básica, la educación, el trabajo, el derecho a una vivienda elementalmente digna, las pensiones, y una innumerable pérdida de talentos humanos a partir de la niñez abandonada, las drogas y el alcoholismo, la discriminación sexual y los valores perdidos en todos los campos de la vida ciudadana, a causa de la "emasculación" ideólogica y el arrebatado servilismo al imperio; pretendiendo al mismo tiempo, jalar aguas para sus molinos electorales, los que cayeron en desuso, por la innumerable serie de estafas al erario público entre muchos otros delitos, y que intentan legitimar a diario a través de la prensa vendida y del congreso títere, tal es el caso de los corruptos partidos politicos "mayoritarios" Liberación Nacional-Unidad Social Cristiana y sus agentes del continuismo el PAC o el Movimiento Libertario de Costa Rica.
Por supuesto, que en el contexto de naciones que aún conservan y luchan por mantener su dignidad, Cuba y otras naciones del mundo, constituyen una excepción de fondo en los debates. De ahí la obsesión paranóica de los Estados Unidos por lograr demagógicas condenas contra la isla, mediante el chantaje, la manipulación o las regalías a sus concubinas, que como Costa Rica se presenta de oveja, cuando más bien es robot a favor de retrógradas organizaciones como la Internacional Liberal y su política de los tres monos: no hablar, no oir, no ver.
Todo, claro está, en contra del sistema socialista de un país pobre y su gobierno, que ha sabido mantenerse en alto, sin traicionar las conquistas sociales de su pueblo, la educación, la salud, el deporte, el empleo y tantas otros logros políticos y sociales a nivel nacional e internacional; a pesar del criminal bloqueo y el apoyo desleal a todo tipo de acciones terroristas en su contra como la vergonzosa condena en contra de los Cinco Héroes en las cárceles del imperio o la alcahuetería auspiciada por el imperialismo norteamericano a los secuestradores aéreos y terroristas de toda laya en Miami, que ponen en entredicho una vez más, los acuerdos internacionales sobre esta materia, de vital importancia en la lucha contra el flágelo mundial. Sólo el dios del libre mercado, la demagogia y el mesianismo democrático del que les oimos hablar todos los días, sin ver nunca, ningún resultado tangible para el desrarrollo de nuestros países, excepto el de las economías de un ínfimo y minúsculo grupo de parásitos de cuello blanco y guantes de seda; pero del cual tenemos suficientes ejemplos negativos, precisamente, por lo caoticas de sus recetas, así como, de sus efectos, desde Mexico pasando por Centroamérica, hasta la Argentina incluyendo el Caribe y el resto del mundo.
Los líderes populares, que estamos en relación directa con nuestros conciudadanos, debemos orientar correctamente la lucha por la paz en cada uno de nuestros países, pues la misma no puede estar disociada del concepto y la práctica de la lucha de clases y la victoria del socialismo.
Afortunadamente, la correlación de fuerzas en el mundo ya no es la misma y hemos dejado atrás, el periodo verticalista implantado a las bases, desde las cúpulas del oportunismo revisionista de izquierda.
El espíritu de la lucha política que se libra en las calles hoy día, deberá canalizarse de manera aún más positiva y manifiestarse mucho más crítica y dinámicamente de lo que ya viene aconteciendo, como producto del desarrollo de la lucha extraparlamentaria.
Y a través de constantes y nuevas formas de retroalimentación creadora, permitir una mayor oportunidad de participación a los pueblos, para que a través de la comprensión científica del fenómeno de lucha de clases, desarrollen sus propias iniciativas liberadoras de la opresión, en la producción e integración de todos los medios de lucha legal, disponibles al alcance de los oprimidos. Así como su expresión natural y artística en la actual coyuntura, frente a la agresión militar y económica del imperialismo. Fenómenos que comenzamos a percibir desde México pasando por Centroamérica y el Caribe, a Colombia,Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Chile y Argentina.
Reforzando el papel revolucionario del explotado moderno: obreros, campesinos, indígenas y demás actores sociales en situación similar se lanzan a la busqueda y consolidación de un proyecto emancipador inspirados en las figuras de Bolívar, San Martín, Artigas, Juárez, Morazán o Martí y de jefes indígenas como Tupac Amarú, Huascar, Nicarao, Garabito o Urraca; todos ellos, forman junto a los negros como Zumbí y demás descendientes de la ignominiosa esclavitud imperial, el rico ideario cultural, que en su rebelión aportan a la experiencia del espíritu de lucha en América Latina junto a figuras vigentes como Fidel Castro o Manuel Marulanda.
