Bolivia en la vitrina del mundo
Mauricio Aira
RODELU
Con motivo de la celebración de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, que congregará a los 23 líderes de América Latina, más España y Portugal, Bolivia vuelve a ser colocada en la vitrina del mundo, por los cientos de periodistas que serán testigos de las reuniones en la moderna y populosa ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Además de lo ceremonioso de estas reuniones persiste la esperanza de convertirlas en un punto de encuentro práctico y constructivo, por lo que han sido necesarias las citas previas de los responsables de las áreas más importantes de la actividad humana donde se pone de relieve por vez primera la tesis del Presidente Mesa de reconocer y aceptar al otro, refiriéndose a la iniciativa que surgió de realizar en forma simultánea otro escenario para tratar el tema social. "Tenemos que hablar del sentido de pertenencia a la nación boliviana, a pesar de las diferencias étnicas, económicas, culturales y regionales" lo había destacado el Canciller Ignacio Siles hablando para la avanzada de prensa presente ya en la Cumbre.
Bolivia es una enorme diversidad étnica con 30 lenguas diferentes y de una mayoría indígena en que se distinguen aymaras y quéchuas, estos últimos aunque en pequeña escala, quizá no lleguen a 60 mil agricultores entre El Chapare y Los Yungas conocidos por sus cultivos de hojas de coca, de la que se elabora la cocaína, azote mortífero de la juventud de hoy, sumida en las redes de su dependencia que afecta en primer lugar a la propia población boliviana donde los niveles de consumo han ido en constante aumento, y luego a los grandes mercados de los Estados Unidos y Europa donde se vende el producto nacional lo mismo que el peruano y colombiano.
La gran preocupación por nuevas confrontaciones político-sociales ha sido disipada por el intento de establecer –vasos comunicantes- entre ambos programas para evitar un choque de participantes, que hubiera podido arrojar un saldo de sangre y dolor, como en los recientes acontecimientos de octubre donde se dió el enfrentamiento de turbas enardecidas y presas de la agitación contra los representantes del orden en su intento de causar destrozos a la propiedad y cometer asaltos a los servicios públicos, como el de transporte de combustibles al grado de obligar a la renuncia del Presidente Sánchez de Lozada. Lo original de esta interrelación en la práctica, será que una mujer del movimiento social usará de la palabra ante los Reyes de España y los Presidentes Latinoamericanos, como una concesión excepcional. además de los dignatarios.
Como puesta en una vitrina será observada Bolivia, el teatro donde se discuten ideas, se logran acuerdos y se ejercen los derechos en un plano de igualdad, de madurez y de armonía que haga el contraste con las imágenes negativas que recorrieron el mundo durante octubre.
Quedará demostrado que Bolivia sufre un mar de dificultades que podrían ser resueltas por la via de la integración entre oriente y occidente, entre norte y sur, entre collas y cambas, ricos y pobres, leídos y analfabetos. Conciente del debilitado ascendiente que como Nación tiene ante la comunidad regional, su participación en el Mercosur, y otros organismos podrían permitirle enfrentarse a los desafíos de la hora, al igual que las otras naciones de esta gran familia.
Dejando de lado el marco en que se lleva a cabo el evento, la preocupación principal está puesta en la forma de organización que debe ser adoptada y la nomenclatura para su funcionamiento. En realidad, si se quiere utilizar la estructura existente, creada hace 13 años por iniciativa de Juan Carlos, el Rey de España, se debe avanzar en programas concretos de integración. Veamos lo que ocurre con la Unión Europea donde, no obstante las enormes diferencias se están logrando avances notables y realistas.
Con la mejor intención la última versión de la Cumbre encomendó a un gran americanista el brasileño Fernando Enrique Cardoso y a un equipo de intelectuales de primera línea la misión de presentar las formas de viabilizar el mecanismo cumbre para convertirlo en un interlocutor ante el mundo entero sea por el volumen de habitantes y capitales que representa cuanto por el espacio político y geográfico de los factores de unión que conllevan.
De la última cumbre a la presente, se han dado ciertos hechos negativos como la rivalidad entre el Presidente Aznar y Fidel Castro que en lugar de unir a los iberoamericanos están contribuyendo al aumento de una tensión, en realidad ajena a esta familia y más bien como un resultado de las repercusiones políticas y geofísicas que se originaron en el 11 de septiembre y las guerras subsiguientes. Es de esperar por tanto que la beligerancia yacente se mitigue y las aguas vuelvan a su cauce para el mayor bienestar de la familia latinoamericana.
Todos esperamos que el documento que se conocerá como la "Declaración de Santa Cruz" refrendada por los huéspedes ilustres de Bolivia, tendrá un contenido nuevo en base a la inclusión social, término que considera el factor humano, a los pobres y desposeídos en la gigantezca empresa de construir un futuro más justo y más acelerado, porque el hambre no espera, y provoca una desesperación ciega, que arremete contra todo lo establecido, como se ha visto en La Paz y El Alto. Simultáneamente a las reuniones de los líderes políticos, se desarrollarán programas culturales, gremiales e informativos de singular interés.
11 de Noviembre de 2003
Mauricio Aira
Periodista boliviano
mauricio.aira@comhem.se