En poder de las FARC los equipos de inteligencia de la avioneta derribada
Autoridades colombianas revelan que guerrilleros del frente 'Teófilo Forero' impactaron seis veces la aeronave antes de que cayera a tierra y luego sembraron 17 minas antipersonales alrededor.
Marzo 1 de 2003 Con base en testimonios y evidencias, fiscales especializados reconstruyeron lo ocurrido el jueves 13 de febrero, cuando la avioneta Cessna en la que viajaban un suboficial del Ejército colombiano y cuatro estadounidenses se fue a pique en una zona del Caquetá dominada por las Farc.
Hacia las 10 a.m., después de que el piloto reportó daños mecánicos y empezó el fuego desde tierra, cerca de 40 rebeldes treparon a las montañas del cañón del río Orteguaza, rodearon la nave siniestrada, sitiaron el lugar y varios de ellos sacaron a los ocupantes de la nave que resultaron ilesos del accidente.
"Se abastecieron de agua en un rancho ubicado a dos kilómetros de la estrellada", confirmó un campesino que dijo haber estado muy cerca de los plagiados, a quienes describió como 'los monos' por su aspecto físico.
Se llevaron un sofisticado equipo de comunicación satelital dotado con un mecanismo experto de localización y monitoreo de móviles humanos, y con un archivo para información clasificada. Además se apropiaron de un sistema de mira infrarroja y de un moderno localizador aéreo de personas.
A continuación siguió la incineración de la avioneta, que en principio voceros estadounidenses y colombianos atribuyeron a la tripulación estadounidense e interpretaron como un indicio de que estos habían sobrevivido.
Los campesinos vieron enterrar las minas a los guerrilleros e iniciar la fuga en cuanto se escuchó el ruido de aspas de helicópteros.
Los estadounidenses fueron obligados a apretar el paso y, ante la aparente resistencia, uno de ellos, Thomas John Jannis, y el sargento del Ejército de Colombia, Luis Alcides Cruz, fueron ejecutados, según añaden los testigos.
Entre la ropa de Jannis -ex militar de 56 años, soldado en las guerras de Vietnam y Corea- está una billetera que aparentemente pertenece a uno de sus compañeros prisioneros.
Los documentos, en poder de las autoridades, corresponden a un hombre identificado como Marc Davis González que sería el hispano-americano que viajaba en esa misión.
Las identidades oficiales de los prisioneros continúan siendo un total misterio, pero fuentes extraoficiales aseguran que al menos uno de ellos hizo parte de la operación Gato Negro II, un enorme dispositivo militar lanzado tras el rebelde Tomás Medina Caracas, alias 'el negro Acacio'.
Todo cuanto se sabe de los secuestrados es que trabajan para la California Microwave Systemns, una unidad de la empresa Northrop Grumman que suministra sistemas de vigilancia al Ejército de E.U.
Esa firma es la segunda más grande de ese país en la comercialización de sistemas de defensa. Provee tecnología avanzada a 25 países, enfocada en aviones inteligentes y construcción naval.