Indudablemente que esto incide favorablemente en el desarrollo educativo y consolidación política de las masas.
No sólo por lo que se refiere a la conformación social de los manifestantes, ahora procedentes de los diferentes medios sociales agobiados por la crisis económica, provocada por el neoliberalismo y la globalización, sino a la percepción y sensibilidad de los cuadros políticos agrupados en movimientos populares contestatarios, que se incorporan a la izquierda revolucionaria en lucha por el socialismo y a la necesaria reafirmación de una identidad latinoamericana.
Muchas veces en Costa Rica -nuestro país- y por un error de interpretación política, los líderes populares costarricenses, hemos sufrido desgaste en el intento de canalizar efectivamente, el arrebato emocional de las masas; descuidando la formación integral y el fortalecimiento teórico práctico de los dispuestos objetivamente, a dar la lucha por el cambio. Sobre todo, cuando hemos sido guiados por los líderes sátrapas del reformismo de izquierda; que en contubernio con muchas de las ONG`s del paramilitarismo estatal de la derecha gobernante y las corruptas cúpulas sindicales costarricenses, pretenden canalizar nuestras energías creadoras, por medio de un estéril accionar cultural y social, aderezado con un doble discurso moral, que para nada representa los intereses populares, ni está tampoco dirigido, a promover la lucha política a nivel popular, en los sectores productivos, traicionados por ellos mismos; que por cierto- y los reformistas lo saben- son los únicos capaces de dar una lucha efectiva, desde diferentes ángulos de la producción. Es importante en el proyecto actual del reformismo de izquierda neoliberal, que los explotados no sean conscientes de su opresión y de sus posibilidades de movilización, en el campo y la ciudad y anteponen al entusiasmo revolucionario de las masas, el discurso de un grupo de tecnócratas de verbo encendido, financiados por el Banco Mundial y demás agencias imperiales.
Mientras todo esto ocurre en nuestro diario vivir, siguen muriendo civiles y soldados de ambos bandos en la guerra, no solo iraquí, sino también donde el imperialismo ancla sus afanes expansionistas alrededor del mundo. La diferencia entre unos y otros, es que hay unos que defienden su territorio del ataque invasor y los otros- los invasores- también seres humanos, obligados por las circunstancias de sus propias vidas y del medio en que se han criado, descubrirán la diferencia entre la retórica imperial y el patriotismo, cuando ya sea demasiado tarde para sus vidas, mientras que otros de sus mismos compañeros en armas- ya nunca podrán.
Quedará el trauma para las viudas, los huérfanos y los mutilados, mientras en noches de lujo y de placer, los imperialistas, continuarán, con su derroche, sin haberse ensuciado de polvo la cara- ya que nunca habrán llegado ni a la periferia del conflicto-sin importarles en absoluto, el destino de la humanidad en los países agredidos, ni tampoco, la de sus propios soldados imperiales, cuyas vidas se sumergen en la tragedia de la guerra, en el inminente desastre que vemos a diario.
Para nadie es un secreto que muchos de sus excombatientes, -hombres que pusieron en el campo de batalla todo su valor y coraje, por la subjetividad de los conceptos imperiales de patria, libertad o democracia- hoy son presentados, con el uniforme planchado y engominado; sin embargo llegaran a morir, entre otras muchas causas colaterales, como verdaderos parias en muchos de los países del tercer mundo arrepentidos de sus crímenes y sin ningún sostén psicológico, o apoyo moral, más que los recortados cheques de asistencia social-precisamente, por el gobierno que hoy los manda a morir- y ante, esta debacle moral de la humanidad, a la que hemos llegado, por las ansias de riqueza desmedida de un minúsculo grupo de crápulas, -sin que puedan ocultarla los medios propagandísticos dominantes- al servicio de la adulación y la sinrazón de la guerra ilegal contra Irak, nos queda escoger entre: hipocrecía o cinismo imperial, fracaso moral del proyecto capitalista, abolición de la legalidad de las Naciones Unidas o como visionara Lenín: El Imperialismo, Ultima Etapa del Desarrollo Capitalista.