Arrinconado por la presión popular, el presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada modificó parcialmente su gabinete de ministros, en un intento por remozar su deteriorada imagen y por eludir las demandas populares que claman por su renuncia..
Cientos de ciudadanos entrevistados por radios y canales televisivos del país manifestaron, a lo largo de las últimas horas, su rechazo al actual gobierno. "Que se vayan todos, incluido Sánchez de Lozada", dijeron al comentar la renuncia del primer gabinete de 18 ministros que se efectivizó el martes a mediodía..
Fundido por las masacres de cocaleros, policías y población civil, el gabinete ministerial saliente acompañó al presidente Sánchez de Lozada durante los últimos seis meses, periodo en que se profundizó la crisis económica y el deterioro en las condiciones de vida y de trabajo de la mayor parte de la población..
Sobre las espaldas del presidente y su primer gabinete queda la responsabilidad sobre los conflictos sociales que dejaron un saldo de 53 muertos, 233 heridos y cerca de 500 detenidos en lo que va del año, según el recuento del organismo no gubernamental Centro de Estudios Jurídicos e Investigación (CEJIS)..
"Están cambiando los nombres y las caras de los ministros, pero se mantiene la política económica que está haciendo sufrir al pueblo boliviano", dijo el dirigente del magisterio urbano de La Paz, José Luis Alvarez, quien pareció sintetizar el sentimiento popular recogido hoy por varios medios de comunicación..
El nuevo gabinete de Sánchez de Lozada está conformado por 12 ministros y un representante especial en el área de Hidrocarburos y Energía. "Se ha reducido el número de Ministerios para mostrar con el ejemplo la voluntad de achicar el Poder Ejecutivo. El sacrificio del pueblo está siendo acompañado por el de los gobernantes", dijo el presidente al posesionar a las nuevas autoridades..
Los nuevos ministros son, como sus antecesores, representantes de sectores empresariales y militantes de los partidos de la coalición neoliberal, por lo que se descarta un cambio de rumbo en la política económica y social, seriamente cuestionadas por la población civil trabajadora..
Es más, esta política se mantendrá inalterable ya que los ministros del área económica, responsables del impuestazo, fueron ratificados en sus cargos, al igual que el ministro de Defensa, responsable del Ejército..
Los ministros de Gobierno y de la Presidencia, cabezas de la represión, dejaron sus cargos y fueron reemplazados, aunque el de la Presidencia, Carlos Sánchez Berzaín, aclaró que el propio presidente le había solicitado que permaneciera en su cargo, situación que no aceptó para evitar mayores problemas a Sánchez de Lozada..
Sánchez Berzaín, considerado por la oposición política y sindical como el brazo derecho de Goni y cerebro gris de la represión, volverá a su puesto de Secretario General del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), el principal partido de gobierno..
En su discurso de posesión de su nuevo gabinete, Sánchez de Lozada destacó el trabajo de sus colaboradores, pero no habló de cambios en la política económica, ni mencionó el impuestazo y mucho menos la coca y el gas. Solo dijo que su nuevo gabinete será más eficiente y que continuaría buscando el diálogo con los sectores sociales para solucionar los grandes problemas de los bolivianos.