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Latinoamérica

12 de marzo del 2003

¿Y si ellos tuviesen razón?

Leonardo Boff
Servicio Informativo "alai-amlatina" .

Todos estamos indignados ante el poderío de los traficantes que producen un caos social en Río de Janeiro. Queremos medidas drásticas pero ellas solo son escandalosas. Meses después vuelve la violencia con más osadía y mejor articulación de los traficantes. Con excepción de unos pocos observadores más valientes, los análisis suelen ser convencionales y poco explicativos. Pero lo que importa es ir a la raíz de la cuestión y encarar la verdad con honradez..
Cuál es la verdad que no quiere callar y que, pronunciada, nos acusa, y que, por eso, tendemos a ocultar? Es el reconocimiento de que los hechos ocurridos en Río y los alrededores resultan de opciones políticas que estigmatizan desde siempre a nuestro país. Hicimos un pacto social que no incluye a todos, con un orden, un Estado, políticas y leyes que son buenas sólo para nosotros, los incluidos. En ese pacto no caben por lo menos cuarenta millones de brasileños. Peor todavía: obligamos a estos excluidos a insertarse en ese orden y a respetar nuestras leyes. Muchos de ellos piensan: por qué respetar si no somos respetados? Por qué la comunicación con nosotros se hace por la violencia, forzándonos a obedecer y a funcionar como actores agregados a un proyecto que atiende los intereses de quienes nos consideran apenas pueblito? .
Tengamos un mínimo de sinceridad: qué se hace de consistente en términos de políticas públicas para los millones que viven en las favelas y en los bolsones de nuestro país? Hay mucha rabia y decepción entre el pueblo ante los políticos y el Estado excluyente. La ausencia culpable del Estado creó un vacío que fue rellenado por los traficantes. Ellos ofrecen trabajo, renta, subsistencia básica a millares de jóvenes para los cuales el Estado y la sociedad no ofrecen ninguna alternativa decente. Se organizó entre ellos otro pacto social, tácito, otro orden, otras leyes, el "Estado bandido". Ahí hay líderes que dictan normas y comenten crímenes injustificables..
Sin eufemismos, lo que está ocurriendo ahora es un enfrentamiento entre dos ordenes. El "otro orden" tomo conciencia de cuan injusto, corrupto é hipócrita es el orden vigente, el nuestro. Es en nombre de él que los policías suben a las favelas, derrumban puertas, golpeando, tirando, humillando personas, en su mayoría trabajadora e inocente..
Para nuestro escándalo, no fue exactamente eso que la Carta del Tráfico dice, en la publicación del 25 de febrero? En ella se testimonia lo que todos sabemos o tememos reconocer "que los verdaderos marginales no están en las favelas, ni atrás de las gradas, y sí, en el alto escalón de la política. Será que entre los presos de este país existe uno que haya cometido un crimen más repugnante que el de matar una nación de hambre y miseria? Entonces BASTA. Sólo queremos nuestros derechos". Y la carta muestra confianza en Lula, pues confiesa que "las personas humildes y pobres sólo cuentan con el Sr. para salir de este lodo". Y si ellos tuviesen razón? .
Todos nos sentimos aliviados con la transferencia de Fernandino Beira-Mar. Puede ser peligroso, pues nos hace desviar la atención sobre nosotros mismos, causa decisiva, aunque no la única, de la desgracia social que produce la marginalidad y los líderes del tráfico. Si no hacemos otro pacto social que incluya a todos, vamos a tener, de tiempo en tiempo, caos social y paralelismo de dos ordenes, ambos perversas, dividiendo de arriba abajo el único país que tenemos.
Leonardo Boff
es teólogo, escritor y profesor emérito de la UERJ