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Latinoamérica

24 de diciembre del 2003

Un juez pide juzgar a Pinochet y procesa a los líderes de la temible Dina

Agencias/Rebelión.-

La polémica entrevista que el ex dictador chileno Augusto Pinochet concedió el 24 de noviembre a una televisión anticastrista de Miami -contrariamente a sus intenciones de ser recordado «como un ángel patriota», tal como dijo en esa oportunidad- podría llevarlo a perder su inmunidad judicial después de que un juez decidiera ayer pedir su desafuero acogiendo una solicitud de los abogados que representan a las víctimas de la llamada operación Cóndor, el acuerdo de las dictaduras del Cono Sur en la década del 70 con el que se propuso el exterminio de los militantes de partidos de izquierda de la región.

El detonante de esta nueva encrucijada judicial para Pinochet, de 86 años, fue el procesamiento dictado ayer por el juez Juan Guzmán Tapia contra tres ex jefes del órgano represivo de la dictadura, la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional , la temible Dina y que, fueron el eslabón chileno de la operación Cóndor, en la que también participaron las dictaduras de Argentina, Uruguay y Paraguay.

La decisión de si Pinochet deberá enfrentarse o no a los tribunales chilenos queda ahora en manos de la Corte de Apelaciones de Santiago, que deberá pronunciarse sobre la petición de los abogados acusadores, quienes consideran que en la entrevista de Pinochet demostró «lucidez y cordura», que no sufre de la demencia leve que lo ha salvado de ser enjuiciado y que, en su calidad de ex jefe del Gobierno de facto que ordenó la represión, debe ser procesado por este caso.

El magistrado Juan Guzmán Tapia, el mismo que procesó a Pinochet en 1998 por el caso Caravana de la Muerte, determinó que el general retirado Manuel Contreras, ex jefe de la Dina, el ex segundo hombre de esa organización, brigadier retirado Pedro Espinoza, y el ex jefe de su departamento exterior, el ex coronel Christoph Willikie, son responsables, como «autores del delito de secuestro calificado», de la detención y desaparición de nueve chilenos en el marco de la fatal operación Cóndor.

La decisión del magistrado, la primera adoptada después de 28 años de acaecidos los hechos, motivó a los abogados acusadores y que representan a los familiares de las víctimas, Eduardo Contreras, Francisco Bravo y Sergio Concha, a pedir formalmente al juez Guzmán que pidiera que Pinochet pierda su inmunidad judicial.

El ex dictador chileno Augusto Pinochet (1973-90) enfrenta así su cuarto pedido de desafuero, luego que el juez Juan Guzmán acogiera la solicitud presentada por familiares de víctimas de la llamada Operación Cóndor.

Guzmán recibió el reclamo interpuesto por el abogado querellante Eduardo Contreras, en el cual se denuncia que Pinochet no sufre de demencia senil, como determinó la Corte Suprema que lo liberó de ser juzgado por el caso conocido como Caravana de la Muerte.

Los demandantes acusan al ex gobernante de facto de ser el gestor y ejecutor de secuestros calificados de chilenos en el Cono Sur durante la década de 1970, a través de la organización y coordinación de los sistemas de inteligencia de Argentina, Paraguay y Bolivia.

Al ser acogida la petición por el magistrado, la acción legal queda en manos de la Corte de Apelaciones de Santiago que decidirá sobre el fuero del general (r) golpista.

Recientemente, Guzmán también apartó a Pinochet de un juicio en el caso denominado Calle Conferencia, por la desaparición de la cúpula del Partido Comunista en 1976 dentro del marco de operaciones de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), policía política de la dictadura.

Tras cinco años de investigación, el juez argumentó su esperado fallo en la decisión que adoptó el pasado 22 de octubre la Corte Suprema al descartar la pérdida de fuero del ex comandante en jefe del Ejército en la causa.

Otro desafuero rechazado por el tribunal de alzada santiaguino respecto a Pinochet se dio en el proceso por el crimen del general (r) Carlos Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, perpetrado en Buenos Aires, en 1974.

Ante el nuevo pedido, el abogado Pablo Rodríguez, representante del ex dictador, señaló que si bien su defendido no está demente ni loco, tampoco estaría en condiciones de enfrentar un proceso judicial.

"El general Pinochet está impedido de poder comparecer en un juicio; está impedido de su capacidad procesal. Pero no es el concepto de loco o demente que existía en el siglo pasado y que parece ser la prédica de abogados comunistas", dijo.

Contreras respondió al respecto que "si seguimos su discurso (el de defensor pinochetista) el único payaso triste de este circo del señor Rodríguez es Augusto Pinochet".

Puntualizó que "miremos su imagen, es un dictador defenestrado, desaforado, procesado, estuvo preso, está jurídicamente acusado como autor de homicidio y secuestro y, más encima, loco o demente. Díganme que no es un payaso triste del circo del señor Rodríguez".

El jurista acusador anunció además que junto a otros colegas entregarán en tribunales un video de la entrevista televisiva a Pinochet en la cual señaló que no pedirá perdón a las víctimas de violaciones de los derechos humanos durante su régimen militar de 17 años.