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Latinoamérica

3 de marzo del 2003

La estrategia terrorista

Eugenio Carrasco - Una Sola Patria
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Tras el fracaso del golpe de Estado perpetrado por los sectores radicales de la oposición durante los meses de diciembre y enero a través del saboteo sistemático y criminal contra la industria petrolera, los golpistas reciben los embates de la derrota y la Coordinadora Democrática comienza a ser manejada por el sector moderado que con su silencio cómplice había tolerado los desmanes de la ultraderecha. Esta situación quedó en evidencia con total ausencia de apoyo que recibió la oposición cuando convocó a una marcha para protestar la detención del presidente de Fedecarmas, Carlos Fernández, por su participación en el "paro" insurreccional En un denso articulo titulado "La tercera batalla" (El Nacional, 25 de Febrero de 2003), el historiador antichavista Jorge Olavarria presenta una interesante cronología de las derrotas que ha recibido la oposición. Para Olavarria, el 2 de diciembre la oposición repitió el esquema de abril para derrocar al gobierno de Chávez, "con la diferencia de que los militares que esta vez podían pedir la renuncia de Chávez cuando la huelga llegara a su momento crítico, estaban haciendo el ridículo en la plaza Francia de Altamira o boicoteando lo que la Coordinadora Democrática realizaba." El historiador antichavista señala que "durante más de 60 días, todas las noches, los discursos del trío director fueron repetitivos y vacíos de ideas... La ciega terquedad con la cual crearon una inmolación colectiva será objeto de ! análisis. Habrá tiempo para eso..
Por lo pronto, nadie en su sano juicio puede negar que el resultado del llamado 'paro cívico' fue un fracaso", lo cual produjo inmediatamente "un enredo de zancadillas, empujones, trampas, engaños y maniobras... [que] malogró el acto de presentación de los resultados de El Firmazo... con la ridícula develación luminosa de unas cajas que se supone contenían las firmas... [evidenciando] el artero secuestro del acto en beneficio del lanzamiento de la candidatura presidencial de Enrique Mendoza..." Fuera de la FAN y de la industria petrolera, sin influencia en las decisiones de la Coordinadora Democrática y sin poder de convocatoria entre sus simpatizantes, el sector golpista de la oposición no le quedaba otra opción que preparar como fiera herida la radicalización subversiva, es decir, enfrentar al enemigo Chávez con la guerra. Este sentimiento de frustración colectiva generadora de violencia se puede apreciar claramente en el articulo "Tolerancia sí - burla y cinismo no" (El Universal, 22 de Febrero de 2003), en donde Adolfo P. Salgueiro manifiesta que la situ! ación política nacional "no puede verse ni analizarse bajo la óptica estrictamente jurídica," confiesa sentirse "como un verdadero pendejo aun cuando nunca sucumbió a la tentación de creer en pajaritos preñados ni en el cuento de la autonomía de los poderes ni en la buena fe de los negociadores oficiales ni nada de eso", y que de aquí en adelante deja de ser "adversario" y pasa a ser "enemigo." El 25 de febrero en horas de la madrugada se producen dos actos terroristas contra las misiones diplomáticas de España y Colombia, tres días después de que en su programa "Aló Presidente" el primer mandatario exigiera respeto a la soberanía de Venezuela y rechazara el tutelaje sobre las instituciones publicas que pretendían realizar el secretario general de la OEA, Cesar Gaviria, el Departamento de Estado norteamericano y los gobiernos de España y Colombia. Estos actos terroristas fueron realizados con bombas de gran potencia elaboradas presuntamente con explosivo C4 cuyo manejo es exclusivo de la FAN. En el lugar se encontraron panfletos que adjudican los actos a los grupos Frente Bolivariano de Liberación, organización que no se había pronunciado públicamente desde el atenta! do que sufriera el ex presidente de la CTV, Antonio Ríos, a principios de los 90, y la Coordinadora Simón Bolívar, organización popular con nueve años de trabajo cultural, vecinal y deportivo en el 23 de Enero que inmediatamente condenó los hechos y negó haber participado..
La adjudicación de estos actos terroristas a grupos de izquierda no es mera coincidencia. En el articulo "Powell en Bogotá con golpistas venezolanos", publicado por el Centro de Medios Independientes de Ecuador el pasado mes de diciembre, Gina María Ramírez sostiene que durante su visita a Bogota el 4 y 5 de diciembre del pasado año, Colin Powell logró reunirse con Pedro Carmona y otros golpistas venezolanos. Según Ramírez, esta reunión se realizó en el Hotel del Fondo de la Policía Nacional y asistieron "el general colombiano [Mora Rangel], Colin Powell, la Embajadora Patersson, Pedro Carmona, el comandante de la Fuerza Aérea [Colombiana, general Velasco], el director de la Nueva Central Nacional de Inteligencia militar, Rosso José Serrano, dos delegados de "la plaza Altamira", dos directores! de medios venezolanos y directores y enviados de dos diarios, una revista y una Cadena Radial de Colombia" Paralelamente, un medio de comunicación colombiano anunciaba que "las FARC ya están en Caracas", coincidiendo con los reiterados señalamientos que hacia al respecto Enrique Medina Gómez..
