LA COB HACE UNA PAUSA EN LA OFENSIVA ANTINEOLIBERAL
La COB suspende la ofensiva contra el neoliberalismo y las transnacionales y aguarda que el nuevo Presidente cumpla sus exigencias. Mesa ya eligió a un gabinete de "tecnócratas neoliberales" y ha dejado en manos del Congreso, dominado por los partidarios de Goni, la posibilidad de enjuiciar a Sánchez de Lozado, refugiado ya en Estados Unidos
Tras echar del poder a Gonzalo Sánchez de Lozada, las organizaciones sociales y populares de Bolivia han decretado una pausa en la ofensiva que habían lanzado contra el neoliberalismo y las transnacionales, aguardando que el nuevo presidente constitucional Carlos Mesa muestre hasta dónde es capaz de ir para cumplir con las demandas de los bolivianos, especialmente de los más pobres.
Muchos creen, sin embargo, que el nuevo Presidente no podrá satisfacer estos requerimientos, por lo que los sectores más empobrecidos de la población y los trabajadores no tardarán en volver a carga.
El "repliegue" a sus distritos de las organizaciones y trabajadores movilizados en La Paz, la suspensión de la huelga general y el levantamiento de los bloqueos fueron instruidos por el último ampliado de la Central Obrera Boliviana (COB), realizado este fin de semana.
Esta decisión fue asumida tras una ardua discusión en la que se impuso el criterio mayoritario que señalaba que la lucha popular había sido muy larga y que estaba ya entrando en una fase declinante, por lo que no se podía, por el momento, lograr la re-nacionalización del gas y el petróleo y el fin del neoliberalismo. Once organizaciones laborales sustentaron esta posición, ocho plantearon presionar de inmediato a Mesa para lograr ahora los objetivos laborales y diez se mantuvieron a la expectativa. Concluida la votación, el ampliado laboral instruyó a todos los sectores el acatamiento disciplinado de sus decisiones, lo que ha comenzado a ejecutarse, como es norma en el sindicalismo boliviano.
EL PLIEGO
En cumplimiento de otra resolución del Ampliado, el ejecutivo de la COB, el minero Jaime Solares, presentó al nuevo Presidente el pliego laboral de 20 puntos entre los que se encuentran la recuperación del gas y petróleo de manos de las transnacionales, la anulación de la Ley de Hidrocarburos, la industrialización del gas, la no erradicación forzosa de la coca, la redistribución de la tierra, la anulación de la libre contratación, el rechazo al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el castigo a los que masacraron al pueblo en las luctuosas jornadas de septiembre y octubre últimos, entre otras demandas. El ampliado no fijó fecha ni plazo para el cumplimiento de estos objetivos.
"El gobierno tiene la obligación de cumplir con el clamor del pueblo. De lo contrario, las calles y los caminos de la patria se convertirán nuevamente en nuestra barricada", señala el documento de la COB entregado al presidente Mesa, que hoy posesionó a su primer gabinete, conformado por "tecnócratas" y "personalidades" vinculadas al esquema neoliberal que se mantiene en pie desde 1985.
JUSTICIA SIN JUICIO
En sus primeras presentaciones públicas, Mesa intentó marcar diferencias con el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, que tras fugar de Bolivia ha obtenido refugio en Estados Unidos.
Con el apoyo de los principales medios de comunicación y el respaldo de los segmentos más acomodados de las clases medias y empresariales, Mesa ha iniciado una cruzada orientada a ganar el favor y adhesión de las clases medias e incluso de los vecinos más pobres.
Este sábado, por ejemplo, ha intentado darse una "baño de popularidad". Ha subido a la ciudad de El Alto y ha sido recibido por una multitud de vecinos que ha clamado justicia y cárcel para el presidente Sánchez de Lozada y sus más íntimos colaboradores. Mesa les ha prometido que no habría ni olvido ni venganza: sólo justicia, por lo que fue vitoreado en las calles y avenidas donde el pueblo fue masacrado sin piedad.
Sin embargo, a su retorno a la ciudad de La Paz, explicó a los periodistas que él no llevaría adelante un "juicio de responsabilidades" contra Sánchez de Lozada, única forma de juzgar al ex presidente. "Esa -dijo- es una decisión y responsabilidad del Congreso", dominado por los parlamentarios de los partidos neoliberales que sustentaron a Sánchez de Lozada y hoy sostienen a Mesa. Así, la única posibilidad para juzgar y castigar al ex Presidente queda en manos de sus colaboradores y cómplices.