VOLVER A LA PAGINA  PRINCIPAL
XIII Cumbre Iberoamericana en Bolivia


XIII CUMBRE: CONDENA FORMAL AL NEOLIBERALISMO
Y APOYO REAL AL ALCA

La XIII Cumbre Iberoamericana llama a combatir la pobreza y la exclusión social que amenazan con desestabilizar de raíz las estructuras políticas y económicas de toda la región. Pero los Lula, Kirchner, Fox y Lagos apuestan por el ALCA

Redacción de Econoticiasbolivia.com
(Santa Cruz, noviembre 15, 2003).

- Los presidentes de Latinoamérica, España y Portugal cerraron esta noche la XIII Cumbre Iberoamericana con la Declaración de Santa Cruz que hace un ferviente llamado para combatir la pobreza y la exclusión social que amenazan con desestabilizar de raíz las estructuras políticas y económicas de toda la región.
En la declaración de cierre, los presidentes advirtieron que la gobernabilidad democrática está en peligro por la creciente insatisfacción social y el hastío popular ante un sistema económico que concentra la riqueza en pocas manos, extiende la pobreza y agrava las diferencias entre ricos y pobres.
Todo un enjuiciamiento al neoliberalismo, aunque en el documento de 45 puntos no se menciona directamente a las políticas de libre mercado que agravan la inequidad y la injusticia social. La declaración convoca a la superación de la pobreza en Iberoamérica mediante la aplicación de políticas integrales definidas y desarrolladas por el Estado con la participación de todos los sectores.
Los líderes iberoamericanos admitieron que la exclusión social es un problema de carácter estructural con profundas raíces históricas, económicas y culturales cuya superación demanda amplias transformaciones. Toda una concesión, aunque formal, a los movimientos sociales y populares del continente, que sufren en carne propia la pobreza y por ellos están en contra del neoliberalismo. Lo real, sin embargo, estuvo a cargo de los presidentes de los cuatro países más fuertes de la región, cuando al margen de la Declaración de Santa Cruz abogaron por impulsar el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), todo un espaldarazo al libre mercado y a la profundización del neoliberalismo en todos los ámbitos de la vida económica, social y política en América Latina..
En torno al endeudamiento externo, que se ha convertido otra vez en un gran problema regional, los Jefes de Estado y de Gobierno demandaron una actitud diferente de los organismos internacionales y ratificaron su predisposición para resolverla, de manera efectiva, justa y duradera, buscando que los planes de ajuste económico preserven los principios de equidad y justicia social, así como la lucha contra pobreza, el hambre y la desocupación. Otra gran transformación, que sin embargo depende de los organismos dependientes de Washington.
"A los efectos de aliviar el peso de la deuda a través de las negociaciones e iniciativas multilaterales, instamos al Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo a que intensifiquen los mecanismos de prevención y resolución de las crisis financieras por las que atraviesan determinadas economías latinoamericanas, evaluando, en cada caso y con los países afectados, fórmulas para aliviar cargas insostenibles de la deuda, preservando los principios de responsabilidad mutua, de equidad, de combate a la exclusión y, en especial, promoviendo el fortalecimiento de la gobernabilidad de las democracia", dice el pronunciamiento.
La Declaración establece, además, que los países iberoamericanos reconocen la urgente necesidad de aplicar políticas públicas dirigidas a disminuir la pobreza e incrementar el grado de participación ciudadana de todos los sectores excluidos de la población en el diseño de las políticas sociales, la toma de decisiones y el control y la fiscalización sobre los recursos financieros destinados a dar cumplimiento a estas políticas, de manera que sean ellos los actores de su propio y pleno desarrollo. "Así podremos propiciar su acceso a la tierra, a las fuentes de trabajo, a una mejor calidad de vida, a la educación, la salud, la vivienda y otros servicios básicos", señala el documento.
Los países iberoamericanos se proponen impulsar todas las acciones necesarias para disminuir las elevadas tasas de desocupación que castigan a nuestras sociedades, generando condiciones propicias para el desarrollo de los negocios y la inversión productiva y mediante programas de capacitación y de generación de empleo que permitan insertar a los desempleados, en las actividades productivas, señala el documento pleno de ideas sugerentes como todos aquellos que emanaron de las 12 cumbres anteriores y que quedaron en la simple y estéril retórica. Muy diferente a lo que anuncian los presidentes de Brasil, Argentina, México y Chile, muy diferente al ALCA.