Por el contrario, los actos terroristas apuntan al paramiliatarismo reaccionario de la ultraderecha venezolana. En el trabajo "Conflicto armado y Paramilitarismo en Colombia", el Equipo Nizkor de España, especialistas en Derechos Humanos, identifican "la contratación de personas provenientes de otros lugares para que ejecuten crímenes" como uno de los métodos de acción del paramilitarismo. Estos mercenarios extranjeros serian contratados "por parte sectores económicos y altas autoridades del Estado, los cuales han intervenido en el entrenamiento de los grupos paramilitares y de militares en diferentes técnicas y en el empleo y manejo de sofisticado armamento." De esta manera las investigaciones se verían obstruidas por la ausencia de sospechosos, y a su vez permitiría encubrir ! la identidad de los responsables intelectuales. En el caso colombiano, se ha determinado que personal de la Fuerza Publica "ha intervenido para procurar la fuga, para coordinar las acciones en cuanto al momento y lugar de ejecución, y para dotar de armamento a quienes participen en los crímenes." Este tipo de procedimiento coincide con la denuncia que realizó el diputado del MVR, Jorge Rondón, sobre la detención el 11 de abril de un francotirador estadounidense y otro salvadoreño, quienes habrían disparado contra el palacio presidencial provocando la muerte entre otros de la escolta del vicepresidente Cabello y que inexplicablemente fueron dejados en libertad mientras Carmona se autojuramentaba en Miraflores. Meses mas tarde, el corresponsal de CNN, Otto Neustald, aseguraba que dos horas antes de comenzar la masacre del 11 de abril donde murieron mas de 15 personas, entre chavistas, antichavistas y transeúntes, el grupo de militares insurgentes de la ultraderecha realizaba el ensayo de su pronunciamiento en la que denunciaban la existencia de seis asesinatos perpetrados contra los manifestantes opositores, con lo que se confirma que los militares golpistas tenían planeado utilizar estas muertes para justificar e! l secuestro del presidente y posterior golpe de Estado..
De la misma forma, este método paramilitar encaja con la hipótesis que realiza la "Unidad de Análisis" sobre los actos terroristas contra las misiones diplomáticas de España y Colombia en su entrega correspondiente al 26 de febrero:.
"Los autores materiales del hecho son cubanos ligados al grupo del hijo de Mas Canosa en Miami, traídos a Venezuela por Salas Römer. La planificación se efectuó en unas oficinas de Enrique Mendoza... La logística y la protección la aportó Leopoldo López, en cuya jurisdicción se producen siempre este tipo de hechos, pues Polichacao aporta las comunicaciones, vigila y custodia que nadie salga detenido. Esa es una de las razones por las cuales no atentaron contra la embajada estadounidense, pues los cubanos mayameros se niegan a atacar a su país de destino, además de que la sede queda fuera de Chacao y habrían tenido que implicar también a Capriles Raronsky." .
Conclusión .
El discurso del presidente Chávez, podría ser catalogado como agresivo pero jamás como violento. La agresividad es una característica innata de la personalidad humana, mientras que la violencia es un producto anti-cultural que depende de la impunidad para su gestación..
En la plaza Francia de Altamira están creadas todas las condiciones para perpetuar la violencia política. A partir de allí se produjeron la masacre del 6 de diciembre y el abominable crimen de los muchachos opositores; y como consecuencia directa de las acciones que se llevan a cabo en el "territorio liberado", se producen acciones de corte similar por parte de simpatizantes del gobierno como la "toma de La Campiña", que también es tolerada por los organismos públicos en detrimento de la institucionalidad..
Esta violencia surge aun con mayor fuerza en momentos de desesperación y acorralamiento. Así lo presenta acertadamente los representantes del gobierno en la Mesa de Negociación y Diálogo al explicar los actos terroristas:.
"En la actualidad se desarrolla en el campo de la oposición, la evidente ruptura que en ella se ha producido y la irrupción de un sector ultrarradical que definitivamente ha tomado el atajo del terrorismo y la aventura, y procede a descalificar a los factores democráticos... Esta situación, planteada en tales términos, tiene que ser evaluada y repudiada por los venezolanos; al mismo tiempo que obliga a la representación de la 'Coordinadora Democrática' en la Mesa de Negociación y Acuerdos, a un deslinde claro y definitivo con ese sector." Este sector ultrarradical de la oposición cultiva el paramilitarismo urbano por medio de los militares golpistas acantonados en la plaza Altamira. Después de haber fracasado en un plan siniestro para atacar la marcha opositora del pasado 11 de abril y en el saboteo criminal contra la industria petrolera, hoy pretenden instalar el terrorismo en la sociedad venezolana para justificar la intervención norteamericana, que a través de la OEA ya pretende ejercer un tutelaje sobre las instituciones democráticas y bolivarianas en detrimento de nuestra soberanía..
El engendro de la plaza Altamira solo podrá ser desterrado con el desmantelamiento de este núcleo paramilitar, el sometimiento de la sociedad civil, militar, empresarial y política al "imperio de la ley" que evite reproducir la impunidad, y promocionando la cultura de la paz, tolerancia y defensa de los derechos humanos en escuelas, universidades, comunidades y urbanizaciones de todos los estratos sociales, instituciones publicas y privadas, administración publica, órganos de seguridad del Estado, gobiernos locales y nacional, y sobretodo en los medios de comunicación privados y del Estado..
Esta es una tarea ardua y compleja, pero necesaria ! e impostergable.

Artículo completo en: http://www.aporrea.org/dameletra.php?docid=2487