Latinoamérica

por RIOTero/Colombia Indymedia

La identidad de los congresistas se mantiene reservada por el señalamiento público al que serían sujetos pero no es difícil imaginar quienes eran las personalidades presentes en la reunión. Lo cierto es que el espectáculo de los acercamientos sigue en marcha bajo el espectro de un posible indulto a los mayores exportadores de cocaína del mundo junto con todas sus atrocidades, sumándole a estos intentos, la iniciativa planteada en un aparte del referendo donde se le allana el camino a personalidades políticas de las AUC para que una vez desmovilizados se vinculen a la vida política del país con plenas garantías jurídicas.
Según crónica del Espectador del 30 de marzo, al finalizar la reunión el comandante paramilitar manifiesta su preocupación por la falta de acompañamiento al proceso por parte de la sociedad civil, la comunidad internacional y las supuestas fuerzas vivas del país ( gremios, industriales y capitalistas) instando a los representantes a que muevan el panorama político para legitimar el proceso. Los únicos al parecer que decididamente auspician el supuesto proceso de negociación, aparte del mismo paramilitarismo, son la administración del gobierno de Uribe Vélez con el doctor ternura a la cabeza, y Monseñor Rubiano en representación de la iglesia. Ah y la gran prensa claro está
Y es que los intentos de negociación con el paramilitarismo no tienen ninguna presentación o justificación, y al igual que la guerra en Irak carecen de cualquier respaldo tanto dentro del país como en la comunidad internacional. Recientemente, ante la solicitud hecha directamente por el presidente Uribe a la Unión Europea para participar en la negociación esta se negó tajantemente a participar de cualquier forma o a prestar cualquier tipo de ayuda en un proceso con los paramilitares. Los razones expuestas para la negativa son múltiples pero podrían condensarse en la amarga experiencia en el proceso con las FARC de Pastrana donde la UE participó activamente, el obstáculo para una futura negociación con la insurgencia que supondría una negociación con los paramilitares, la imposibilidad técnica y ética para apoyar la impunidad total al paramilitarismo y la necesidad de resarcir públicamente a las victimas del paramilitarismo. Una fuente del seno del Parlamento Europeo declaró según fuente AFP que " no era extraño que el gobierno de Uribe hiciera este pedido porque no querían llegar a un acuerdo sin testigos".
Especulando podríamos decir que el pronunciamiento de los 15 países miembros de la Unión Europea en cuanto a su negativa a participar en el proceso entre Uribe y los paramilitares obedece también a un cobro de cuentas por el irrestricto apoyo uribista a Bush en su guerra contra Irak, pero también muestra la ilegitimidad misma a los ojos de buena parte del mundo de la descarada negociación que se pretende vender como búsqueda de la paz. No obstante el Departamento de Estado norteamericano desde el comienzo ha dado visto bueno al proceso con los paramilitares, y es presumible que eso será suficiente para Uribe par presentar el esperpento de la negociación como legítima para los ojos del mundo