En Chile, en Latinoamérica y en todo el mundo, un pequeño porcentaje de la población posee grandes riquezas mientras las mayorías padecen serias necesidades. Esta minoría, se ha apoderado sistemáticamente del poder político, la fuerza económica y la tecnología. Este proceso demoledor de las soberanías e independencias nacionales, alcanza su máxima expresión en los Tratados de Libre Comercio (TLC), o específicamente en la intención de imponer el Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA).
La formación de mercados sujetos a los dictámenes y condiciones de poderes económicos globales muestra sin duda el poder regional y mundial de las compañías multinacionales. De este modo, mientras se concentra el capital financiero internacional, las economías locales pierden de manera acelerada su autonomía y se ven obligadas a adaptarse por la extorsión implícita y explícita de los dictámenes que efectúan estos nuevos poderes, ahora estructurados y organizados, mediante el perfeccionamiento y potenciación política de organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial, la Organización Mundial de Comercio (OMC) y aparatos de coordinación y dominio como el Grupo de los 8. Cuando se encuentran resistencias a estas políticas, EEUU y sus aliados suman su fuerza militar, con la complicidad de sectores locales que intentan participar de los aparentes beneficios de su afán imperialista.
Así, hoy el gran capital domina los medios de producción y también el pensamiento, mediante el control de los medios de comunicación e información. En el actual estado de cosas, la antigua solidaridad se ha ido evaporando y en definitiva, se ha llegado a la desintegración del tejido social y la desconexión de las personas entre sí a pesar de las penurias generales. Los referentes políticos y sociales no han escapado a esta fragmentación.
Tenemos fe fundada y certeza de experiencia, en la posibilidad de articular al más amplio conjunto de fuerzas políticas y sociales de izquierda, progresistas y antineoliberales para conformar un gran movimiento que haga retroceder decididamente las actuales condiciones de desigualdad e injusticia social. La tragedia sorda que experimentan hoy nuestros pueblos, requiere de responsabilidad y lucidez, a las que debemos acercarnos construyendo paso a paso cada peldaño que contribuya a desarticular la tiranía, ya no sólo de las armas, sino del dinero.
Creemos firmemente en la posibilidad de recuperar el poder de decisión de la base social y proyectarlo a la toma del poder político. Esta fe en la unidad y en la posibilidad de recuperar el poder político para los pueblos, comienza ya a manifestarse en nuestro continente y en otras latitudes como una creciente capacidad organizativa que asumimos hoy como parte de nuestra propia lucha y como responsabilidad presente y futura. Por ello, aunque nuestra acción se localice en nuestro país, nuestra mirada y solidaridad, está puesta en nuestra Latinoamérica y en la posibilidad de un mundo mejor.
Desde esta posición de coincidencia de diagnóstico y voluntad con diversas fuerzas, hemos venido sosteniendo diversas convergencias tanto en la acción como en la reflexión conjunta, en el ánimo de avanzar en la conformación de un Movimiento que posibilite la más plena y democrática participación de las organizaciones sociales y políticas del pueblo y cuya dirección sea la transformación política y social de nuestro país que nos conduzca a una democracia real. Creemos entonces, que es el momento político e histórico adecuado para recoger la experiencia de estas últimas décadas y volcarla en el desarrollo de una voluntad que unifique la diversidad de expresiones en una fuerza capaz de ofrecer una alternativa política social viable para Chile.
Este Movimiento debe constituirse en todo nuestro país, amplio, diverso y fuerte. En este sentido se orientará a generar la convergencia, de hombres, mujeres, jóvenes, estudiantes, trabajadores, pueblos originarios y de toda organización por pequeña que esta sea, para crear un futuro digno, en el que nuestro pueblo recupere los derechos que le fueron arrebatados primero por la fuerza y hoy por la amenaza del despido y la marginación. Así también, las organizaciones laicas y religiosas, los intelectuales, profesionales y artistas; micro, pequeños y medianos empresarios, agricultores, mineros, pescadores, empleados del comercio y servicios, están llamados a la generación y construcción de nuevos y originales modelos políticos, económicos, sociales y culturales que reemplacen el injusto modelo vigente.
Quienes firmamos esta declaración, hemos concordado en ideas fundacionales y estrategias de acción que proponemos a todos los movimientos políticos, sociales y culturales dispuestos a integrarse con nosotros en este proceso de transformar las esperanzas en caminos de expresión política concreta para su análisis, discusión y enriquecimiento.
Ideas fundacionales
1. La formación de un Movimiento Político y Social que priorizará su lucha no sólo en su acción de carácter político sino capaz de recuperar la fe en las posibilidades de transformación de las condiciones sociales, políticas y culturales injustas que hoy parecen falsamente imponerse como únicas e inamovibles.
2. Creemos necesario acelerar revolucionariamente el verdadero sentido de la lucha que no sólo se refiere a las condiciones políticas y económicas sino también sociales y personales. Visualizamos, por tanto, un Movimiento que ha de manifestarse simultáneamente en lo político, en lo social, en lo económico, en lo cultural y en lo sicológico.
3. Nuestra dirección es avanzar decididamente hacia un nuevo sistema económico y social que privilegie la solución de las necesidades de nuestros pueblos y no las ganancias del gran capital poniendo en abierta discusión la actual e injusta relación entre capital y trabajo.
