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Latinoamérica

11 de diciembre del 2003

Una loca farándula

Eduardo Contreras
El Siglo

En una olvidada entrevista del 7 de abril del 2000, Pablo Longueira dijo a la revista "Cosas" que durante los años del régimen de Pinochet no se sintió interpretado por la acción de la Iglesia Católica, por lo que entonces prefirió mantener "una relación directa con Dios". O sea que a este sujeto la imbecilidad o la locura le viene de antes. No hay que extrañarse que diga ahora que en las noches habla con Jaime Guzmán y afirme que recibe orientaciones directas del ideólogo fascista.

Quizás haya que citarlo judicialmente para que en su próxima conversa celestial consiga que le revelen dónde los militares chilenos tienen a los detenidos desaparecidos.

Porque en cuanto respecta a los mandos de las Fuerzas Armadas, está claro que mantendrán el pacto de silencio comprometido con el dictador. En una reciente entrevista de prensa el Comandante en Jefe del Ejército, general Cheyre, sostuvo que su institución no tiene más información sobre sus propios crímenes, que la que tenía ya la entregó a la mesa de diálogo y que si no pudieron obtener más datos y fallaron, "por algo será". Es decir, nos anuncia que, más allá del bla bla, no cooperarán con la Justicia. A petición de los querellantes del caso Conferencia, el general Juan Carlos Salgado deberá comparecer ante el juez Guzmán a explicar sus dichos de la mesa de diálogo, a aclarar embustes y a contar la firme. ¿Lo hará?

Por otra parte, el ejército asumió la defensa del coronel Pedro Pablo Bustos Valderrama, el oscuro ex miembro de la CNI denunciado por su autoría en diversos casos de violaciones a los derechos humanos y que, gracias a la Concertación, integra la representación chilena ante Naciones Unidas. Increíble: doña Michelle Bachelet, ministra de Defensa, quien conoció a Bustos en los años de su curso en la Academia de Guerra en una época en que fueron muy amigos, le ha entregado su total respaldo. En contraste, juristas norteamericanos han pedido al secretario de la ONU la expulsión del militar.

Agreguemos a nuestro comentario que estas mismas Fuerzas Armadas, con el beneplácito del gobierno "democrático", continúan el despilfarro de cientos de millones de dólares. A la compra de la fragata usada "Sheffield" efectuada a Inglaterra, se agrega que hoy está en trámite la compra a los EE.UU. de Norteamérica del destructor "Fletcher", para lo cual el Congreso de ese país autorizó la venta en su reunión del día 17 del pasado mes de noviembre. El gobierno chileno, una vez más, pasa por sobre la homologación de gastos militares convenida con los países limítrofes y sigue adelante en una carrera armamentista que sólo favorece a los grandes monopolios de la muerte y estimula los ya conocidos negociados internos.

En un rincón de este verdadero circo en que los hombres del sistema han transformado la actividad política, uno de los hombres de Pinochet, el inefable Cardemil de RN-UDI, exige las penas del infierno para el gobierno venezolano y acusa a su representación diplomática en Chile de actuaciones "subversivas". Como si hubiera algo más subversivo que el golpe criminal de los militares que Cardemil aplaudió.

Otro numerito: en una costosa cena de empresarios y políticos de la centro derecha se homenajea a una alta funcionaria conocida por su adhesión a la política exterior norteamericana. Alguien calificó el evento como "un lanzamiento de su candidatura presidencial". ¡Santo Dios!, como diría un católico, pero si en un sistema político normal de un país normal le faltarían méritos para concejal por el pintoresco pueblo de Peor es Nada…

No hay caso: la derecha y la Concertación han transformado al país en una loca, pobre y lamentable farándula, en triste copia del tango Cambalache.