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Latinoamérica

BOLIVIA. ERRADICACIÓN DE COCALES ENFRENTA A EVO CON MESA


Redacción de Econoticiasbolivia.com
La Fogata

Evo Morales, el diputado cocalero y jefe del Movimiento al Socialismo (MAS), comenzó a arrepentirse de haber viabilizado la asunción de Carlos Mesa como nuevo presidente de Bolivia, tras que éste anunciara que seguirá la misma política de destrucción de la coca ejecutada por el depuesto Gonzalo (Goni) Sánchez de Lozada.
"El presidente Carlos Mesa está siguiendo los mismos pasos que Goni y eso es muy peligroso no sólo para los movimientos populares bolivianos sino para la democracia en su conjunto", dijo Morales, molesto por la decisión de Mesa de continuar con la erradicación forzosa de los cultivos de coca.
"Este es un sometimiento del gobierno boliviano a los mandatos de Estados Unidos. Cuando Mesa era vicepresidente estaba de acuerdo con la plantación de un cato (1.600 metros cuadrados) de coca por familia; sin embargo, ahora no sólo recibe presiones sino órdenes de la embajada norteamericana", aseguró.
El presidente Mesa advirtió durante el fin de semana que la política de erradicación de la coca se mantendría inalterable. "La lucha contra el narcotráfico es una política de Estado que seguirá la actual gestión. El compromiso nacional de eliminar la coca ilegal y luchar contra el tráfico ilícito de drogas persiste", dijo durante su visita a la República de Panamá, según reporta la agencia gubernamental ABI.
"Marcando la necesidad evidente de una negociación razonable con los sectores que producen coca, nuestra perspectiva es continuar con la política que el país ha llevado en los últimos años", agregó Mesa.
Según Morales, la decisión de Mesa de no frenar la erradicación de coca, por lo menos temporalmente, como había planteado el MAS, obedecería a la presión directa de la Embajada de Estados Unidos.
"El presidente está abiertamente sometido al gobierno de Estados Unidos (...) Por eso no quiere detener la erradicación de coca (...) Si quiere frenar el conflicto tiene que frenar la erradicación", señaló tras calificar de "cobarde" a Mesa por someterse a la Embajada y haber criticado a los dirigentes laborales desde Panamá.
"Me responsabiliza de las muertes de octubre (...) Es un cobarde porque desde allá (Panamá) denigra a los dirigentes (...) Veo que don Carlos Mesa ha tomado una actitud igual que la de Sánchez de Lozada", agregó el líder cocalero, que tuvo escasa participación en la lucha para derribar a Goni, en septiembre y octubre, pero que jugó un rol decisivo para que el vicepresidente Mesa tomara el cargo que abandonó Sánchez de Lozada, tras fugar a los Estados Unidos.
Desde su toma de posesión, el pasado 17 de octubre, Mesa había recibido el "apoyo crítico" del MAS, que había valorado públicamente el discurso inicial del Presidente en el que se comprometía a convocar una Asamblea Constituyente y a un referéndum sobre el gas. "Es en un 80 por ciento el programa del MAS", decían ilusionados los más cercanos colaboradores de Morales.
Sin embargo, la realidad, más allá de los discursos, no se hizo esperar. A los seis días de la posesión presidencial, en el Chapare cochabambino estallaba un "cazabobo" (explosivo casero) segando la vida de un soldado de la Fuerza de Tarea Conjunta de erradicación e hiriendo a otros seis, cuya función habitual es destruir las plantaciones de coca de los campesinos. En esta tarea, a pesar de los devaneos entre el líder cocalero y el nuevo Presidente, no hay tregua ni pausa.
Esta tarea se cumple bajo la estricta vigilancia y control de la Embajada de Estados Unidos y es prioritaria para los gobiernos bolivianos de corte neoliberal, como el actual, el anterior y todos los que se suceden desde 1985. Según estimaciones extraoficiales se cree que en el Chapare cochabambino existen entre 5 a 8 mil hectáreas de coca, consideradas como ilegales, y que son la única fuente de subsistencia y de ingresos para cerca de 40 mil familias.