4. Del mismo modo, afirmamos que nuestros recursos naturales y financieros, están expuestos a la depredación y explotación de los grandes capitales transnacionales. En tal sentido consideramos entre nuestras prioridades, la necesidad de recuperar nuestros recursos de los cuales solo se han favorecido unos pocos y colocarlos al servicio de las grandes mayorías de nuestro país. La sola recuperación del cobre y los fondos previsionales de los trabajadores permitirían garantizar el derecho y acceso a la salud y educación públicas de calidad para todos los ciudadanos.
5. Desde tal postura, es que nuestro Movimiento se define en abierta oposición al neoliberalismo y a cualquier otro modelo que sea expresión del sistema capitalista.
6. Por cierto y en relación a todo lo anterior, nos ubicamos también en abierta oposición a la derecha y los partidos de la Concertación responsables del actual modelo político, social y económico. Consecuentemente con ello, quienes integramos este Movimiento, no aceptaremos pactos o alianzas de ningún tipo con tales referentes, en cualquiera de sus expresiones políticas, lo que consideramos necesario para dar señales inequívocas y coherentes a quienes aspiran a reemplazar radicalmente al sistema que hoy nos rige.
7. Aspiramos a una democracia participativa y directa como sistema político y rechazamos toda forma de regímenes dictatoriales, al tiempo de propiciar el pluralismo político como único esquema legítimo. En este sentido, queremos modificar en su raíz la práctica de la representatividad, hoy vigente, dando la mayor importancia a la consulta popular, el plebiscito, la elección directa de candidatos y el derecho del pueblo a revocar los mandatos. La Constitución política actual, mediante el sistema binominal, se opone a la capacidad plena del ciudadano de elegir y ser elegido y burla de raíz a la Democracia real.
8. Este Movimiento, afirma el respeto y la valoración de la diversidad personal, cultural e ideológica y rechaza los sistemas uniformantes y homogenizadores, así como también toda forma de discriminación. Consecuentemente trabajaremos para dar a los discriminados y excluidos las garantías que merece su representatividad fortaleciendo toda medida que favorezca en la práctica su inserción y desarrollo. Hoy, las minorías acosadas por la xenofobia y la discriminación, piden angustiosamente su reconocimiento y, en ese sentido, es nuestra responsabilidad elevar este tema al nivel de las discusiones más importantes, encabezando la lucha en cada lugar hasta vencer a los neofascismos abiertos o encubiertos. Luchar junto a los discriminados y excluidos, es luchar por los derechos de todos los seres humanos.
9. Nuestro Movimiento, no sólo busca levantarse en Chile sino que su vocación es latinoamericanista y solidariza activamente con las luchas de los excluidos y perseguidos de nuestro continente y del mundo.
10. Este Movimiento considera plenamente vigente la lucha por el imperio de la memoria, la verdad y justicia en los atropellos a los Derechos Humanos ocurridos en nuestra historia reciente. Consideramos que los Derechos Humanos no pertenecen al pasado, están aún presionando dolorosamente nuestro presente, pero también están en nuestro futuro invitando a nuestra intencionalidad y alimentando una lucha que se reaviva en cada nueva violación al destino del ser humano. Por esto, todo reclamo que se haga a favor de ellos tiene sentido porque muestra a los poderes actuales que no son omnipotententes y que no tienen controlado el futuro.
11. Sostenemos que a la raíz del sistema injusto que hoy nos rige, se encuentra la violencia institucionalizada que se expresa no sólo en el uso de las armas cuando el pueblo ha intentado rebelarse sino también en la violencia económica que margina a grandes capas de la población de sus elementales derechos a una educación, salud, vivienda y trabajo dignos. Nuestro Movimiento aspira a la superación de toda forma de violencia en la sociedad la que en último término no depende de los pueblos y es impuesta mediante la intervención directa, la guerra y otras formas de avasallamiento de la soberanía nacional y popular. Sin embargo, atendiendo a la particularidad de la actual situación política del país, nos proponemos impulsar métodos de lucha no violentos que pongan en el centro la masividad y pluralidad de las luchas de los trabajadores y el pueblo cuya decisión, experiencia y sabiduría están a la base de nuestra fortaleza. La metodología de lucha que adoptamos, no debe entenderse como concesiva a la violencia y a la represión del Estado. Por el contrario, creemos en el derecho a la rebelión y a la autodefensa del pueblo, que será tanto más poderosa, cuanto mayor sea nuestra capacidad de construir una organización férrea y unitaria que permita desarticular en forma sostenida y específica cualquier agresión.
En consecuencia llamamos a autoconvocarnos a una gran convención nacional de todas las fuerzas y movimientos políticos y sociales progresistas, de izquierda y antineoliberales para construir juntos una nueva esperanza para nuestros pueblos.
Agrupaciones Sociales y Políticas Firmantes - Listado Provisorio al 24.11.03:
Frente de Profesionales de Izquierda
Partido Humanista
Partido Comunista
Coordinadora Metropolitana Usuarios Defensa de la Salud Pública
Fuerza Ciudadana
Movimiento de Izquierda Revolucionaria MIR
Los de Abajo
Asambleas Populares
Comité de Defensa y Recuperación del Cobre
CENDES
Movimiento para el Socialismo
Partido de Alternativa Socialista
Partido Comunista Chileno (A.P)
Identidad Rodriguista
Izquierda Socialista
Movimiento Pueblo Socialista
Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez